Proyecto del Colegio Diego Rivera

Este proyecto tiene como finalidad que los alumnos del Colegio Diego Rivera de Salamanca,Guanajuato tenga una idea de como surgieron las primeras artes de la era de piedra hasta nuestra epoca
creador de la web : Roberto Mejia Torres alumno de 4 semestre de Humanidades con la aprobacion y ayuda del profesor de artisitcas: Juan José Macias Trejo

pintura rupestre

La pintura rupestre es un concepto referido a una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de la Historia del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida.
La palabra «rupestre» deriva del latín: rupes=roca, pero también se entiende como sinónimo de primitivo. De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre los muros de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, etc. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras técnicas como el grabado, las insculturas y Petroglifo: grabado sobre piedra por percusión o erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos. de consulta: http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_Rupestre

jueves, 10 de abril de 2008

Tip0s de CUltura en la HiStOrIa

CINETICA



ARTE CINÉTICO
Expresión adoptada hacia 1954 para designar las investigaciones fundadas en la utilización del movimiento real (obtenido por la intervención física del espectador, por la de un elemento natural o por la de un motor) -en tanto que el tema del movimiento figurado está presente en la pintura desde hace mucho tiempo y preocupa tanto al Cubismo como al Futurismo. Si bien parece que se experimentaron producciones cinéticas hacia 1912, por Larionov y Archipenko, las construcciones de Gabo y de Moholy Nagy (...) de Marcel Duchamp y los móviles de Calder, para componer la prehistoria del cinetismo. Profundamente marcado por el entorno tecnológico de los cincuenta, tematizado en la exposición “Le Mouvement- (El movimiento) (...) cristaliza con la aparición del manifiesto del GRAV (Propuestas sobre el movimiento, 1961). Este último es reflejo, por su organización colectiva y su gusto por la eficacia, del Groupe Zero de Dusseldorf y del arte programado, (...) El arte cinético se preocupa inicialmente por el cálculo, la estricta determinación de los movimientos que deben ser producidos y el abandono de todo romanticismo en el arte; reúne, de hecho, un conjunto de concepciones y trayectorias desparejas, tal como queda de manifiesto, en 1967, en la exposición Luz y movimiento (MAMVP): ciertas obras permanecen frontales, otras se afirman como juegos de volúmenes más o menos animados (...), en tanto que investigaciones más arriesgadas intentan comprometer no sólo la mirada del espectador sino también el conjunto de su presencia física (recorridos organizados por el GRAV) o desmultiplican sus efectos en espejos para constituir entornos engañosos. En estos últimos casos, el arte cinético, con sus recursos tecnológicos, apunta al establecimiento de inéditos condicionamientos psico-sensoriales. El modernismo de sus materiales (neón, aluminio, acero cromado, plástico, etc.) y la definición de los efectos que se han de obtener, corren el riesgo, sin embargo, de pasar al primer plano, en ausencia de todo sentido atribuido a la animación producida: la apreciación de las obras debe realizarse entonces más en términos de ingenio que de logro artístico. Aún cuando pretende realizar una “síntesis” de las antiguas artes (pintura, escultura, relieve), el arte cinético da testimonio de un período histórico que descubre en su euforia algunas de las aportaciones de una naciente tecnología, condenada no obstante a una rápida obsolescencia. En consecuencia, sus mejores representantes son finalmente aquellos que le encuentran aplicaciones monumentales, donde por tanto, desaparece todo elemento mecánico, o aquellos que sólo continúan utilizando motores para animar algo diferente de las formas y sus simples reflejos (Tinguely, Takis).
Gerard Duroizoi.- Diccionario del Arte del S. XX.Ed. Akal. 1997 Págs. 30-31

Arte Cinético
"El calificativo cinético fue empleado por primera vez en el Manifiesto realista de Gabo y Pevsner en 1920. Más tarde, Moholy-Nagy y Kemeny utilizaron el término dinámico para referirse,... a los sistemas en movimiento. Posteriormente las obras de Calder fueron definidas por Duchamp como móviles, ... A partir de los años sesenta la expresión sirve para definir ciertas tendencias artísticas como el Arte cinético, consagradas ya en los últimos años, desde 1966...
El término cinético -del griego kinesis, movimiento- se refiere a aquellas realizaciones cuyo principio básico es el movimiento. Esta dinamicidad, virtual o real, mecánica, óptica o ambiental, puede ser prevista por el artista o bien provocada de manera incontrolada y origina la forma plástica de las realizaciones cinéticas. El cinetismo introduce el valor espacio-temporal en el núcleo del arte.
El Arte Cinético puede presentar dos modalidades: la del movimiento espacial, denominado cinetismo, y la lumínica, espacial o no, llamada luminismo. Esta última tendencia surgió a finales de los años cincuenta alcanzando su máxima notoriedad ... en París en 1967. Es característico de este movimiento su progresivo abandono de los materiales y soportes convencionales de la pintura y la escultura, y su aproximación a los modelos industriales y científicos, así como el uso de sistemas operativos. (...)
Varios autores: El arte del S. XX (1950-1990).Salvat. Barcelona, 1990. Tomo 2º. pág. 254
LA ESCULTURA CINÉTICA.-
“...Agam, Bury, Calder, Duchamp, Jacobsen, Soto, Tinguely y Vaserely, a pesar de sus diferentes expresiones artísticas, persiguen un mismo objetivo: introducir el movimiento en la pintura o la escultura.
El indiscutible precursor de este arte cinético es Marcel Duchamp.
En 1913 ya había creado un “ready made” animado que consistía en una rueda de bicicleta con su horquilla fijada en un taburete. Luego, en 1920, construyó un aparato óptico, movido por un motor cuyas aspas de vidrio casi causaron la muerte de Man Ray, quien colaboraba en su construcción, al salir disparadas en fragmentos debido a la fuerza centrífuga. (...)
Otro precursor es Alexander Calder con sus hoy célebres “móviles”.
Estos, inventados en 1932, se componen de varillas metálicas y de chapas pintadas que se mantienen en precario equilibrio y que se agitan como las hojas de un árbol al menor soplo de aire. (...)
El movimiento introduce una novedad importante: la posibilidad para una obra de arte de volver a crearse indefinidamente. Su aparición en el mundo del arte constituye una innovación tan espectacular como el nacimiento de la perspectiva en el S. XV, la cual, al contrario, intentaba fijar las formas en el espacio. (...)”
VVAA.- El arte del S. XX. Salvat. 1990. 2º tomo. pág. 64
Arte cinético y de la máquina.-
Bielas y ruedas dentadas inspiraron a los dadaístas -Picabia, en el que la máquina a menuda está asociada a la mujer; Duchamp, para quien el material estandarizado produce la propia obra-, a los futuristas italianos, apasionados por el movimiento, y a la vanguardia rusa. La máquina se lanza al asalto de los cuadros, figura desollada, disecada, en representación. En la misma época, la escultura se hace máquina: Mar cel Duchamp, Naum Gabo y Tatlin abren el camino a las esculturas cinéti cas actuales.
Pese a que Tinguely propone máquinas de dibujar (Meta-Matic), la máquina en sí misma es la que se convierte a la vez en creadora y en obra de arte. (...)
El entusiasmo de principios de siglo se difumina, la máquina amenaza y el artista protesta. César comprime un coche, como para luchar contra la civilización tecnicista. Claes Oldemburg la ridiculiza por medio de un ventilador gigante y blando. Incluso entre los experimentado res más “tecnológicos” la máquina desaparece, como desaparece el artista, tras la informática....”

ESCULTURA ABSTRACTA

Aunque la de hoy no tiene que envidiar, en abstracción, a la pintura, su evolución ha sido tributaria, al menos en su origen, del esfuerzo de los pintores que quisieron liberarse de la imitación y de los conceptos tradicionales de la forma. El estímulo del cubismo y del futurismo fue determinante, y artistas como Laurens, Archipenko, Lipchitz, Zadkine, Boccioni, y, más directamente, Duchamp-Villon, Brancusi y González, abrieron el camino que llevaría la escultura moderna a una creciente libertad frente al objeto. Además, viéronse acompañados, en su audaz empresa, por pintores que esculpieron: Picasso, Matisse, Braque, Léger y el mismo Max Ernst cuya intervención en la plástica fue audaz y convincente.
Sin embargo, fue el relieve, con frecuencia polícromo (como si le costase apartarse de la pintura para desarrollar sus posibilidades), el que rompió todo nexo con el realismo y alcanzó de inmediato la abstracción. Al ruso Tatlin se debe, al parecer, el paso decisivo; desde 1913 ejecutó obras puramente geométricas con materiales diversos (madera, yeso, metal y cartón), que colgaba en la intersección de dos paredes. Otro ruso, Jean Pougny, que también fue pintor, procedió igual en 1915 con cartones coloreados. Así comenzó el movimiento, llamado después constructivismo, emparentado con el suprematismo de Malevich. Se unirían a él el alemán Kurt Schwitters, el húngaro Moholy-Nagy, el rumano Marcel Janco, y Hans Arp, aunque, en sus primeros relieves de madera, de 1916, éste mostrara preferencia por la curva sinuosa y flexible, a la que seria fiel en sus esculturas de mármol y bronce posteriores a 1930.
Pero el constructivismo, surgido en Rusia halló sus maestros y teóricos allí, con Naum Gabo y su hermano Antoine Pevsner. Más tarde, en París, se unirían al grupo “Abstraction-creation”. Empleando cobre, plexiglás, cristal, alambre de latón o de plástico, renuncian a los planos angulosos y los substituyen por superficies curvas, formas abiertas, que desarrollan en un espacio identificado con la dimensión del tiempo. Las nociones de masa, volumen, peso, estabilidad, son abolidas en favor de texturas transparentes, vaciadas y de planos curvos, replegados que rompen o detienen la luz. En su intento por expresar, con lógica severa, el ritmo continuo del universo, ambos hermanos han hecho mucho por la escultura no figurativa. Puede considerarse también como «constructivistas» (en el sentido amplio del término) al belga Vantongerloo, al holandés Domela, al francés Gorin, al suizo Max Bill y al americano Calder, cuyos «móviles» y «estables» indican gran fantasía unida a rigurosos cálculos, y a sus compatriotas Harold Coussins, Richard Lippold, a los ingleses Bárbara Hepworth y Kenneth Martin, al danés Robert Jacobsen, al italiano Berto Lardera, al argentino Marino di Teana, al alemán Kricke, al español Chillida. Hay que añadir al húngaro Nicolás Schoffer, inventor del «espaciodinamismo», en París, síntesis animada de escultura, pintura y movimiento; así como al suizo Tinguely, que completa la forma en movimiento por la velocidad.
Tan exigentes como los que más lo fueren, de los constructivistas, los franceses Louis Chauvin, Henri-Georges Adam y Émile Gilioli, el holandés Toon Kelder, el húngaro Béothy, el italiano Signori, el luxemburgués Wercollier, la francochilena M. T. Pinto, se muestran afectos a la línea que fluye, a la forma específicamente plástica y a la perfección del trabajo. A estos artistas, de espíritu clásico, podría contraponerse el francés Étienne Martin, cuya necesidad de expresión procede de un temperamento áspero, sensual, generoso, mientras que el suizo Stahly somete el lirismo a una lúcida voluntad. A su romanticismo, otro francés, Jacques Zwoboda, une el sentido de lo monumental. Muestran preferencia por el bajorrelieve Étienne Hajdu en Francia, Karl Hartung en Alemania, Pietro Consagra en Italia y Zoltan Kemeny en Suiza (metal repujado o martilleado, superficie de yeso o de madera con contrastes de entrantes y salientes) .
Entre los escultores expresionistas cabe citar a los italianos Mastroianni, Crippa y Somaini, a los argentinos Pablo Manés y Alicia Penalba, al americano Seymour Lipton y al suizo Robert Muller. Una suerte de barroco exasperado caracteriza las obras del holandés Couzijn, del japonés Tajiri, de los americanos Theodor Roszal, Louise Nevelson, y, en la nueva generación, John Chamberlain y Richard Stanliewicz, que manipulan la chatarra, cual el marsellés César, el belga Rul d'Haese y muchos otros que se diría arrastrados por un furor de destrucción, natural o deliberada. Tal exceso de libertad determinó la reacción neorrealista en Europa y la del Pop-Art en América.
Al parecer, de lo que más carecía la escultura no figurativa era de monumentalidad. La revolución arquitectónica de la segunda posguerra despertaría la emulación de arquitectos y escultores. En Brasilia, los monumentos edificados por Niemeyer, y la capilla de Ronchamp construida en Francia por Le Corbusier son esculturas a escala arquitectónica. Inversamente, la .señal erigida por H G. Adam ante el Museo del Havre, las Moradas de Étienne Martin, el mausoleo Zwoboda en el Campo Santo Mentana, cerca de Roma, las esculturas habitáculos de André Bloc, de Gérard Magnoni o de Constantino Nivola, las obras del americano-japonés Noguchi destinadas a jardines, indican claramente una evolución hacia la síntesis de las artes, como fenómeno esencial de nuestro tiempo.


ESCULTURA FIGURATIVA


A pesar de las tendencias de los nuevos estilos, numerosos escultores europeos continuaron trabajando dentro del estilo figurativo a principios del siglo XX, cada uno con distintas formas características, aunque la mayor parte giraba en torno a la figura humana. En Francia, Aristide Maillol volvió al sosiego clásico con bronces impresionantes de figuras femeninas. Una de estas obras, Acción en cadena (1906, Museo Nacional de Arte Moderno, París) es un torso femenino que demuestra el perfecto equilibrio, característico de Maillol, entre tensión y relajación. Al igual que Maillol, el artista francés de nacimiento Gaston Lachaise, que más tarde emigraría a Estados Unidos, también hizo de la figura femenina su vehículo de expresión, dotando a sus esculturas de una enorme gracia y delicadeza a pesar de las descomunales proporciones de sus torsos. El pintor francés Henri Matisse también llevó a cabo varias series de figuras en bronce con diferentes grados de distorsión que expresan tensiones musculares internas.
En Alemania Wilhelm Lehmbruck realizó figuras alargadas que transmiten sosiego, recogimiento y resignación. Por el contrario, la obra del también alemán Ernst Barlach es más expresionista; elegía temas modestos e ilustraba un amplio espectro de emociones que iban de la alegría, como en Hombre cantando (1928, colección privada, Alemania) a la venganza, como en El vengador (1914, Museo Hirshhorn, Washington, D.C.). Los escultores escandinavos más importantes fueron el sueco Carl Milles y el noruego Gustav Vigeland; ambos crearon figuras alegóricas para fuentes y otros monumentos públicos en sus respectivos países de origen. Milles también vivió en Estados Unidos e hizo fuentes en Nueva York, Saint Louis, Missouri y otras ciudades estadounidenses. El escultor de origen polaco Elie Nadelman, después de estudiar en París, emigró a Estados Unidos donde realizó figuras en bronce de suaves contornos y volúmenes simples, como Hombre al aire libre (c. 1915, Museo de Arte Moderno, Nueva York). Jacob Epstein, nacido en Estados Unidos y afincado en Londres, alcanzó fama internacional con retratos figurativos en bronce cuya característica principal es las superficies toscas e irregulares que confieren gran expresividad a sus obras. El español Manuel Martínez Hugué, también conocido como Manolo, crea figuras de toreros, animales, campesinos y mujeres, de inspiración claramente mediterránea, influidas por la escultura de Mesopotamia y el antiguo Egipto.
Pero el más importante de los artistas ingleses modernos fue Henry Moore. En sus inicios su obra estaba influida por la escultura precolombina, lo cual queda patente si se compara la escultura en piedra maya-tolteca del dios de la lluvia Chac, llamada Chacmool (c. 1000, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México), con su escultura Figura reclinada (1929, Museo Municipal, Leeds). Durante toda su vida Moore trabajó el tema de la figura femenina yacente, que siempre representó con gran frescura y originalidad. Muchas de sus elegantes obras monumentales están concebidas para colocarse al aire libre. Otra escultora inglesa de talla internacional es Barbara Hepworth que, aunque trabajó por lo general dentro de un estilo orgánico próximo a la abstracción, tiene algunas esculturas sobre la figura humana, como Grupo II (Evocación) (1952, Colección Margaret Gardner, Inglaterra).


ESCULTURA FUTURISTA



Movimiento artístico de comienzos del siglo XX que rechazó la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto del futurismo.

El futurismo se caracterizó por el intento de captar la sensación de movimiento. Para ello superpuso acciones consecutivas, una especie de fotografía estroboscópica o una serie de fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo plano. Ejemplos destacados son el Jeroglífico dinámico de Bal Tabarin (1912, Museo de Arte Moderno, Nueva York) y el Tren suburbano (1915, Colección Richard S. Zeisler, Nueva York), ambos de Gino Severini. En el campo de la fotografía destacaron los hermanos Bragaglia y sus imágenes movidas, que ofrecen tiempos sucesivos y trayectoria de los gestos, como en Carpintero serrando o Joven meciéndose.

En 1914 se presentaron también los primeros dibujos sobre una ciudad moderna de Antonio Sant'Elia y Mario Chiattone. Sant'Elia presentó ese mismo año su Manifiesto de la arquitectura futurista, un proyecto utópico que cristalizó en las imágenes de la Ciudad Nueva: la nueva medida ya no era el edificio, sino la estructura urbana, y apostaba, además, por las nuevas tipologías, como estaciones de trenes y aeroplanos, centrales eléctricas, casas escalonadas con ascensores… Se trataba de un nuevo mundo vertical y mecánico, conectado a través de redes de ascensores de hierro y cristal.

Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1914, su influencia se aprecia en las obras de Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert Delaunay en París, así como en el constructivismo ruso. En 1915 algunos de los representantes del futurismo, como Marinetti y Sant'Elia, se enrolaron en un batallón de voluntarios, de acuerdo con el punto nueve de su decálogo fundacional, donde se ensalzaba la guerra como la única higiene del mundo. Algunos de ellos murieron, como Sant'Elia, y los demás radicalizaron sus posiciones, como la conocida conversión al fascismo en las elecciones de 1919.


ESCULTURA DADA Y SURREALISTA


Los procesos de innovación estética, en el siglo XX presentan características revolucionarias en la historia del arte. Las manifestaciones culturales, entre ellas es arte, vivieron condiciones de ruptura con los modelos tradicionales de representación, replanteando las funciones de los intelectuales y de los artistas, quienes encarnaron entonces las posibilidades definir estrategias críticas respecto al orden general naciente. A partir de los desarrollos iniciales del impresionismo, se observa un abandono de los ideales del arte académico y un retorno a los aspectos inmediatos de la vida cotidiana.
Las vanguardias volcaron la mirada hacia la riqueza espiritual y estética de los pueblos no europeos, rechazando el legado pictórico de Occidente bajo sus aspectos formales e introduciendo transformaciones inéditas en las concepciones plásticas. El artista moderno, el abandonar el universo simbólico de la cultura tradicional, desencadeno una sensibilidad nueva que refleja la vivencia de un mundo en conflicto, articualndole una cultura de la máquina que se verá representada positiva o críticamente las producciones artísticas de las nuevas trasendencias.
Las revoluciones sociales, los enfrentamientos bélicos, el hundimiento del Humanismo y la angustia del hombre en la sociedad industrializada serán temas recurrentes a lo largo del siglo XX. El arte alcanza la capacidad provocadora para promover nuevos conceptos de individuo y realidad, enriqueciendo las categorías de lo urbano, el tiempo y la experiencia la percepción, los alcances lo la libertad, el compromiso social y la exploración del inquietante les inconsciente.
En general, hasta fines del siglo XIX, la tradición concebía el arte como lugar privilegiado y esencial para la representación del hombre y la naturaleza bajo modelos preestablecidos. La gran ruptura de los movimientos modernos con la tradición fue la desconstrucción del arte como esencia, para abrir un viaje hacia el universo de la apariencia que se prolonga hasta el presente.
Las caracteristicas principales del arte moderno son tres y son:
-DADAISMO
-CUBISMO
-SURREALISMO
Cubismo, movimiento artístico que se manifestó sobre todo en pintura, cuyo objetivo principal era el de alejarse de la representación naturalista y conseguir plasmar de modo simultáneo sobre la superficie del cuadro un objeto visto desde múltiples ángulos. Desarrollado principalmente por Georges Braque y Pablo Picasso hacia 1907, alcanzó su apogeo alrededor de 1914 y continuó evolucionando durante la década de 1920. Al rechazar la representación realista seguida desde el renacimiento, el cubismo significó un cambio crucial en la historia del arte, convirtiéndose en el precursor de la abstracción y de la subjetividad artística. Fue una revolución contra el sentimentalismo y el realismo de la pintura tradicional, contra la importancia que se daba al efecto de la luz y el color y contra la ausencia de formas, características del impresionismo. Los cubistas rechazan la perspectiva y el movimiento y le dan primacía a la línea y la forma. Se inspiró fundamentalmente en el arte de las tribus de África y Oceanía.
Los cubistas seguían la sentencia del postimpresionista francés Paul Cézanne, que afirmaba que “todas las formas de la naturaleza parten de la esfera, el cono y el cilindro” y está influido por el afán constructivo y geometrizante de George Seurat. La expresión más frecuente dentro del cubismo presenta un enfoque analítico y abstracto del tema; el artista determina y pinta las formas geométricas básicas que componen el objeto, sobre todo el cubo o el cono, o los planos básicos que revelan las formas geométricas subyacentes. Otra fase de la pintura cubista (el cubismo sintético) presenta un objeto desde diferentes ángulos, imposibles de ver simultáneamente en realidad, unificados en una estructura compositiva. En ninguno de los dos cubismos, analítico o sintético, se pretende reproducir en detalle el aspecto real de los objetos. Entre los retratos y naturalezas muertas cubistas destacan los instrumentos y los arlequines ya que eran fáciles de diseccionar de forma geométrica. Para evitar todo efecto naturalista y emocional, el cubismo utilizó durante su primer periodo, o periodo analítico, una paleta muy restringida de grises, marrones, verdes y amarillos, o recurrió a obras pintadas en diferentes tonalidades de un mismo color. Después de 1914, durante el periodo sintético, muchos cubistas introdujeron colores más brillantes en sus obras.
Además de Pablo Picasso y Georges Braque, otros pintores cubistas importantes fueron: Albert Gleizes, Robert Delaunay, Fernand Léger, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Roger de La Fresnaye y Juan Gris. Entre los escultores cubistas más importantes, que aplicaron a la escultura los mismos principios artísticos que los pintores, se cuentan Pablo Picasso, Raymond Duchamp-Villon, Jacques Lipchitz y Alexander Archipenko. Y entre los incontables artistas influidos por las ideas y técnicas cubistas se encuentran Maurice de Vlaminck, Stuart Davis y Lyonel Feininger.
Dadá o Dadaísmo, movimiento que abarca todos los géneros artísticos y es la expresión de una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después. Se dice que el término dada (palabra francesa que significa caballito de juguete) fue elegido por el editor, ensayista y poeta rumano Tristan Tzara, al abrir al azar un diccionario en una de las reuniones que el grupo celebraba en el cabaret Voltaire de Zurich. El movimiento Dadá fue fundado en 1916 por Tzara, el escritor alemán Hugo Ball, el artista alsaciano Jean Arp y otros intelectuales que vivían en Zurich (Suiza), al mismo tiempo que se producía en Nueva York una revolución contra el arte convencional liderada por Man Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia. En París inspiraría más tarde el surrealismo. Tras la I Guerra Mundial el movimiento se extendió hacia Alemania y muchos de los integrantes del grupo de Zurich se unieron a los dadaístas franceses de París. En 1922 el grupo de París se desintegró.
Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación, los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos establecidos. Para ello utilizaban nuevos materiales, como los de desecho encontrados en la calle, y nuevos métodos, como la inclusión del azar para determinar los elementos de las obras. El pintor y escritor alemán Kurt Schwitters destacó por sus collages realizados con papel usado y otros materiales similares. El artista francés Marcel Duchamp expuso como obras de arte productos comerciales corrientes —un secador de botellas y un urinario— a los que denominó ready-mades. Aunque los dadaístas utilizaron técnicas revolucionarias, sus ideas contra las normas se basaban en una profunda creencia, derivada de la tradición romántica, en la bondad intrínseca de la humanidad cuando no ha sido corrompida por la sociedad.
Como movimiento, el Dadá decayó en la década de 1920 y algunos de sus miembros se convirtieron en figuras destacadas de otros movimientos artísticos modernos, especialmente del surrealismo. A mitad de la década de 1950 volvió a surgir en Nueva York cierto interés por el Dadá entre los compositores, escritores y artistas, que produjeron obras de características similares.
Surrealismo (arte), movimiento artístico y literario fundado por el poeta y crítico francés André Breton.
Breton publicó el Manifiesto surrealista en París en el año 1924 y se convirtió, acto seguido, en el líder del grupo. El surrealismo surgió del movimiento llamado Dadá, que reflejaba tanto en arte como en literatura la protesta nihilista contra todos los aspectos de la cultura occidental. Como el dadaísmo, el surrealismo enfatizaba el papel del inconsciente en la actividad creadora, pero lo utilizaba de una manera mucha más ordenada y seria.
En pintura y escultura, el surrealismo es una de las principales tendencias del siglo XX. Reivindica, como sus antecesores en las artes plásticas, a pintores como el italiano Paolo Uccello, el poeta y artista británico William Blake y al francés Odilon Redon. En el siglo XX también son admiradas, y a veces expuestas como surrealistas, ciertas obras de Giorgio de Chirico, del ruso Marc Chagall, del suizo Paul Klee y de los franceses Marcel Duchamp y Francis Picabia, así como del español Pablo Picasso, aunque ninguno de ellos formó parte del grupo. A partir del año 1924 el alemán Max Ernst, el francés Jean Arp así como el pintor y fotógrafo estadounidense Man Ray se incluyen entre sus miembros. Se unieron por un corto periodo de tiempo el francés André Masson y el español Joan Miró. Ambos pintores fueron miembros del grupo surrealista pero, demasiado individualistas para someterse a los dictados de André Breton, se desligaron del mismo en 1925. Más tarde, se incorporó el pintor franco-estadounidense Yves Tanguy, así como el belga René Magritte y el suizo Alberto Giacometti. El pintor catalán Salvador Dalí se asoció en 1930, pero después sería relegado por la mayoría de los artistas surrealistas, acusado de estar más interesado en la comercialización de su arte que en las ideas del movimiento. A pesar de ello, durante cierto tiempo fue el artista más renombrado del grupo. Su personal obra constituye una de las muestras más representativas del surrealismo.
La pintura surrealista es muy variada en contenidos y técnicas. Dalí, por ejemplo, transcribe sus sueños de una manera más o menos fotográfica, inspirándose en la primera etapa de la pintura de De Chirico. Las esculturas de Arp son grandes, lisas y de forma abstracta. Por otra parte, Miró, miembro formal del grupo durante una corta etapa, representó formas fantásticas que incluían adaptaciones de dibujos infantiles. El pintor ruso-estadounidense Pavel Tchelichew pintó cuadros y también creó numerosas escenas para ballets. En la década de 1940, coincidiendo con el exilio en México de artistas españoles influidos por el surrealismo, así como la visita de Bretón, que recorrió el país acompañado de Diego Rivera y del político soviético Trotski, el movimiento se extendió de forma relativa y limitada entre círculos intelectuales mexicanos (véase Remedios Varo).
La rama surrealista estadounidense está formada por el grupo conocido como Los Realistas Mágicos, bajo el liderazgo del pintor Paul Cadmus. El escultor Joseph Cornell comenzó como surrealista, pero más tarde persiguió una forma de expresarse más individual. Una colección representativa de la obra gráfica de los surrealistas se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).

ESCULTURA CONSTRUCTIVISTA



El constructivismo se origina como respuesta al caos que se vivia en eso años e conflicto. Se origina en Rusia, desde donde empieza a involucrarse a otros lugares de Europa, hasta llegar algunos años después a Latinoamérica, de donde nos vemos muy influenciados.
Dicho movimiento se caracteriza por ser muy abstracto, por lo que se recurre generalmente a figuras geométricas y muy bien definidas.
A continuación se muestra mas detalladamente el origen, entornos, y manifestaciones que se provocaron con el advenimiento de dicho movimiento.
CONSTRUCTIVISMO
En estos últimos tiempos, los movimientos artísticos que se han ido desarrollando están siendo caracterizados por tener muy poca duración, ya que continuamente, gracias al desarrollo de la tecnología y algunos otros aspectos externos que en cierta forma va contribuyendo a una evolución mas rápida.
Entre estos tipos de movimiento ha surgido el constructivismo, tema a tratar a continuación, que viene luego de la aparición del futurismo y del cubismo, por lo que se ve un poco influenciada con dichos movimientos.
HISTORIA
Surge en el siglo XX, específicamente en 1920. Rusia es el lugar de donde se desprende dicho movimiento, y su fundador es el escultor y pintor ruso Vladimir Tatlin; quien se dedico a la elaboración de piezas escultóricas abstractas, por medio de la utilización de diferentes tipos de materiales industriales, y es de ahí de donde surge el nombre.
Se sitúa a los artistas de ésta época, con un nuevo rol, por el hecho de retomar las formas de las que solemos rodearnos, y crear nuevas obras.
Las obras que dan por inaugurado este movimiento son las construcciones en relieve de Tatlin, elaboradas entre 1913 y 1917, para cuando en 1920 ya se comenzaban a integrar otros artistas Alexánder Rodchenko, El Lissitzky, Naum Gabo y Antón Pevsner, entre otros. En 1920 Gabo y Pevsner se dedicaron a la publicación en Moscú el Manifiesto realista, donde se exponen los principios teóricos del nuevo estilo.
Vladimir Tatlin.Relief1914Metal and leather on wood. 25" x 21".
En 1915 hace esculturas de metal completamente abstractas, destinadas para ser suspendidas de cualquier medio.
Tatlin pasa de los bajorrelieves a unos metales más profundos, hasta llegar a sus llamados "Contrarrelieves", que son formas de metal para ser colgadas. Es también una de las figuras clave en la reorganización de las instituciones artísticas en el Estado Soviético. Pronto se da cuenta de que el arte no cubre las necesidades del momento, y decide acercarse más a los problemas cotidianos y de nivel social. Dicha idea se ve bloqueada por la escasez de medios y materiales. Esto les hace diferentes al diseño moderno europeo.
Como todo movimiento, este tubo diferentes etapas en las que se dividió, pero esencialmente se trata de defender los ideales del utilitarismo, la funcionalidad y abstracción; aunque su momento más brillante se remonta a las tres primeras décadas de este siglo. La emergencia revolucionaria se vio ciertamente plasmada en las artes y tuvo en el constructivismo su expresión más sobresaliente.
CARACTERÍSTICAS DEL CONSTRUCTIVISMO
Para introducirnos mas a el entorno en el que se vivía en ese tiempo, y por lo tanto para comprender mejor el movimiento es importante destacar los siguientes puntos:
Movimiento que nace en Rusia, en medio de fuertes conflictos.
Su estilo se basa en líneas puras y formas geométricas.
En su elaboración se basan con materiales simples.
Los representantes no ven sus obras como arte.
Le dan relevancia a la técnica con la que se va elaborar el producto y el proceso que éste lleva.
Deja de ser una corriente de movimientos europeos.
La funcionalidad debía de ser aplicada porque se ,creía importante que el arte debía e ser algo para que la gente lo entendiera, y con diferentes tipos de utilidades para la sociedad; por lo que Tatlin hizo una fusión de diseños y sus construcciones, llegando a ser un diseñador poderoso, en donde sus productos llegaron a formar un nuevo orden estético.
El constructivismo, por tratarse de un movimiento en el que predominaba lo tridimensional, se destaca mucho lo que es la escultura, la arquitectura y el diseño industrial en si, en donde se recurria a la elaboración de los productos con materiales modernos, de donde utilizaron líneas puras para reforzar la naciente estética del funcionalismo
El grupo se dedicó al diseño de muebles e indumentaria, decorados teatrales y exposiciones.
ARTISTAS Y OBRAS REPRESENTATIVAS
Entre otros artistas que se pueden mencionar por su labor son Stepanova, Rodchenko y El Lissizky por su estilo en fotografía, la composición de fotomontajes y el diseño de formatos tipográficos para los afiches oficiales, que se iban mostrando de maneras mas innovadoras. Se expone una cafetera con dos tazas constructivistas, figurines y fotos con diseños textiles de Popova y Stepánova. Las figuras de Rodchenko, Tatlin y Malevich eclipsaron en parte a un numeroso grupo de mujeres artistas que participaron en aquella fascinante tentativa de integrar el arte y la vida, y de redefinir los valores estéticos tradicionales.
Malevich
Es importante mencionar que una de las máximas expresiones de éste movimiento ha sido el “Monumento a la III Internacional”, obra realizada por Tlalín, a la que se le considera una de las estructuras mas increíbles que han podido realizar. Aspiraba a ser un símbolo del socialismo y la sede del Komintern. Su estructura era de forma espiral, e iría construido en acero y vidrio. Se elaboraron al mismo tiempo maquetas y fueron expuestas con gran éxito, pero la decadencia económica del Estado y algunas críticas impidieron su realización.
Este movimiento artístico, se sirvió de retomar diferentes tipos de aportaciones de las otras corrientes artísticas, siendo el constructivismo muy experimental. Entre las corrientes retomadas están el dadísmo, el futurismo y el cubismo, mezclándolas siempre con diferentes aportaciones, y tradiciones autóctonas del arte popular y primitivo.
Dicha corriente es muy significativa, por formar cierto tipo de lazo entre lo que es el arte y el diseño, al igual que en el teatro, cine, moda y artes gráficas. Esa generación de artistas constructivistas, vinculada en su mayoría y en grados distintos a la efervescencia revolucionaria de los años veinte, desarrolló un buenísimo ámbito de renovación estética y cultural.
CONSTRUCTIVISMO LATINOAMERICANO
Los nuevos movimientos también atacaron a los presentes en Latinoamérica, ya que tal y como se sabe, la mayoria de movimientos surgen del viejo mundo, y esto debido a la antigüedad de tal.
Los años en que se desarrolla dicho movimiento en Latinoamérica, son tiempo de cambios y de revoluciones que se ven impulsadas por cierto espíritu renovador.
Luego de pocos años que este movimiento surgiera en Rusia, este fue trasladado al nuevo mundo, en los años de 1920.
Se fue evolucionando con las ideas a través del tiempo, pero a quien se le considera el propulsor de este tipo de arte moderno en Latinoamérica es Joaquin Torres García, de origen uruguayo. Fue personaje de gran importancia, por ser clave del desarrollo movimiento desarrollado en Argentina: Arte Concreto- Invención y Arte Madí en los años cuarenta.
Así como fue impuesta por Jaqueen en Argentina, asi Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar la introdujeron en Venezuela.
Este arte abstracto geométrico tambien se introdujo en Ecuador, por Manuel Rendón, quien sirvio de inspiración para Anibal Villacis y Enrique Tábara.
El constructivismo también dejó su legado en el movimiento brasileño Neo- concreto que reunió a Lygia Clark y Hélio Oiticia, y en los artistas vinculados al Op-Art en la década del sesenta como el argentino Julio Le Parc y los venezolanos Alejandro Otero y Jesús Rafael Soto.
De esta manera, nos damos cuenta que el constructivismo colaboró para buscar nuevos caminos, por medio de las mezclas de diferentes vanguardias como lo mencioné anteriormente, lo que puede llegar a significar un avance para los artistas para redescubrirse.
La ideología constructivista tomo fuerza y en el año 1922 surgio el folleto Konstruktivizm escrito por Aleksei Gan (1893-1942),
En uno de los escritos mas importantes, se encuentra el de Gan , en donde se muestra en desacuerdo con los pintores abstractos, por el hecho de haber abandonado lo tradicional, por lo que estableció tres principios fundamentales que son:
- La construcción que representa el proceso creativo y la búsqueda de leyes para la organización visual.
- La textura: en representación de los materiales contemporáneos y la forma de ser aplicados en la producción a nivel de industria.
- La arquitectura: que representa cierto tipo de ideología comunista de manera visual
CONCLUSIONES
Luego de la haber elaborado una investigación de literatura sobre el movimiento artístico moderno del constructivismo, comprobamos una vez mas, que el entorno que rodea una sociedad tiene mucho que ver con los diferentes tipos de enfoques y representaciones que vallamos a elaborar.
Es asi, como en dicho movimiento, lo que se hace es elaborar una mezcla de las características de otros tipos de movimientos anteriores, (los que les parecieran mas interesantes) y crear nuevas técnicas y tipos de expresión.

PABLO RUIZ PICASSO


Pablo Ruiz Picasso (Málaga España, 25 de octubre de 1881 - Mougins Francia, 8 de abril de 1973), pintor, dibujante y escultor español más conocido como Pablo Picasso. Inició su aprendizaje en el mundo de la pintura a través de su padre, profesor de Bellas Artes.
Es uno de los grandes maestros del siglo XX, quizás el artista que más fama alcanzó fuera del ámbito profesional, ya que existen más de 1500 obras suyas en museos que reciben el nombre de "Museo Picasso". Su nombre completo era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Quizás lo más trascendente del nombre con el cual se hizo conocido, es que usaba el apellido materno.
Estaba emparentado con el militar español Juan Picasso González. Picasso sentía una gran atracción hacia la cultura Chavín en Perú en la que, según él, se basaban muchas de sus obras. Su vida está marcada por las guerras y su estilo supera todos los demás.
Considerado, junto a Miguel Ángel Buonarroti, la persona que más ha influido en la historia del arte mundial, revolucionó el arte y en especial la pintura durante su larga carrera. Sin duda el artista más importante del siglo XX, es también el que cuenta con obras en más museos a lo largo de todo el mundo, además de encabezar el ranking mundial en las subastas de arte [cita requerida].
Políticamente, Picasso se declaraba pacifista y comunista, y fue miembro del Partido Comunista Francés hasta su muerte.
Falleció en Notre-Dame-de-Vie (Mougins, Francia) en 1973 a los 91 años de edad.


Obras
La obra de Picasso se suele dividir en los siguientes periodos:

Periodo de Barcelona
Tras haber vivido varios años en La Coruña, llegó a Barcelona en 1895. Su padre fue nombrado profesor de la escuela de Bellas Artes de Barcelona en 1896. Por esta época colaboró como dibujante en diferentes revistas catalanas y fundó la revista Arte joven que fue un fracaso. Estando en Barcelona pintó cuadros.

Periodo Azul
Este periodo comienza en 1901, a causa del suicidio de un amigo suyo en París, y termina en 1904. Es un periodo en el que utiliza un ambiente bohemio de las calles parisinas, también mostrado en sus cuadros la gente en los salones de baile y en los cafés la asimilación del post-impresionismo. En sus obras, Picasso casi siempre utiliza tonos azules y representa personajes escuálidos con expresión trágica Dama en Eden Concert (1903), La Vida (1903), Las dos hermanas (1904) así llamado por el predominio de los tonos azules en las obras que realizó durante estos años, miseria humana, con trabajadores extenuados, mendigos, alcohólicos y prostitutas, representados con cuerpos y formas ligeramente alargadas al estilo de El Greco. El cuadro Habitación azul refleja el trabajo de su evolución hacia el periodo azul.

Periodo Rosa
Poco después de establecerse en París, Picasso conoce su primera compañera. Desde 1905 su paleta se inclina hacia los tonos rosas y rojos, lo que dura hasta 1906.
En esta época Picasso fue menos trágico y representó escenas de circos, comediantes, etc. Algunas de estas: Familia de Arlequín (1905) y tuvo una obra maestra, Gran holandesa.

Protocubismo
En el verano de 1906, en Gosol, su obra entrará en una fase marcada por la influencia africana. El retrato de Gertrude Stein revela un tratamiento del rostro, otra obra que marcó este periodo fue Las señoritas de Avignon, tan radical en su estilo. Frente a la pintura trata en esta obra la profundidad espacial y la forma de representación del desnudo femenino, reestructurándolo por medio de líneas y ángulos.En este periodo Picasso se desvincula de los cánones de arte relacionados en mostrar representaciones exactas de la realidad, modificándolas, más precisamente transformándolas con parámetros geometricos.

Periodo Cubista
Transcurre entre 1908 a 1916. En este periodo Picasso tiene una manera de pintar neoclásica, como la Mujer sentada y La Griega, y en otras obras como los delicados retratos de su hijo Pablo. Busca una pintura pura, y para ello comenzó a observar los objetos de su taller, de modo intelectual. A esta época pertenecen: El Retrato de Vollard (1910), "le guitariste" (1910) y El aficionado (1912).
En la escultura consiguió dar la sensación de volúmenes. Esta se basó principalmente en botijos y elementos de barro cocido, esculpido y después pintado.

Periodo Neoclasicista
Este periodo comienza en 1917 y termina en 1927. En este periodo hay una tendencia en muchos artistas de vuelta al clasicismo. En su caso, una vuelta al desnudo monumental, al dibujo de línea precisa como los retratos de Ingres, al equilibrio. Se puede observar esta misma tendencia en otros artistas importantes de la época, que se adscriben al neoclasicismo.
De todos modos, es en la música donde el neoclasicismo de entreguerras tiene más fuerza. Data de este periodo la composición de Pulcinella, para orquesta de cámara y solistas (1920), Apolo, dios de las musas (Apollon Musagète), para orquesta de cuerdas (1928) y El beso del hada (Le Baiser de la fée), para orquesta (1928), de Ígor Stravinski.

Época Surrealista
Este periodo dura de 1928 a 1932. Las pinturas que destacan son Bañista en pie (1929), Bañista al borde del mar (1930) y El sueño (1932). En esta época las formas son distorsionadas, representando lo monstruoso o a evocaciones mitológicas y las esculturas estaban hechas de hilo y de láminas de metal.
Picasso se alió con el movimiento surrealista en 1925; Bretón calificaba este acercamiento de Picasso como «...surrealista dentro del cubismo...»
Se consideran surrealistas las obras del período Dinard (1928-1930), donde Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos, de aspecto gigantesco y a veces terrorífico. Esta monumentalidad surrealista de Picasso puede ponerse en paralelo con la de Henry Moore.
En 1931 ilustró las metamorfosis de Ovidio dentro de un puro clasicismo.

Época expresionista
Con el comienzo de la Guerra Civil Española, Picasso fue nombrado director del Museo del Prado, por el gobierno republicano. En 1937 pintó uno de sus cuadros más famosos, el Guernica, es un alegato contra la guerra y el terror infligido a la población civil durante el bombardeo aéreo alemán sobre Guernica. En estos años la mayor parte de las obras expresan un sentimiento de angustia, como consecuencia de la problemática situación que se vivía.
Otras obras fueron Mujeres llorando, y Mujeres sentadas, que refleja la tragedia de la guerra.
El punto culminante de su expresionismo lo marcan sus cabezas de dos caras. En escultura realiza las piezas más abstracta, sin método ni sistema.
Durante la II Guerra Mundial no se movió de Francia, siguiendo pintando en el París ocupado por los nazis. Cuando terminó la guerra, se unió al partido comunista.

Periodo de Vallauris
Se traslada a Vallauris. En esta ciudad acabó su escultura El hombre del cordero que mide 2,20 m de altura. Dicha figura se encuentra en la plaza del mercado de dicha ciudad (1950, "Museo de Arte de Filadelfia") y se dedicó por completo a la cerámica, donde realiza cerca de 2000 piezas. Durante este tiempo Picasso hizo también importantes esculturas: La cabra (1950, "Museo de Arte Moderno"), también en bronce; la obra que llevó a cabo en 1964: maqueta de cabeza de mujer, una monumental escultura de 1966 en acero soldado; a lo largo de siete meses, creó notables series de grabados con el que retornó a sus primitivos temas: el circo, escenas eróticas... En Vallauris nacieron sus dos hijos, circunstancia que favoreció la presentación de cuadros más infantiles y maternales, rebosando maternidad. También pintó enormes murales: La guerra y La Paz (1952), Massacre en corée (1951), La Baignade (1957). Durante los últimos años pintó variaciones de temas célebres.
Muchos de los últimos cuadros de Picasso están basados en las obras de los grandes maestros del pasado como Diego Velázquez, Eugenio Delacroix y Eduardo Manet. Además de en la pintura de cuadros Picasso trabajó también en cientos de litografías que realizó en la imprenta de Fermande Moulot.
En 1963 se inauguró en Barcelona el Museo Picasso. En 1971 celebra Picasso su 90º cumpleaños y le hicieron numerosos homenajes.
A lo largo de toda su vida la obra de Picasso se expuso en innumerables ocasiones.
La más inusual de su producción artística, fue la obra Autorretrato (1907); es una de las últimas que hizo Picasso, sintiéndose identificado por el post-impresionismo. Forma parte del Periodo Rosa. Los tonos rojizos dominan, oscuros o claros, en las distintas partes de cuadro. En el fondo de la parte izquierda combina el color rosado como base junto con café y azul, dando el efecto de oscuridad en la parte inferior. Luego con tonos rojos y naranjas se va aclarando a medida que se sube. Los tonos de la cara llevan un gris como base, que junto con los rojos, amarillos y naranjas forman el tono de la piel.
No se fija mucho en los detalles de la forma de la cara, sino que pone más énfasis en los colores, jugando con los tonos para lograr más realismo al rostro. Se nota que Picasso está empezando a atravesar por una época de cambio, ya que va dejando de lado la perfección de la forma para fijarse más que nada en lo fundamental. Este es el cambio que determinó la obra completa de Picasso, ya que tuvo una evolución que lo llevó al cubismo.

CONSTANTIN BRANCUSI



Constantin Brancusi (Constantin Brancusi en la grafía francesa) fue el más famoso escultor rumano, nacido en Hobiţa (distrito Gorj, cerca de la ciudad de Târgu Jiu en 1876 y fallecido en París en 1957. Sus obras se encuentran en museos de Francia, Estados Unidos, Rumanía y Australia.
Brancusi estudió arte en Craiova (ciudad del distrito Dolj, Rumania) desde 1894 a 1898. Luego continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Bucarest desde 1898 hasta 1901. Llegó a Paris en 1904 para perfeccionar sus estudios. Como estudiante de arte fue influido por Auguste Rodin y fue uno de los primeros artistas del arte moderno. Entabló amistad con Amedeo Modigliani, Satie y Marcel Duchamp. Su obra evolucionó hacia una eliminación de los detalles que le condujo casi a la abstracción.

Recién nacido
Realizó una serie de esculturas en metal llamadas "Pájaro en el Espacio".
En Targu Jiu hay un conjunto escultorico realizado por él de gran importancia. Estas obras se encuentran dispuestas en línea recta y son:
La Mesa del Silencio
La Puerta del Beso
La Columna del Infinito
Este conjunto escultórico simboliza la vida del ser humano.
La Mesa del Silencio y la Puerta del Beso se encruentran en el parque principal de la ciudad; entre las mismas se encuentran sillas también hechas por Brancusi y siguiendo la imaginaria línea determinada por estas dos, se llega a una de las iglesias ortodoxas de la ciudad. Continuando aún más por esta línea, se llega a la Columna del Infinito (considerada su obra cumbre) ubicada también en un parque.
Entre las obras de Brancusi se encuentran: Madre durmiente (1906-10), El beso (1908), La sabiduría (1909), Prometeo (1911), El comienzo del mundo (1924), El pájaro (1924-49), La columna del infinito (1933), El espíritu de Buda (1933) y La gallina (1941).
Bracusi murió en Francia. Se encuentra enterrado en el cementerio de Montparnasse, París.
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AMEDEO MIDIGLIANI


Cuarto de los hijos de un hombre de negocios arruinado y de Eugenia Garsin, pasa su infancia entre la pobreza y la enfermedad. A los 14 años, sufre un ataque de fiebre tifoidea y dos años más tarde una tuberculosis. En 1898, su hermano de 26 años, Emmanuele, es condenado a seis meses de prisión por ser militante del movimiento anarquista.
En 1902, se inscribe en la escuela libre del desnudo, Scuola libera di Nudo en Florencia y al año siguiente en el Instituto de las Artes de Venecia, ciudad en la que se mueve por los bajos fondos.
En 1906, se traslada a París que es por la época el centro de la vanguardia en el Bateau-Lavoir, un falansterio para proletarios de Montmartre. Allí conoce a Max Jacob, Van Dongen, Picasso, Guillaume Apollinaire y otros personajes célebres. Influido en principio por Toulouse-Lautrec, encuentra inspiración en Paul Cézanne, el cubismo y la época azul de Picasso. También es evidente la influencia que ejercen sobre él Gustav Klimt y las estampas del japonés Utamaro. Su rapidez de ejecución le hace famoso. Nunca retocaba sus cuadros, pero los que posaron para él decían que era como si hubiesen desnudado su alma.
En 1909, pasa un breve periodo de tiempo en Livorno, enfermo y estropeado por su modo de vivir. Regresa a París y alquila un estudio en Montparnasse. Se considera a sí mismo más escultor que pintor, y siguió sobre esa vía cuando Paul Guillaume, un marchante joven y ambicioso le presentara a Constantino Brancusi.
Descubre el arte del africano y camboyano en el Musée de l'Homme de París. Sus estatuas se reconocen por los ojos almendrados, las bocas pequeñas, las narices torcidas y los cuellos alargados. Se presentó una serie en el Salón de Otoño de 1912, pero tuvo que dejar esta faceta artística de modo brusco por el polvo.
Retrató a los habituales de Montparnasse, como Soutine, Diego Rivera, Juan Gris, Max Jacob, Blaise Cendrars y Jean Cocteau.
Al iniciarse la Primera Guerra Mundial, intenta alistarse, pero su precaria salud se lo impide.

Ritratto di Donna Rossa.
Conocido como "Modì" por sus amigos, Amedeo emana magnetismo hacia las mujeres. Tiene numerosos romances hasta que entra en su vida Beatrice Hastings con la que mantendrá una relación de unos dos años. Ésta le sirve de modelo en varios retratos, como "Madame Pompadour". Cuando está bajo los efectos del alcohol, es triste y violento, como muestra el dibujo de Maria Vassilieff. Sobrio, es tímido y encantador, le gusta citar a Dante Alighieri y recitar poemas del libro del conde de Lautréamont Los cantos de Maldoror ("Les Chants de Maldoror") libro del que siempre tiene cerca un ejemplar.
En 1916, conoce al poeta y marchante de arte polaco Leopold Zborovski y a su mujer Anna. Modigliani lo retrata en varias ocasiones, cobrándole sólo diez francos por retrato.
El siguiente verano, el escultor ruso Chana Orloffa le presenta a Jeanne Hébuterne, una hermosa estudiante de 18 años que había posado para Fujita. Cuando la familia burguesa de Jeanne se entera de esta relación con el que era considerado un depravado, le corta su asignación económica. Sus tormentosas relaciones se hacen aún más famosas que sus borracheras.
El 3 de diciembre de 1917 se celebra su primera exposición, pero horas después la autoridad la cierra por indecencia. Debido a sus problemas de salud, tiene que trasladarse a Niza con Hébuterne, que da a luz en 1919 a una hija a la que llamará Jeanne.
En mayo de 1919, vuelve a París, a la calle de la Grande Chaumière. Su salud se deteriora con rapidez. Tras un largo período en el que sus vecinos no sabían nada de él, le encuentran delirando en la cama a la vez que sostenía la mano de Jeanne embarazada casi de nueve meses. Lo único que puede hacer el médico es atestiguar que su estado es desesperado. Muere de meningitis tuberculosa el 24 de enero de 1920.
Los más importantes artistas de Monmartre y Montparnasse siguen los funerales. Jeanne Hébuterne, llevada a casa de sus padres, se suicida tirándose desde la ventana de un quinto piso, dos días después de la muerte de Modigliani.
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lunes 9 de julio de 2007

ESCULTURA DEL SIGLO XX



La escultura del siglo XX

Los rasgos definitorios primordiales del arte escultórico durante el siglo XX fueron la pérdida de la condición figurativa y, a través del amplio abanico de opciones abierto por las sucesivas vanguardias, la aproximación al concepto de obra de arte de cualquier objeto tridimensional, convenientemente sometido a la acción o a la interpretación del creador.
Las vanguardias históricas
El espíritu rupturista de las denominadas vanguardias históricas, que revolucionaron el mundo del arte durante las primeras décadas del siglo XX, reavivó el interés por la escultura, que había permanecido en segundo plano en épocas anteriores.
A este respecto cabe destacar como primera línea evolutiva la de los escultores cubistas, futuristas y constructivistas.
Cubismo: a fines de la primera década del siglo Pablo Picasso (1881-1973) y
George Braque
(1882-1963) crearon el cubismo. El propio Picasso aproximó pintura y escultura a través de la técnica del collage y desarrolló después su obra escultórica, fundamentalmente en hierro. Otros artistas que, desde diferentes perspectivas, aplicaron los preceptos cubistas a la escultura fueron
Jacques Lipchitz
(1887-1964), (1891-1973) y
Pablo Gargallo
(1881-1934). En la obra de todos ellos se percibe la articulación de planos y la síntesis de formas propias del cubismo.
Futurismo: la escultura del futurismo italiano aportó dinamismo y percepción de movimiento a los principios cubistas de descomposición de perspectivas. El más destacado escultor futurista fue Umberto Boccioni (1882-1916).
Constructivismo: los escultores del constructivismo ruso adoptaron preceptos semejantes, aunque orientados hacia el maquinismo y el uso de materiales industriales. En esta corriente sobresalieron Anton Pevsner (1886-1962) y Naum Gabo (1890-1977).
Dadaístas y surrealistas
El anti-arte planeado por los dadaístas y la valoración del trasfondo psicológico de los objetos y las formas de los surrealistas dieron lugar a creadores de importancia capital para la evolución escultórica del siglo XX. Entre estas figuras destacan las siguientes:
Marcel Duchamp (1887-1968) revolucionó el mundo de la escultura al presentar como obras de arte, en la década de 1910, una serie de objetos de la vida cotidiana. Sobresale por su espíritu transgresor su célebre Urinario (1917).
Kurt Schwitters (1887-1948) fue, junto a Duchamp, el otro gran exponente de la escultura dadaísta. Alcanzó su mayor dimensión creativa trabajando con materiales toscos y de desecho, a partir de los cuales obtenía piezas de notable belleza.
Alberto Giacometti (1901-1966), aportó una personal interpretación del surrealismo a partir de sus longilíneas imágenes, la mayoría de ellas en hierro.
Jean Arp
(1887-1966) y
Joan Miró
(1893 -1983 ) realizaron una obra escultórica afín, resultado de una refinada interpretación de las formas desde postulados surrealistas.
Cabe citar, por último, al rumano
Constantin Brancusi
(1876-1957), en cuya obra convergen los principios escultóricos clásicos, refundidos en clave de vanguardia, aunque sin vinculación a un movimiento concreto.
La escultura de la segunda mitad del siglo XX
Después del final de la Segunda Guerra Mundial,muchas de las grandes personalidades de la escultura de vanguardia del primer tercio de siglo continuaron su producción sin grandes cambios evolutivos.
Junto a los ya citados Duchamp, Miró o Giacometti, desarrollaron sus singulares estilos una serie de escultores que aportaron visiones e interpretaciones muy personales y que, en buena medida, influirían en los movimientos plásticos de fin de siglo. Cabe destacar entre ellos a los siguientes:
David Smith
(1906-1965) realizó obras de un estilo rígidamente abstracto, precursor del minimal art.
Alexander Calder
(1898-1976), norteamericano, como el anterior, fue el creador de los singulares móviles, conjuntos de piezas de hierro, pintadas y articuladas, que constituyeron el primer antecedente de la escultura cinética.
Jorge Oteiza
(1908) y
Eduardo Chillida
desplegaron una plástica esquemática en sus planteamientos, pero incorporando elementos naturalistas.
Henry Moore, por último, desarrolló sobre premisas muy personales una obra encuadrada dentro del organicismo, en la que adquiría especial importancia la figura humana deformada a través de huecos, líneas curvas y grandes volúmenes.

Alexander Calder, móvil, escultura cinética al aire libre, (París).
Del pop art al minimal art
La década de los sesenta fue un periodo de renovación de los planteamientos estéticos de la escultura. La era del pop art abrió paso a la exaltación visual de lo doméstico, expuesto de la manera más descarnada. En este movimiento destacaron Claes Oldenburg (n. en 1919), y George Segal (n. en 1924) y Duane Hanson (n. en 1925), que centraron su creación en los vaciados en plástico de modelos humanos propios de la era de la publicidad.
Sobre la premisa de prescindir del elemento humano como medio de expresión, la escultura de las últimas décadas del siglo XX experimentó una serie de transformaciones que dieron lugar a escuelas específicas como las que se enumeran a continuación:
La corriente arte povera italiana utilizó materiales de desecho sin ninguna tradición escultórica, como trapos, muebles viejos o residuos de todo tipo.
El minimal art redujo a su expresión más exigua la expresividad de los objetos, con frecuente recurso a juegos de iluminación e instalaciones provisionales.
El land art propuso la intervención del escultor en la naturaleza para emplearla como medio de expresión.
La tendencia a prescindir de la perspectiva humana se rompería con el llamado body art, en el que el propio cuerpo humano hace las veces de soporte de la obra escultórica.

George Segal, Bus riders, 1964, (Hirshhorn Museum, Washington).Amedeo Modigliani, Cabeza de mujer, 1912, (Metropolitan Museum, Nueva York).
Los grandes genios

Amedeo Modigliani, Cabeza de mujer , 1912, (Metropolitan Museum, Nueva York).
La escultura fue un campo creativo de «segundo orden» para algunos de los grandes nombres del arte del siglo XX, como Pablo Picasso, Joan Miró, Henri Matisse o Amedeo Modigliani. Aunque sus figuras trascienden el ámbito de un medio de expresión artística concreto, se ha de tener siempre en cuenta la gran importancia de la obra escultórica de estos artistas, a veces tratada como «género menor».

La «esencia» de Brancusi
Según sostenía Brancusi, «lo que es real no es la forma externa, sino la esencia de las cosas». El escultor buscaba esa esencia en el máximo grado de pulimento de sus características figuras de formas ovoidales, casi siempre en mármol y en ocasiones con transposiciones de las mismas obras al bronce.

La escultura de fin de siglo
La diversidad de corrientes y movimientos generados a lo largo de las últimas décadas del siglo XX hace que la heterogeneidad sea el rasgo predominante en este periodo, con alternancia de estilos tradicionales, ultravanguardistas, abstractos e hiperrealistas.
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EL EXPRESIONISMO

El expresionismo es una constante en la historia del arte. Todas las épocas tienen una tendencia expresionista más o menos acusada. Sin embargo, el expresionismo se eleva como estética definitiva del arte en el siglo XX. La angustia existencial es el principal motor de su estética. El expresionismo pretende conmover al espectador, para lo que utiliza la figura y el trazo violento.
Sus raíces inmediatas se encuentran en las pinturas negras de Goya. A Goya se le puede considerar el primer expresionista contemporáneo. Sin embargo, es Van Gogh el referente inmediato, tanto por su técnica como por su profundidad psicológica. El expresionismo nace, como tal, en Alemania hacia 1912.
Las individualidades Ensor y Munch son los expresionistas más destacados. Son la antítesis del modernismo imperante, y representantes del simbolismo. Son dos individualidades geniales que impulsan, y crean, el movimiento expresionista.
Edvard Munch (1863-1944) refleja melancolía y simbolismo en sus cuadros, entristeciéndolos con colores apagados y sombríos, logrando un ambiente fúnebre. El grito, Baile de la vida, La muchacha moribunda, Vampiro.
James Ensor (1860-1949) presenta cuadros más alegres, pero deformes. Pinta máscaras que reflejan la ironía sobre la condición humana. El asombro de la cámara de Wouse, La máscara y la muerte.
Emil Nolde (1867-1949) fue quien más lejos llevó el expresionismo, gracias a su inspiración subjetiva. Danza en torno al becerro de oro, El entierro, Máscaras.
Georges Rouault (1871-1958) tiene una fuerte inspiración cristiana. Encierra los colores con gruesas líneas negras, a la manera cloisonista. Crucifixión, El divino rostro, El viejo rey.
Amadeo Modigliani (1884-1920) presenta un cierto manierismo. Sus obras son de gran simplicidad, con las formas y las líneas estilizadas y los colores puros. Mujer con collar, Desnudo acostado.
Óskar Kokoschka (1886-1980) es otra individualidad expresionista, más por los gestos y la postura de sus figuras en los cuadros, que por su técnica. Kokoschka tiene una primera etapa modernista ya que viene de la Sezessión. La novia del viento, Puerto de Marsella, Amsterdam, Autorretrato.
Otros expresionistas son Chaim Soutine, Marc Chagall, José Vela Zanetti, y los mejicanos José Gutiérrez Solana, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Las escuelas Die Briucke (El Puente) es la escuela más destacada del expresionismo alemán. Nace de la Escuela Superior Técnica de Dresde, contagiados por el fovismo y el esteticismo, pero buscando los rasgos expresionistas, no los lúdicos. Todos ellos tienen una hipersensibilidad del artista contemporáneo ante la locura del mundo. Son artistas comprometidos con la situación social y política de su tiempo. Utilizan la litografía y el aguafuerte como los mejores medios de expresión. Les impacta mucho la primera guerra mundial, de la que ejercen como cronistas. En Die Briucke trabajan artistas como Ernst Ludwig Kirchner: Mujer del busto desnudo con sombrero, Erich Heckel: Mujer dormida, Emil Nolde: Bailarinas de las velas, Max Pechstein: Tres desnudos en un paisaje, Karl Schmidt-Rottluff: Autorretrato del monóculo, y Otto Miuller: Desnudo bajo los árboles.
Der Blaue Reiter (El Caballero Azul) que nace en 1910. Toma el nombre del cuadro homónimo de Kandinsky. Sin embargo, su importancia reside, más que como grupo, en que sus componentes evolucionan rápidamente hacia otras formas, expresionistas y abstractas. En realidad, la suya es la aventura de la abstracción pura. Pertenece a Der Blaue Reiter Vasily Kandinsky: El caballero azul, La vaca, Paul Klee: Frutas con fondo azul, En el estilo de Bach, Heinrich Campendonck: Escuchando, Alexei Jawlenski: Cabeza de mujer, August Macke: Paisaje con vaca y camello, y Franz Marc: Los caballos azules, Los caballos amarillos.
La escultura El expresionismo escultórico posee una honda fuerza emocional y un profundo sentido social. Destaca Ernest Barlach, es el gran maestro de la escultura expresionista: Fuente mural, Mendiga rusa con escudilla, Hombre en el cepo. También sobresalen Wilhelm Lehmbruck: Niño en el tejado, Mujer arrodillada, y Jacob Epstein: Taladro, Busto de Kramer.
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EL MODERNISMO



Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística y literaria desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX. Según los distintos países, recibió diversas denominaciones: Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style en Inglaterra, Sezession (en Austria), Jugendstil (Alemania), Liberty o Floreale (en Italia), y Modernisme o Estil modernista (en Cataluña). Si bien existe cierta relación que los hace reconocibles como parte de la misma corriente, en cada país su desarrollo se expresó con características distintivas.
En la literatura las características más importantes son el preciosismo, el exotismo, la alusión a los nobles, los mundos desaparecidos (la edad media caballeresca, las cortes de los Luises en Francia, las monarquías chinas y japonesas). Mención de los objetos preciosos. Símbolo: cisne. El modernismo opone lo latino a lo anglosajón. El modernismo es una reacción que va en contra del positivismo, y se interesa por la teosofía. En la narrativa se opone al realismo, optando por la novela histórica o la crónica de experiencias de la alucinación y la locura; la descripción de ambientes de refinada bohemia. Introduce el personaje de la mujer fatal, que lleva a los hombres al placer y la muerte.
De acuerdo con Francisco Rico, la palabra «Modernismo» fue un calco de una tendencia heterodoxa con respecto al catolicismo tradicional, condenada como modernismo por León XIII y Pío X, y que fue debatido en las dos últimas décadas. Posteriormente fue un calco despectivo de lo moderno. Hasta que los modernistas la adaptaron como signo de identidad. (Francisco Rico, El Modernismo como actitud, p. 46).
Es un movimiento de origen europeo, pero de consagración latinoamericana. Es un movimiento que se produjo aproximadamente entre las tres ultimas decadas del siglo XIX y las dos primeras decadas del siglo XX; su característica primordial es la búsqueda de la perfeccion en cuando a la expresión, además, se interesa por lo clásico, respeta la simetría, desampara lo religioso y lo nacionalista para trabajar con el exotismo puro. Es un movimiento que por primera vez sus características estan signadas por lo que demarca la literatura y de echo el mas grande representante de este movimiento es el poeta nicaragüense Rubén Dario. El modernismo abarca todas las artes, pero, en la literatura alcanza sus mejores progresos. Sin embargo es considerado el movimiento artístico mas corto de la historia del hombre y muchos se atreven a decir que el modernismo nacio y murio con Rubén Dario.
Con el modernismo se produce una reaccion justa en contra del romanticismo y oscurantismo de los siglos XVIII y XIX

Un arte nuevo
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, llevando a cabo una ruptura con los estilos dominantes en la época, tales como el historicismo o el eclecticismo. Se trata de crear una estética nueva, en la que predominan la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporan novedades derivadas de la revolución industrial. Y así en arquitectura es frecuente el empleo del hierro y el cristal. Sin embargo, es igualmente una reacción a la pobre estética de la arquitectura en hierro, tan en boga por esos años.
En gran medida sus aspiraciones se basan en las ideas de John Ruskin y William Morris, que podemos resumir en democratizar la belleza en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tengan valor estético y sean asequibles a toda la población (socialización del arte), gracias a las técnicas de producción masiva facilitadas por la revolución industrial. Por ello el modernismo no sólo se da en las artes mayores, sino también en el diseño de mobiliario y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana. A menudo los artistas modernistas son artistas "integrales", pues no sólo diseñan edificios, sino los muebles y otros enseres de uso diario. Así pues muchos arquitectos modernistas son también diseñadores, pues sus creaciones no se limitan al edificio en sí, dado que también elaboran su decoración y los utensilios que ha de contener.

Tirador de puerta. Casa Horta. Bruselas
Consecuentemente se dio en arquitectura, pintura, escultura y en las artes decorativas y menores (muebles, lámparas, joyas, carteles, etc.).
Las características que —en general— permiten reconocer al «Art Nouveau» decorativo propiamente dicho son:
La inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
El uso de la línea curva y la asimetría, tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración. En esta última es muy frecuente el uso de la llamada «línea látigo». Una derivación de este estilo en la década de 1920 es el denominado Art decó por lo que a veces se le suele confundir con el Art Nouveau.
Hay también una tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente la representación estrictamente realista de éstos.
Una fuerte tendencia al uso de imágenes femeninas, las cuales se muestran en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas.
Una actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, con un guiño hacia lo erótico en algunos casos.
La libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas lejanas o antiguas (Japón, Egipto antiguo, la cultura clásica grecorromana).
La aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del objeto a decorar. Esto se puede observar en la aplicación en el mobiliario, en arquitectura, en los afiches o posters promocionales o en objetos de uso cotidiano donde el elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el objeto que decora.

Confusiones comunes con el término
La traducción de "modernismo" como "modernism" en ingles, y viceversa, puede ser confusa debido a que estas palabras, a pesar de su parecido (son falsos amigos), pueden referirse a movimientos culturales diferentes. En español, el término "modernismo" se refiere a un movimiento artístico muy particular, propio de hispanoamérica y España, que a veces es llamado "modernismo rubendariano" (del cual trata este artículo), mientras que en ingles el término es usado más ampliamente para referirse a una serie de movimientos culturales que incluyen todas las manifestaciones de vanguardia . Cuando se va a hacer referencia al modernismo hispano en ingles, se suele escribir la palabra en español ("modernismo") para evitar confusiones (Ver artículo Modernismo, en la Wikipedia Inglesa).
Por otro lado, hay que tener en cuenta si cuando se menciona que algo es "moderno" se está haciendo alusión al modernismo histórico, el de la Edad Moderna, o a un modernismo cultural, como del que trata este artículo.
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EL ROMANTICISMO


El Romanticismo fue un movimiento cultural y político que se originó en Alemania a finales del siglo XVIII como una reacción al racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, dándole importancia al sentimiento. Su rasgo revolucionario es incuestionable. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición, con el orden y con la jerarquía de valores culturales y sociales imperantes. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Alemania a Inglaterra, Francia, Italia, España, Rusia, Polonia, Estados Unidos y las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas. Posteriormente, se fragmentó o transformó en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, subsumidas en la denominación general de Post-romanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano y español. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, el arte y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos.

Características
El Romanticismo fue una reacción contra el espíritu racional e hipercrítico de la Ilustración y el Neoclasicismo, y favorecía, ante todo,
La supremacía del sentimiento frente a la razón.
La fuerte tendencia nacionalista de cada país.
La del liberalismo frente al despotismo ilustrado.
La de la originalidad frente a la tradición grecolatina.
La de la creatividad frente a la imitación neoclásica.
La de la obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.
Es propio de este movimiento:
Un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante.
Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Renacimiento), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición, que los ilustrados y neoclásicos ridiculizaban.
Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo XVIII, de espíritu clásico y universalista, dispersada por toda Europa mediante Napoleón.
El Romanticismo se expandió también y renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. "La belleza es verdad"
Evocación del pasado. Se alejaron de la realidad evadiendo el tiempo. Predominaron en ellos los sentimientos de tristeza, melancolía, amor a la soledad, escenarios lúgubres, descontento.
Deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta "el yo", subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón.
En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas.

Manifestaciones culturales

Saturno devorando a un hijo, una de las pinturas negras de Goya, realizada durante el Trienio Liberal (1820-1823), y que, so capa mitológica, alude a la famosa frase de Vergniaud poco antes de ser guillotinado: La Revolución devora a sus propios hijos
El movimiento literario Sturm und Drang (en alemán: tormenta e ímpetu) fue el precedente importante del Romanticismo Alemán. Sturm und Drang desarrollado durante la última mitad del siglo XVIII. Los autores importantes fueron (el joven) Johann Wolfgang von Goethe, (el joven) Friedrich Schiller y Friedrich Gottlieb Klopstock.
El Romanticismo alemán no fue un movimiento unitario. Por ello se habla en las historias literarias de varias fases del Romanticismo. Una etapa fundamental fueron los años noventa del siglo XVIII (Primer Romanticismo), pero las ultimas manifestaciones alcanzan hasta la mitad del siglo XIX. Los filósofos dominantes del romanticismo alemán fueron Johann Gottlieb Fichte y Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (los fundadores del Idealismo Alemán). Los autores más importantes son Novalis, Ludwig Tieck, Friedrich Schlegel, Clemens Brentano, August Wilhelm Schlegel, Achim von Arnim, E.T.A. Hoffmann, y Friedrich Hölderlin. Posromántico se puede considerar a Heinrich Heine.
El Romanticismo francés tuvo su manifiesto en Alemania (1813), de Madame de Staël, aunque tuvo por precursor en el siglo XVIII a Jean-Jacques Rousseau. En el siglo XIX sobresalieron Charles Nodier, Víctor Hugo, Alphonse de Lamartine, Alfred Victor de Vigny, Alfred de Musset, George Sand, Alexandre Dumas (tanto hijo como padre) , entre otros, son los mayores representantes de esta estética literaria.
El Romanticismo comenzó en Inglaterra casi al mismo tiempo que en Alemania ; en el siglo XVIII ya habían dejado sentir un cierto apego escapista por la Edad Media y sus valores poetas falsarios inventores de heterónimos medievales como James Macpherson o Thomas Chatterton, pero el movimiento surgió a la luz del día con los llamados poetas lakistas (Wordsworth, Coleridge, Southey), y su manifiesto fue el prólogo de Wordsworth a sus Baladas líricas, aunque ya lo habían presagiado en el siglo XVIII Young con sus Pensamientos nocturnos o el originalísimo William Blake. Lord Byron,Percy Bysse Shelley y John Keats son los poetas canónicos del Romanticismo inglés. Después vinieron el narrador Thomas De Quincey, y Elizabeth Barrett Browning y su marido Robert Browning, este último creador de una forma poética fundamental en el mundo moderno, el monólogo dramático. En narrativa destacan las novelas sobre la Edad Media inglesa de Walter Scott o las novelas góticas El monje de Lewis o Melmoth el Errabundo, de Charles Maturin.
El Romanticismo italiano tuvo su manifiesto en la Lettera semiseria de Grisóstomo del Berchet (1816) y destaca, sobre todo, por la figura de los poetas Ugo Foscolo, autor del famoso poema Los sepulcros, y Giacomo Leopardi, cuyo pesimismo se vierte en composiciones como El infinito o A Italia. El romanticismo italiano tuvo también una gran novela histórica, I promesi sposi (Los novios), de Alessandro Manzoni.
El Romanticismo estadounidense, salvo precedentes como William Cullen Bryant, proporcionó a un gran escritor y poeta, Edgar Allan Poe creador de una de las corrientes fundamentales del Posromanticismo, el Simbolismo), y a James Fenimore Cooper (discípulo de las novelas históricas de Scott). Se puede considerar un posromántico el originalísimo pensador anarquista Henry David Thoreau, introductor de ideas anticipadas a su tiempo como la no violencia y el ecologismo, y autor del famoso ensayo Sobre la desobediencia civil.
En Rusia, el Romanticismo supuso toda una revolución, pues autorizó como lengua literaria el hasta entonces poco cultivado idioma ruso. El artífice de esta moda fue el gran poeta Alejandro Pushkin, acompañado de numerosos seguidores e imitadores. En la literatura checa destacan los poetas Karel Hynek Mácha y František Čelakovský y el eslovaco, y también ideólogo del paneslavismo romántico, Ján Kollár.
En Portugal introdujeron el Romanticismo Almeida Garret y Alejandro Herculano; puede considerarse posromántico al gran poeta Antero de Quental.
En Rumania, su máximo exponente fue Mihai Eminescu y entre los húngaros, sobresalió el poeta Sándor Petőfi.
En España la ideología romántica tuvo precedentes en los afrancesados ilustrados españoles, como se aprecia en las Noches lúgubres de José de Cadalso o en los poetas prerrománticos (Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana...), que reflejan una nueva ideología presente ya en figuras disidentes del exilio, como [[José María Blanco White]. Pero el lenguaje romántico propiamente dicho tardó en ser asimilado, debido a la reacción emprendida por Fernando VII tras la Guerra de la Independencia, que impermeabilizó en buena medida la asunción del ideario romántico.
A pesar de ello, ya en la segunda década del siglo XIX, el diplomático Juan Nicolás Böhl de Faber publicó en Cádiz una serie de artículos entre 1818 y 1819 en el Diario Mercantil a favor del teatro de Calderón de la Barca contra la postura neoclásica que lo rechazaba, que suscitó un debate en torno a los nuevos postulados románticos. Más tarde, en el periódico barcelonés El Europeo (1823-1824), Bonaventura Carles Aribau y Ramón López Soler defendieron el Romanticismo moderado y tradicionalista del modelo de Böhl, negando decididamente las posturas neoclásicas. En sus páginas se hace por primera vez una exposición de la ideología romántica a través de un artículo de Luigi Monteggia titulado Romanticismo.
Algunos escritores liberales españoles, emigrados por vicisitudes políticas, entraron en contacto con el Romanticismo europeo, y trajeron ese lenguaje a la muerte del rey Fernando VII en 1833. La poesía del romántico exaltado está representada por la obra de José de Espronceda y la prosa, por la figura decisiva de Mariano José de Larra. Un romanticismo moderado encarnan José Zorrilla, poeta y dramaturgo, autor del Don Juan Tenorio; y el Duque de Rivas, que, sin embargo, escribió la obra teatral que mejor representa los temas y formas del romanticismo exaltado: Don Álvaro o la fuerza del sino.
Un Romanticismo tardío, más íntimo y poco inclinado por temas político-sociales, es el que aparece en la segunda mitad del siglo XIX, con la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, la gallega Rosalía de Castro y Jaime Ferrán, que experimentaron el influjo directo con la lírica germánica de Heinrich Heine y del folclore popular español, recopilado en cantares, soleás y otros moldes líricos, que se publicó en esta época.
Sin embargo, hay quienes sostienen que el Romanticismo poético en español tuvo manifestaciones pobres, y que obras más acordes con está sensibilidad se encuentran en las crónicas histórico-ficticias (Tradiciones) del peruano Ricardo Palma. Otros nombres a destacar son el cubano José María de Heredia.
Los lugares donde se reunían los románticos eran muy diversos. Fuera de las redacciones de las revistas románticas, existían determinadas tertulias, como por ejemplo El Parnasillo en Madrid, o, en París, El Arsenal, del cual, si hemos de creer a Alphonse de Lamartine, «era la gloria Víctor Hugo y el encanto Charles Nodier» (Las Noches, de Alfred de Musset, precedida del estudio de dicho poeta por A. Lamartine. Madrid: Biblioteca Universal, 1898). En este cenáculo reuniánse entre otros Alfred de Musset, Alfred de Vigny, Boulanger, Deschamps, Emile y Antoine Sainte-Beuve, etc. También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas (La Revolución y la Novela en Rusia, por Emilia Pardo Bazán), (Madrid, s. a.),
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ESCULTURA NEOCLASICA
El término neoclasicismo surgió en el siglo XIX para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido a todos los ámbitos de la cultura.

Orígenes
Con el deseo de recuperar las huellas del pasado se pusieron en marcha expediciones para conocer las obras antiguas en sus lugares de origen. La que en 1749 emprendió desde Francia el arquitecto Jacques-Germain Soufflot, dio lugar a la publicación en 1754 de las Observations rhtrt, una referencia imprescindible para la formación de los artistas neoclásicos franceses. En Inglaterra la Society of Dilettanti (Sociedad de Amateurs) subvencionó campañas arqueológicas para conocer las ruinas griegas y romanas. De estas expediciones nacieron libros como las Antigüedades de Herculano (1757-1792) financiada por el Rey de Nápoles (luego Carlos III de España), que sirvieron de fuente de inspiración para los artistas.
También hay que valorar el papel que desempeñó Roma como lugar de cita para viajeros y artistas de toda Europa e incluso de América. En la ciudad se visitaban las ruinas, se intercambiaban ideas y cada uno iba adquiriendo un bagaje cultural que llevaría de vuelta a su tierra de origen.
La villa romana de Alessandro Cardinal Albani se convirtió en un centro cultural donde se reunieron viajeros, críticos, artistas y eruditos con el deseo de recuperación del pasado. Entre ellos estaba el prusiano Joachim Winckelmann (1717-1768), un entusiasta admirador de la cultura griega y un detractor del rococó francés; su obra Historia del Arte en la Antigüedad (1764) es una sistematización de los conocimientos artísticos desde la antigüedad a los romanos.

Diseño de Giovanni Battista Piranesi.
Para Winckelmann la obra de arte es producto de un determinado contexto histórico que debemos imitar. En su libro llama la atención sobre todo la idea de que las obras de arte son susceptibles de producir sentimientos en el espectador; a la vez que define un concepto racional y científico del ideal estético, introduce el sentimiento como motor para captar la belleza. Considera que el ideal de belleza es el arte griego por su noble sencillez y su contención en la forma de plasmar las pasiones humanas; este concepto tuvo una notable influencia en la manera de representar de los artistas neoclásicos.
En Roma también trabajaba Giovanni Battista Piranesi (1720-1778); en sus grabados, como Antichitá romana (1756) o Las cárceles inventadas (1745-1760), transmite una visión diferente de las ruinas con imágenes en las que las proporciones desusadas y los contrastes de luces y sombras buscan impresionar al espectador.
El trabajo está cargado de simbolismo: la figura en el centro representa la verdad rodeada por una luz brillante (el símbolo central de la iluminación). Dos otras figuras a la derecha, la razón y la filosofía, están rasgando el velo que cubre verdad. La Ilustración representaba el deseo de los filósofos de la época de racionalizar todos los aspectos de la vida y del saber humanos. Vino a sustituir el papel de la religión (como organizadora de la existencia del hombre) por una ética laica que ordenará desde entonces las relaciones humanas y llevará a un concepto deísta de la verdad.
Un ejemplo de este intento es la publicación de La Enciclopedia (1751-1765), de D'Alembert y Diderot, obra clave de este movimiento.
Ilustración y enciclopedismo quitan al dios cristiano Yahveh del centro del universo y ponen en él al hombre, potenciando el progreso industrial y científico y todo aquello que pudiera contribuir a la mejora de sus condiciones de vida.
En el campo de las artes la Ilustración lleva a un proceso de moralización, rechazando el estilo rococó como frívolo y decadente. La aparición de una pujante clase burguesa, con unos ideales enfrentados a los de la aristocracia, principal consumidora del arte rococó, activa el proceso de regeneración de la sociedad a través de las artes.
Quizá el rasgo más característico de la influencia de la Ilustración en las artes, sea el deseo de que sirvan de instrumento educativo; ya no deben contribuir a exaltar el poder de la iglesia o de la monarquía, sino ser reflejo de las virtudes cívicas. El carácter moralizante adjudicado a las artes hizo que cambiara el papel del artista que de artesano pasó a ser interprete de los valores cívicos. Así los talleres artesanales fueron sustituidos por las Academias que racionalizaron el aprendizaje del artista y difundieron el nuevo estilo. En la segunda mitad del siglo XVIII se establecieron academias en toda Europa que daban una formación clásica a sus alumnos y les concedían becas para estudiar en Roma las ruinas del pasado.
El sentido didáctico de las artes propició el nacimiento de exposiciones y museos que mostraban al público en general, y no sólo a un grupo de eruditos, las diferentes etapas de la historia del arte. En París se abrieron en 1750 algunas salas del Palacio del Luxemburgo para que se pudieran admirar las pinturas, pero fue el Museo Británico de Londres (1753) el primer museo que se creó ex profeso para tal fin dando paso a instituciones similares en toda Europa.

Arquitectura

La arquitectura puede ser interpretada como una rama de las artes social y moral; La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden contribuir a mejorar la vida humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., pensadas con carácter monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico de validez universal.
Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia (1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna en sus obras Essai sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad de crear un edificio ideal en el cual todas sus partes tuvieran una función esencial y práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos constructivos y no sólo decorativos, todo ello para hacer una arquitectura verdadera: la construida con lógica.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de los edificios de Grecia y Roma e incluso de Egipto y Asia Menor se convierten en referentes que todos emplean aunque desde puntos de vista distintos.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproduce frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil de los Propileos de Atenas le sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans (1732-1808) para configurar su Puerta de Brandenburgo, en Berlín (1789-93), un tipo muy repetido como atestigua la entrada al Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés William Wilkins (1778-1839) o el más posterior Propylea de Leo von Klenze (1784-1864) en Múnich.
También el inglés James Stuart (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha llamado el Ateniense, en su monumento a Lisícrates en Staffordshire, reprodujo el monumento corágico a Lisícrates de Atenas. Los hermanos Adam extendieron por toda Inglaterra un modelo decorativo para interiores con temas sacados de la arqueología; una de sus obras más representativas es Osterley Park, con una notable estancia etrusca y un clásico hall de entrada (1775-80).
Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo XVIII y en los comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Roma se repite en un gran número de templos, como el de la Gran Madre de Dio en Turín y San Francesco di Paola en Nápoles, ambos terminados en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el volumen cilíndrico del Panteón.
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios, plantearon edificios basados en las formas geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico y, aunque respetaron las normas de simetría y la monumentalidad, sus edificios son a veces el resultado de la combinación caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura; entre la gran cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionar el Cenotafio para Isaac Newton concebido por Boullée como una esfera, representación del modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el sarcófago del científico. Ledoux ha dejado edificios construidos, entre ellos una parte de la utópica ciudad industrial de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta circular en el Franco Condado o el conjunto de la Villette en París.
Entre uno y otro grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura pintoresca, a partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o medievales. Este juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el espectador. Sir Horace Walpole (1717-1797) construyó en Londres (Inglaterra), Strawberry Hill (1753-1756) una fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir una novela gótica, una expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres) (1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las arquitecturas orientales.

Escultura

Hércules, obra de Antonio Canova.
También en la escultura neoclásica pesó el recuerdo del pasado, muy presente si consideramos el gran número de piezas que las excavaciones iban sacando a la luz, además de las colecciones que se habían ido formando a lo largo de los siglos.
Las esculturas neoclásicas se realizaban en la mayoría de los casos en mármol blanco, sin policromar, porque así se pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en ellas la noble sencillez y la serena belleza que Winckelmann había encontrado en la estatuaria griega. En este mismo sentido habían ido las teorías de Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) que en su libro Laocoonte, o de los límites de la pintura y de la poesía (1766) había tratado de fijar una ley estética de carácter universal que pudiera guiar a los artistas; sus concepciones sobre la moderación en las expresiones y en el plasmado de los sentimientos son reglas que adoptará el modelo neoclásico.
Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en la que prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como arcos de triunfo o columnas conmemorativas.
El retrato también ocupó un importante lugar en la escultura neoclásica; Antonio Canova (1757-1822) representó a Napoleón como Marte (1810, Milán) y a su hermana Paulina como Venus Victrix (1807, Roma) tomando así los modelos de los dioses clásicos. No obstante otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo realista que captara el sentimiento del retratado, como Jean-Antoine Houdon (1741-1828) con su Voltaire anciano (Museo del Hermitage) o el bello busto de la Emperatriz Josefina (1806, Castillo de Malmaison) de Joseph Chinard (1756-1813).
Antonio Canova (1757-1822) y Bertel Thorvaldsen (1770-1844) resumen las distintas tendencias de la escultura neoclásica. Mientras Canova llega al clasicismo desde una formación barroca y configura un estilo de gran sencillez racional, el danés Thorvaldsen siguió más directamente las teorías de Winckelmann hasta conseguir un estilo voluntariamente distante y frío que debe mucho a la estatuaria griega. Su Jasón o Marte y el Amor reflejan esa fidelidad al modelo griego.

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LA ESCULTURA ROCOCO
Fue una reacción de la nobleza contra el barroco-clásico impuesto por la corte de Luis XIV. Es un estilo aristocrático que revela un gusto por lo elegante y refinado.
El término rococó viene de la palabras francesas rocaille (piedritas) y coquille (concha), elementos en los cuales se inspiran los primeros diseños. Esto, porque la forma irregular de los elementos naturales, como las conchas, las piedras marinas y las formas vegetales, llama la atención de los creadores.
El rococó es más bien un arte civil que un arte religioso: los temas son preferentemente mundanos y palaciegos. La escultura rococó es una curiosa mezcla de realismo y de idealización.
Era principalmente un estilo de decoración de interiores, en el que resaltan las formas curvas, onduladas y recargadas, con una gran asimetría (diferencias) de contornos y cromática (de colores), recargado en las formas y muy rico en detalles (especialmente en la arquitectura). Esta decoración incluye estucos y rejas forjadas.
También se lo define como un barroco extremadamente sensual y erótico, elegante y alegre.
El rococó pretende plasmar la realidad de cada personaje, por lo que se hicieron bastante bustos. Escultores como Juan Antonio Houdon (1741-1828), Juan Bautista Pigalle (1714-1785), Jean-Baptiste II Lemoyne, Franz Xaver Messerschmidt y Louis-François Roubiliac (1702-1762) realizaron retratos de toda la aristocracia cortesana europea.
Los escultores de esta época pudieron conseguir una expresión psicológica, sobre todo con un gran detalle de labios y ojos. Por medio de las sombras, lograron reproducir con extraordinaria belleza, los párpados y los globos oculares, que le daban una gran expresión y realismo a cada una de sus obras. Para su trabajo prefirieron materiales blandos, como el yeso y el barro.
Los escultores más importantes del Rococó son Étienne-Maurice Falconet, Augustin Pajou y los hermanos Coustou (Guillermo y Nicolás).

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ESCULTURA BARROCA
La escultura barroca se desarrolla a través de las creaciones arquitectónicas, sobre todo en estatuas, y también en la ornamentación de ciudades en plazas, jardines o fuentes. En España también se manifestó en imágenes religiosas talladas en madera, en la llamada imaginería que esperaban despertar la fe del pueblo.

Características
Estatua en un jardín barroco
La tendencia a la representación realizado, basada en la reproducción humana real con una objetividad perfecta en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares.
Una gran relevancia es la seriedad del personaje y la frialdad, y un gran abstractismo en los personajes, con un pronunciado gusto por lo recto, la seriedad y la rectitud de los cuerpos, acentuando al mismo tiempo lo sobrio y el espeticismo.
El gusto por el desnudismo y la realización de esquemas compositivos libres del geometrismo, lo que choca con la proporción equilibrada del renacimiento. La escultura barroca se proyecta dinámicamente hacia afuera. Esta inestabilidad que provoca la seriedad se manifiesta en la inquietud en los personajes, en las escenas y en la amplitud y ampulosidad del ropaje.
Representación del desnudismo en su estado puro, como una acción congelada, conseguido con el influjo de la composición asimétrica, donde predominan las diagonales, los cuerpos sesgados y oblicuos, la técnica del escorzo y los contornos difusos e intermitentes, que dirigen la obra hacia el espectador con gran expresionismo.
Se da gran importancia a lo desnudo, creando grupos compositivos que permitan la contraposición de las mujeres al incidir sobre la superficie de las esculturas.
Se utilizan preferentemente la madera, el metal y el oro. Se busca asimismo el grafito.
En Italia, la cuna del arte barroco, destaca el escultor Gian Gua Lerniti, que domina con perfección la técnica que aprendió de su padre Prietro Polizit, escultor manierista, y el estudio de los modelos clásicos y renacentistas. Bernini eclipsó al resto de artistas y fue considerado el Miguel Ángel del siglo XVII. Acostumbraba a representar las figuras de sus obras en el momento de máxima tensión y a usar la forma nudista.

Barroco en España
En España las grandes figuras son el gallego Gregorio Fernández (1576-1636) que trabaja en Valladolid y por tanto perteneciente a la escuela castellana, y Martínez Montañés (1568-1649), Alonso Cano (1601-1667), Pedro de Mena (1628-1688), Pedro Roldán, su hija Luisa Roldán (la Roldana) y José Risueño, de la Escuela andaluza.
Además: Juan de Mesa, Bernardo Mora y su hijo José Mora.
La temática tratada es casi exclusivamente religiosa y sólo en el ámbito de la corte se da escultura monumental. Los temas mitológicos y profanos están ausentes. Se realizan retablos, donde aparecen figuras exentas y en bajorrelieve.
En la escultura del barroco español destaca con mucho la imaginería, siendo el material más utilizado la madera, siguiendo tradición Hispana. En estas obras se pierde la técnica del estofado, y se posteriormente se usará la policromía. Las figuras son aisladas: para iglesias, conventos y para las procesiones de Semana Santa.
Se extiende el sentido realista: las imágenes aparecen con ricas vestiduras, cabellos reales, ojos y lágrimas de cristal. La finalidad de estas esculturas es sugerir una profunda emoción religiosa en el espectador.
En el siglo XVII, podemos distinguir dos escuelas principales, la Escuela andaluza y la Escuela castellana.
En la Escuela castellana, centrada en Valladolid y Madrid, se presenta un realismo exagerado, el dolor y la crueldad con abundancia de sangre, un profundo dinamismo, la caricaturización de los personajes malvados, un fuerte modelado y unos rostros de gran expresión.
En cambio, en la Escuela andaluza, extendida por Sevilla, Granada y Málaga, se huye de la exageración del realismo, que se idealiza, predomina la serenidad y las imágenes bellas y equilibradas con un modelado suave.

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RENACENTISTA ITALIANA EN EL CINQUECENTO

Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas. El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. Además este término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de estancamiento causado por la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. El renacimiento planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, cambiando el teocentrismo medieval, por el antropocentrismo renacentista.
Características del Renacimiento

Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, ejemplo de la combinación de ciencia y arte.
El Renacimiento considera al hombre medida de todas las cosas. Como arte esencialmente cultural presupone en el artista una formación científica, que le hace liberarse de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.
La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas, como el orden clásico, la utilización de motivos formales y plásticos antiguos, la incorporación de antiguas creencias, los temas de mitología, de historia, así como la adopción de antiguos elementos simbólicos. Con ello el objetivo no va a ser una copia servil, sino la penetración y el conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico.
Surgimiento de una nueva relación con la Naturaleza, que va unida a una concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir en la principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en fundamentar racionalmente su ideal de belleza. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza, como en la Antigüedad, no se orienta hacia el conocimiento de fenómeno casual, sino hacia la penetración de la idea.


Historiografía

El artista y escritor italiano Giorgio Vasari fue uno de los primeros autores en utilizar esta expresión en su obra Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos, publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este concepto no recibió una amplia interpretación histórico-artística.
Sin embargo, Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica, con pleno desprecio, como un estilo de bárbaros, más tarde éste recibirá el calificativo de gótico. Con la misma consciencia el movimiento renacentista se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido supranacional.


Desarrollo
El artista y escritor italiano Giorgio Vasari fue uno de los primeros autores en utilizar este término en su obra Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos, publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este concepto no recibió una amplia interpretación histórico-artística.
Sin embargo, Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista
Históricamente, el Renacimiento fue contemporáneo de la Era de los Descubrimientos y las conquistas ultramarinas. Ésta "Era" marca el comienzo de la expansión mundial de la cultura europea, con los viajes portugueses y el descubrimiento de América, lo cual rompe la concepción medieval del mundo, fundamentalmente geocéntrica.
El Renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En este período, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música. El desmembramiento de la cristiandad y el desarrollo de los nacionalismos, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura fueron de la mano, potenciándose mutuamente, con la revolución operada en el mundo de las ideas. El determinante, sin embargo, de este cambio social y cultural fue el desarrollo económico europeo, con los primeros atisbos del capitalismo mercantil. En este clima cultural de renovación, que paradójicamente buscaba sus modelos en la Antigüedad Clásica, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia de empuje extraordinario.
El artista tomó conciencia de individuo con valor y personalidad propios, se vio atraído por el saber y comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica a la vez que investigaba las técnicas del claroscuro, las formas de representar la perspectiva, y el mundo natural, especialmente la anatomía humana y las técnicas de construcción arquitectónica. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, personalidad eminentemente renacentista, quien dominó distintas ramas del saber, pero del mismo modo Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística. Todo esto formó parte de el renacimiento en las artes en Italia.
Mientras surgía en Florencia el arte del Cuatrocento o primer Renacimiento italiano, así llamado por desarrollarse durante los años de 1400 (siglo XV), gracias a la búsqueda de los cánones de belleza de la Antigüedad y de las bases científicas del arte, se produjo un fenómeno parecido y simultáneo en Flandes (especialmente en pintura), basado principalmente en la observación de la vida y la naturaleza y muy ligado a la figura de Tomás de Kempis y la "devotio moderna", la búsqueda de la humanidad de Cristo. Este Bajo Renacimiento, conjugado con el italiano, tuvo gran repercusión en la Europa Oriental, (la fortaleza moscovita del Kremlin, por ejemplo, fue obra de artistas italianos).
La segunda fase del Renacimiento, o Cinquecento (siglo XVI), se caracterizó por la hegemonía artística de Roma, cuyos Papas (Julio II, León X, Clemente VII y Pablo III) (algunos de ellos pertenecientes a la familia florentina de los Médici) apoyaron fervorosamente el desarrollo de las artes, así como la investigación de la Antigüedad Clásica. Sin embargo, con las guerras de Italia muchos de estos artistas, o sus seguidores, emigraron y profundizaron la propagación de los principios renacentistas por toda Europa Occidental.
Durante la segunda mitad del siglo XVI empezó la decadencia del Renacimiento, que cayó en un rígido formalismo, y tras el Manierismo dejó paso al Barroco.

Etapas


Escalera monumental del Château de Blois (Francia)
Diferentes etapas históricas marcan el desarrollo del Renacimiento:
La primera tiene como espacio cronológico todo el siglo XV, es el denominado Quattrocento, y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.
La segunda, afecta al siglo XVI, se denomina Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anticlásica que conforma el Manierismo.
Mientras que en Italia se estaba desarrollando el Renacimiento, en el resto de Europa se mantiene el Gótico en sus formas tardías, situación que se va a mantener, exceptuando casos concretos, hasta comienzos del siglo XVI.
En Italia el enfrentamiento y convivencia con la antigüedad clásica, considerada como un legado nacional, proporcionó una amplia base para una evolución estilística homogénea y de validez general. Por ello, allí, es posible su surgimiento y precede a todas las demás naciones.
Fuera de Italia la Antigüedad Clásica supondrá un caudal académico asimilable, y el desarrollo del Renacimiento dependerá constantemente de los impulsos marcados por Italia. Artistas importados desde Italia o formados allí, hacen el papel de verdaderos transmisores.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo estilo se remontan al siglo XIV cuando, con el Humanismo, progresa un ideal individualista de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo, forzosamente, la atención sobre los restos monumentales clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que destacan Venecia, Florencia, Milán, el Estado Pontificio y Nápoles.
La presión que se ejerce desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la conciencia cultural de los italianos.
Desde estos supuestos fueron las ciudades las que se convierten en centros de renovación artística.
En Florencia el desarrollo de una rica burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia

Arquitectura
Cúpula de Brunelleschi

Plaza de San Pedro, obra de Gian Lorenzo Bernini
Artículo principal: Arquitectura del Renacimiento
Había dos tipos de edificios: religiosos (iglesias) y civiles (urbanos y laicos). Entre los principales elementos constructivos se encuentran:
Sustentantes: Arco de medio punto y columnas.
Sustentados: Cúpula, bóveda de cañón y cubiertas planas con casetones.
Elementos decorativos: Pilastras, frontones, pórticos, decoración heráldica, almohadillado, voluta, grutescos, guirnaldas y medallones.
Desde un principio la arquitectura renacentista tuvo un carácter profano, y, lógicamente, surgió en una ciudad en donde el Gótico apenas había penetrado, Florencia; en la Europa de las grandes catedrales, se implantó con dificultades.
Se caracterizó por el empleo de proporciones modulares, superposición de órdenes, empleo de cúpulas e introducción del orden colosal. En el Quattrocento fue frecuente recurrir a columnas y pilastras adosadas, a los capiteles clásicos (con preferencia el corintio, aunque sustituyendo los caulículos por figuras fantásticas o de animales), los fustes lisos y el arco de medio punto, a la bóveda de cañón y de arista, así como a cubiertas de madera con casetones. Lo que fundamentalmente distingue a la arquitectura del Quattrocento de la del Alto Renacimiento (o Cinquecento) es la decoración menuda (putti, guirnaldas de flores o frutos, grutescos, etc.), el alargamiento de la cúpula (catedral de Florencia, de Filippo Brunelleschi) y las fachadas de piedra tosca (Palacio Medici−Ricardi, de Michelozzo di Bartolommeo) o con los sillares en realce (Palacio Rucellai, de Bernardo Rosellino, proyecto de Alberti).
La arquitectura del Cinquecento tuvo como centro Roma: En 1506 Donato d'Angelo Bramante terminaba su célebre proyecto para la basílica de San Pedro en el Vaticano. Los palacios se adornaron de valiosos bajorrelieves (Palacio Grimani de Venecia, 1549, obra de Michele Sanmicheli) o de esculturas exfentas (biblioteca de San Marcos, 1537−50, Venecia, obra de Jacopo Sansovino).

Música
Artículo principal: Música del Renacimiento
Al no conocer la música griega o romana con tanta precisión como la arquitectura y la escultura, la música renacentista no se produce como una restauración de lo antiguo. La música de esta época fue una culminación de lo anterior (Ars nova) buscando naturalidad, proporción y armonía entre texto y melodía.
Características principales:
- Unión entre música religiosa y profana.
- Más equilibrio entre las voces.
- Mayor sentido imitativo en el contrapunto.
- Progresiva sustitución de voces por instrumentos (favorece a la música instrumental que también acompaña la danza).
- Se amplía el campo de acción de la interpretación musical (templos, universidades pero también salones, cortes, etc).
- El músico adquiere mayor importancia social.
Música vocal religiosa:
1. Motete: Es una composición de 2, 3 o más voces sobre textos latinos y de extensión breve. El motete se cantaba en adviento, cuaresma y en semana santa. Su época de mayor importancia fue durante los siglos XII y XIII. En el motete destacan las figuras de Giovanni Pierluigi da Palestrina y de Orlando di Lasso.
2. Misa: Se desarrolla sobre los textos litúrgicos de esta celebración: kyrie; gloria; credo; sanctus y Agnus Dei. La misa estaba inspirada en temas del canto llano y profano menos en el caso de la "Missae sine nomine" (misa sin nombre) que no estaba inspirada en ningún tema preexistente.

Renacimiento español

Artículo principal: Renacimiento español
Literatura española del Renacimiento: En España el cambio ideológico no es países; no se rompe abruptamente con la tradición medieval, no desaparece la literatura religiosa, y será en el Renacimiento cuando surjan autores ascéticos y místicos; por ello se habla de un Renacimiento español más original y variado que en el resto de Europa. Nuestra literatura acepta las innovaciones italianas (Dante y Petrarca), pero no olvida la poesía del Cancionero así como toda la tradición. Es ecléctica (una mezcla entre lo conservador y lo "moderno") entonces por su tradicionalismo y su universalidad: cultiva todos los temas y géneros produciendo en todos obras maestras.
Como síntesis del Renacimiento y preludio del Barroco, la literatura contará con la figura capital de Miguel de Cervantes (XVI-XVII).

Renacimiento alemán

Castillo de Heidelberg

La liebre, obra de Durero
Artículo principal: Renacimiento alemán
El renacimiento artístico no fue en Alemania una tentativa de resurrección del arte clásico, sino una renovación intensa del espíritu germánico, motivado por la Reforma protestante.
Durero fue una figura dominante del Renacimiento alemán. Su obra universal, que ya en vida fue reconocida y admirada en toda Europa, impuso la impronta del artista moderno, uniendo la reflexión teórica con la transición decisiva entre la práctica medieval y el idealismo renacentista.
Alberto Durero (en alemán: Albrecht Dürer) (1471 - 1528) es el artista más famoso del renacimiento alemán conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte, que ejercieron una profunda influencia en los artistas del siglo XVI de su propio país y de los Países Bajos. Durero comprendió la imperiosidad de adquirir un conocimiento racional de la producción artística.
Tras la Reforma el mecenazgo de la nobleza alemana se centró en primer lugar en la arquitectura, por la capacidad de ésta para mostrar el poder y prestigio de los gobernantes.
Así a mediados del siglo XVI se amplia el castillo de Heidelberg, siguiendo las directrices clásicas e incorporó. Sin embargo, la mayoría de los príncipes alemanes prefirieron conservar las obras góticas, limitándose a decorarlas con ornamentación renacentista.
Los emperadores Habsburgo y la familia Fugger fueron los más importantes mecenas, destacándose la protección de Johannes Kepler y Tycho Brahe.

Renacimiento en los Países Bajos
Al mismo tiempo que se desarrollaba en Italia el Cinquecento Italiano, la llamada Escuela Flamenca alcanzó un desarrollo notable. Esta escuela se hizo célebre por su notable naturalismo, rasgo que comparte con los maestros italianos. Algunos grandes nombres de la época fueron los paisajistas Joachim Patinir y Quintín Metsys ; el retratista Antonio Moro , el Bosco y Bruegel el viejo.Más tarde se enfoco la literatura con los mejores autores de la época.El renacimiento artístico no fue en Alemania una tentativa de resurrección del arte clásico, sino una renovación intensa del espíritu germánico, motivado por la Reforma protestante.
Durero fue una figura dominante del Renacimiento en los Países Bajos. Su obra universal, que ya en vida fue reconocida y admirada en toda Europa, impuso la impronta del artista moderno, uniendo la reflexión teórica con la transición decisiva entre la práctica medieval y el idealismo renacentista.
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miércoles 4 de julio de 2007

LA ESCULTURA RENACENTISTA EN ITALIA EN EL QUATTROCENTO



DAVID. MIGUEL ÁNGEL.
Introducción:
El David es una escultura en mármol realizada entre 1501 y 1504. Dimensiones: 5,35 m., incluida la base, y 4,36 m., sin ella. Se conserva actualmente en la Galería de la Academia, aunque anteriormente estuvo expuesta delante del Palacio de la Señoría, donde se colocó una copia.
Florencia, la ciudad de la flor, era la capital europea del Renacimiento en el Quattrocento. Antes de la llegada de Miguel Ángel en 1501, procedente de Roma, había padecido tiempos turbulentos: la fracasada conjura de los Pazzi contra los Médici, en 1478; Revueltas en 1493, la marcha de la ciudad de Piero de Médici, la Teocracia instaurada por el fraile Savonarola que acabó en 1498 con su muerte en la hoguera y la restauración de la República; la invasión de César Borgia, en 1499. En 1502 se elige "gonfaloniere" perpetuo a Piero Soderini para que las revueltas terminen; éste restablece las finanzas de la ciudad y encarga grandes obras de arte: La Batalla de Anghiari a Leonardo y La Batalla de Cascina, a Miguel Ángel aunque éste sólo realizó el cartón. En 1504, tras dos años y medio de trabajo del maestro, por consejo de una comisión de la que formaban parte Botticelli y Leonardo, será colocada delante del Palacio de la Señoría en el lugar ocupado por " Judit y Holofernes" en bronce de Donatello que, según creencia popular, daba mala suerte, por lo que fue retirada en 1495, tras la expulsión de los Médici.
Análisis formal:
Miguel Ángel, a sus 26 años, era un artista consagrado y la Señoría le encarga una escultura "política" para conmemorar la nueva Constitución, más democrática que la anterior. El escultor elige como tema de ésta al bíblico David, el adolescente vencedor del gigante Goliat (símbolo de la pequeña ciudad de Florencia, dominadora del mundo en el campo de las finanzas y puesta bajo la protección de Hércules desde el siglo XIII). El Consejo de Obras de la Catedral le proporciona un gran bloque de mármol que Duccio o sus ayudantes habían desbastado tan mal, que quedó inservible para esculpir una gran figura destinada a uno de los contrafuertes del ábside del "Duomo". Se le presenta, pues, a Miguel Ángel un condicionante previo y un reto: el bloque era excesivamente estrecho visto lateralmente, por tanto, no pueden hacerse contorsiones. El autor "ve", concibe la figura del adolescente, surgiendo de él. Prepara la obra, dibuja…Utiliza la técnica sustractiva para quitar la materia sobrante, el mármol, más expresivo aún con el dominio técnico que ya había mostrado en la "Piedad del Vaticano", frente a otras obras hechas en otra materia noble, el bronce, por escultores anteriores, el "David" desnudo de Donatello (1450) y el "David" vestido de Verrocchio (1473-75). Pero ya no tiene que volver los ojos a la Antigüedad para resucitarla. Creará un nuevo "concetto", diferente. Para lograrlo utilizará, sobre todo, el cincel dentado y el trépano, pero con un acabado pulido, brillante, perfecto, que pronto abandonará.
David, en este caso, no está representado como el héroe vencedor de Goliat con la cabeza del gigante a sus pies y la espada en la mano, no en el momento del triunfo, sino justo en el momento anterior a la lucha: se halla concentrado, vigilante, mirando al enemigo que viene por su izquierda, aún lejano, calculando el momento y lugar donde colocará la piedra que porta en la mano derecha y que lanzará con la honda que le atraviesa la espalda a la frente del adversario, derribándolo. Presenta a un hondero zurdo que alcanzará la victoria, con la cabeza proporcionalmente grande, los brazos largos, manos grandes contrapuestas (cerrada/abierta) y piernas separadas. Es una figura en reposo, pero también en tensión; le caracteriza la quietud pero tiene marcados los tendones, los músculos, los huesos, las venas… La cabeza, girada hacia la izquierda, rompe la visión frontal. En ella se concentra el gesto y consigue la expresión de la terribilitá. Muestra la seguridad de la fe en su misión y su gran energía espiritual, su resolución para ejecutarla con el entrecejo fruncido, tallados profundamente los ojos con el trépano, remarcando el iris y la pupila, y con el añadido del cabello rizado, ensortijado, para aumentar el claroscuro y con él la expresión y el dramatismo.
La anatomía perfecta de un grandullón, entre adolescente y adulto, como corresponde a la culminación del Clasicismo, a la culminación del Renacimiento: la concepción del artista de la Antigüedad clásica. Utiliza el contrapposto (contraposición de brazos y piernas del lado derecho e izquierdo) pero no sigue un canon predeterminado ni hay movimiento real, puesto que el pie izquierdo se desplaza hacia un lado, no hacia adelante. La figura se compone formando una línea quebrada que se seguirá en el Manierismo y con un punto de vista frontal, como un relieve. Desprende armonía, equilibrio, y los gestos son naturales.
El desnudo es heroico, le confiere el tratamiento de los héroes y dioses de la Antigüedad, de tal forma que, aunque la lucha no se ha celebrado, queda claro que vencerá. Es patente la influencia de la escultura helenística ("Torso del Bellvedere" descubierto antes el "Laocoonte" (1506) en tiempo del artista y que tan gran repercusión tendrán en sus obras). La composición es cerrada: la fuerza se concentra sobre la estatua. El hombre vuelve a ser, como en la Antigüedad Clásica, la medida de todas las cosas. Antropocentrismo y Humanismo frente al teocentrismo medieval. Representa al mismo tiempo el lado izquierdo medieval y pasivo y el derecho activo, agresivo incluso, del hombre del Renacimiento; el héroe guerrero y el estadista y buen gobernante. La belleza y la inteligencia: es la obra de Dios y responde a los principios neoplatónicos. Es, pues, una estatua colosal por el tamaño, pero a medida humana por el tema, es el héroe bíblico y un Apolo griego, pero también un pastor, inocente y valiente, ejemplo para los ciudadanos.
Iconografía, función y significado:
La estatua de "Judit y Holofernes", a la que reemplazó, simbolizaba el triunfo de la fortaleza sobre la tiranía, frente al enemigo exterior, pero el hecho de que representara la muerte de un hombre a manos de una mujer no acababa de convencer a los ciudadanos, que opinaban que no era decorosa ni ejemplar. Por el contrario, el personaje bíblico de David simbolizaba la fortezza (mezcla de fe y valor, fortaleza) del ciudadano en su lucha por la libertad y contra la tiranía, contra el enemigo interior. Pasó a simbolizar las virtudes del ciudadano republicano, semejante a Hércules, quien hubo de enfrentarse a los trabajos que la tiranía le había impuesto y venció. Y también el orgullo de su autor. La afirmación: demuestra el reto al que se enfrenta en esta obra y la identificación con el héroe bíblico.
Se han señalado como defectos el tamaño de la cabeza y de las manos y se han dado variadas versiones de su significado: que utilizó como modelo a uno de sus ayudantes escultor, de ahí sus manos grandes; que la cabeza representa el papel de la inteligencia en el hombre renacentista pero también en la técnica, el homo faber. Pero seguramente ha sido pensado así en consideración a la altura a la que iba a ser expuesto, sobre un contrafuerte de la catedral y mirado desde un punto de vista bajo.
MOISES, 1513-1516. SAN PIETRO IN VINCOLI, ROMA
MIGUEL ANGEL
El artista:
Escultor, pintor, arquitecto y poeta italiano (1475- 1564). Uno de los grandes genios del arte universal, sin duda el más grande en la escultura, arte que siempre consideró el suyo propio. Su excepcional calidad, la amplitud de su concepción y su extraordinaria penetración frente a las formas del cuerpo y las complejidades del espíritu, hacen de Miguel Ángel el prototipo del genio, capaz de expresar en mármol cualquier concepto, aún el más complejo.
No podemos entrar aquí en la enumeración de su obras, sus influencias, ni en su evolución artística y temática ( desde la asunción de los postulados del clasicismo, su invención de las actitudes del Manierismo; su tensión temática entre los postulados clásicos y cristianos, hasta su obra de vejez en que el elemento espiritual-cristiano, ha vencido sin duda a los postulados más grecorromanos de su obra inicial).
Más importante para nosotros es mencionar aquí cómo su poderosa individualidad trasciende todos los estilos y crea uno propio e inimitable. Se diferenciará de lo que comúnmente llamamos Clasicismo tanto por el efecto estético como por el efecto psicológico sobre el espectador, muy diferente al del resto de la producción clasicista. Frente al carácter casi de relieve de la escultura renacentista, él opone volumen y masividad; frente a la armonía y equilibrio de la obra clásica, en Miguel ángel –desde muy temprano- se impondrá el dramatismo y la tensión.
Aunque mucho del lenguaje formal del Manierismo es tributario de Miguel Ángel, éste se diferencia claramente de áquel en que sus obras obligan al espectador a concentrarse en un punto de vista predominante, que podríamos calificar de completo y total. Además las blandas curvas de muchos manieristas nada tienen que ver con la distorsión de la forma en Miguel Ángel, que representa siempre almas agónica, es decir, en lucha. Como algún autor ha comentado en Miguel Ángel ni el reposo ni el movimiento es nunca total.
No es tampoco MA un artista barroco, porque el Barroco propone al espectador experiencias visuales subjetivas, mientras que Miguel Ángel le obliga siempre a una frontalización objetiva, que anula la indeterminación del espacio propia de los artistas barrocos.
Nos encontramos pues ante un artista verdaderamente único. Como han demostrado varios autores Miguel Ángel vivió y creó sus obras de arte desde una concepción neoplatónica de la existencia. La pretensión de equilibrio entre lo profano clásico y el cristianismo que intentó tal filosofía no pudo mantenerse durante mucho tiempo; tampoco nuestro artista pudo hacerlo ( y la tumba de Julio II - como el famoso ‘Juicio Final’ serán una demostración de ello). Como señala Panofsky: "En las últimas obras de Miguel Ángel el dualismo entre lo cristiano y lo clásico se ha resuelto. Pero más que una solución era una rendición".
Análisis del contexto de la obra:
Aunque la obra que comentamos es el ‘Moisés’, no podemos olvidar que esta escultura formaba parte de uno de los proyectos escultóricos más ambiciosos de Miguel Ángel, y que le ocupó y preocupó buena parte de su vida, es decir, el Mausoleo que proyectara para tumba de su mecenas Julio II. Aún sin entrar en excesivas profundidades la comprensión de este proyecto es necesaria para arrojar luz en la interpretación de la figura de ‘Moisés’, pues no hay que olvidar que éste fue concebido como parte de un conjunto, artística e ideológicamente coherente y no como una figura aislada.
El proyecto, que se inicia en 1505 y se prolonga cuarenta años más, conoció toda una serie de sucesivos bocetos, que fueron sucesivamente más modestos, especialmente desde la muerte del Papa en 1513, hasta acabar en el sepulcro mural que hoy conocemos en la Iglesia de San Pietro in Vincoli. Pero tan importante, o más que conocer los sucesivos cambios, la progresiva reducción del número de figuras, etc. Es preciso para nosotros aclarar dos ideas: el cambio de clima espiritual que se produce en la Roma de principios del siglo hasta la Roma contrarreformista de mediados del XVI ( y la traducción de este cambio en la obra de Miguel Ángel) y la interpretación de algunas de las figuras que acompañarían al ‘Moisés’ en el sepulcro, en la medida que arrojan luz sobre el verdadero sentido de áquel.
Siguiendo en esto la interpretación hecha por Panofsky la tumba de Julio II no glorificaba una simple ‘resurrección’ sino que sus sucesivos pisos escenificaban una ascensión en sentido neoplatónico. Desde ese punto de vista el ‘Moisés’, junto con un nunca realizado ‘San Pablo’ iban a ser personificaciones de la vita activa y de la vita contemplativa (de la misma manera que lo son Lorenzo y Giuliano de Médicis en la tumba que realizó el propio Miguel Ángel) y que en la tumba actual encarnan las figuras de Lía y Raquel. En un estrato inferior, tanto física como simbólicamente iban a encontrarse los ‘Esclavos’ y ‘las ‘Victorias’. Incluso en una fecha tan tardía como 1532, y ante la importante reducción de la parte arquitectónica, Miguel Ángel piensa en la realización de cuatro esclavos y cuatro victorias. De ello tenemos abundantes obras inconclusas.
Su interpretación nos parece relevante para la compresión del ‘Moisés’ y del conjunto. Los ‘esclavos’, alegoría bastante común en el Renacimiento, han de interpretarse como almas humanas privadas de libertad, como el alma humana esclavizada por la materia. Tal interpretación neoplatónica resulta reforzada por el simio apenas esbozado que aparece a los pies del ‘Esclavo Moribundo’ del Louvre. El ‘mono’ en la tradición iconográfica occidental representa siempre el alma inferior, el alma dominada por los apetitos elementales.
Las ‘victorias’ representan el alma humana en estado de libertad, el alma humana venciendo las pasiones gracias a la razón; más, aún así, seguimos en el mundo inferior. El ‘Moisés’ -como veremos- pertenece a un estadio superior del alma.
Análisis formal:
Estamos ante una obra de comentario difícil, y que ha dado lugar a interpretaciones diversas y a menudo contradictorias. Si bien los aspectos formales de la misma pueden ser fácilmente enunciados, resulta arriesgada su interpretación desde el punto de vista iconográfico. Desvelaremos algunas de las líneas de la interpretación tradicional, y la idea más admitida en la actualidad, en consonancia con lo que hemos expuesto en el punto anterior.
Se trata de una escultura de bulto redondo, en posición sedente, ataviada con amplios ropajes de aspecto romano y que sostiene entre sus brazos las Tablas de la Ley. Representa a uno de los grandes personajes del Antiguo Testamento, Moisés, el Legislador y receptor de los Mandamientos divinos en el Monte Sinaí, tal como se narra en el Libro del Éxodo.
Está realizado en mármol blanco; su tamaño es superior al real (2’35 m) y podemos afirmar que es una de las pocas obras de su autor que tiene un acabado prácticamente absoluto, con un exquisito pulido y trabajo de la superficie ( con toda seguridad se han usado limas, piedra pómez y puntas de paja y yeso). El trabajo del cincel llega a extremos de virtuosismo insuperables.
El sentido del volumen es especialmente destacable en esta y en las demás obras de Miguel Ángel: la tridimensionalidad es impactante, la sensación de masa y espesor apabullante. Sin embargo está claramente pensada para ser contemplada desde un punto de vista muy determinado, frontal, pero a la vez bajo (no como lo contemplamos en la actualidad) y esto ha dado lugar, como veremos, a interpretaciones seguramente erróneas.
Composición en definitiva, cúbica, compacta y monumental como pocas; una composición muy compensada de horizontales y verticales proporciona a la figura cierto estatismo; sin embargo la relativa estabilidad y reposo se ven a la vez compensadas y dinamizadas por cierta dislocación del contraposto y por el giro de la cabeza. Aunque la composición en conjunto es básicamente cerrada, la dirección que toma la mirada del Moisés y la posición un tanto inestable y resbaladiza de las tablas nos fuerzan como espectadores también a romper este carácter cerrado del conjunto.
La luz no incide en el Moisés con la suavidad y homogeneidad con que lo hace en sus obras juveniles: el artista ha creado en el seno de la figura algunos intersticios profundos (barba, cuencas de los ojos, interior de los pliegues) que hace que se creen zonas de sombra que intensifican la volumetría, el dinamismo de la composición y su potencia dramática.
Entre las influencias que la figura pudiera tener se citan las obras religiosas de Donatello y especialmente el grupo helenístico del ‘Laocoonte’, descubierto en 1506, obra que impresionó profundamente a Miguel Ángel, y que pudo incentivar en él su tendencia a la monumentalidad, a la musculatura ciclópea, al barroquizado trabajo de barbas y cabellos; del mismo modo se cita la influencia que los hijos del Laocoonte tuvieron sobre sus esclavos.
Parece evidente que el Moisés ha roto ya plenamente los moldes del clasicismo pleno, que la composición empieza a girarse, a introducir elementos de desequilibrio (aún incipientes), de cierta inestabilidad que anuncia el Manierismo.
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ESCULTURA GOTICA



El arte Gótico se desarrolla en Europa Occidental desde la segunda mitad del siglo XII hasta fines del siglo XV, en que va a ser sustituido por el Renacimiento. Francia es la cuna de este estilo y desde aquí se difunde por toda Europa.
El surgimiento y desarrollo del Gótico coincide con cambios notables en Europa: inicio de la decadencia del Sacro Imperio Romano Germánico y del sistema feudal puro a favor de las monarquías y a causa del auge del comercio tras las Cruzadas, lo que favorece el desarrollo de las ciudades y la aparición de una nueva clase social burguesa; la renovación del saber en las universidades y el surgimiento de una nueva espiritualidad más humanizada y próxima a la naturaleza, que se expresa en las nuevas órdenes religiosas mendicantes (franciscanos y dominicos). La Orden del Cister, reformada por San Bernardo de Claraval, será la promotora del desarrollo del estilo Gótico, favorecido por los nuevos avances científico-técnicos
b) Características generales.
La escultura gótica se va a independizar de la arquitectura, con la que forma un conjunto armónico.
Materiales: la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, el metal.
Técnica: la talla de piedra se hace mediante incisiones con cincel, taladro y trépano. Es más profunda que en el Románico; los plegados son voluminosos y curvados y las figuras se hacen reales.
Estética: predomina el naturalismo, pero idealizado. Las figuras se humanizan, buscando el volumen de los cuerpos, el movimiento y la expresión de sentimientos en rostros y actitudes. La composición es clara y ordenada, organizándose las portadas en registros separados, pero evoluciona hacia una mayor confusión. El escultor gótico empieza a preocuparse por la profundidad. Todo se representa con gran detallismo.
Tiene función didáctica: enseña a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. La Iglesia domina el panorama cultural y las imágenes instruyen a los fieles, enseñándoles los caminos para llegar al paraíso. El hombre, creado por Dios, para salvarse debe imitar la vida de Cristo y de los santos, que se le ofrecen como modelo. Pero la imagen de Dios ya no es terrible y justiciera, como en el Románico, sino paternal, amable, cercana y misericordiosa; es un Dios de amor.
Temática: es muy variada y su ubicación en el templo es fija. Los teólogos de la Iglesia son los responsables de imponer a los artistas las directrices y la iconografía. Se mantienen las fuentes iconográficas usadas en el Románico (la Biblia y los Evangelios apócrifos) pero aparecen otras nuevas: los temas marianos y las vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada. Hay también temas profanos.
Tipología: junto a la escultura monumental, se desarrollan nuevos tipos en el interior de las iglesias: retablos, sepulcros, sillerías de coro, púlpitos?.Alcanza gran desarrollo la escultura exenta.
1. La escultura en relieve
La escultura monumental: se da preferentemente en portadas y capiteles.
Portadas: En el tímpano, dividido en fajas horizontales, se sigue representando el Juicio Final y el Pantócrator o Cristo en Majestad, pero más humano que en el Románico, mostrando las llagas de las manos y rodeado de santos y ángeles que portan instrumentos de la pasión. Aparecen escenas de la vida de la Virgen, como la Asunción o la Coronación, con un sentido narrativo. En las jambas se colocan estatuas adosadas de santos y profetas y en las arquivoltas, ángeles, santos y ancianos del Apocalipsis, enmarcados en doseletes. En el parteluz suele ir la Virgen o un santo.
Capiteles: se sustituyen los motivos figurativos por fajas de decoración continua o vegetales.
Retablos: aparecen en el gótico. Se divide verticalmente en calles - la central más ancha se llama espiga- y horizontalmente en pisos, el inferior se llama predela. El retablo está protegido por una moldura llamada guardapolvo. Combinan a veces esculturas con pinturas.
Escultura funeraria: adquiere gran desarrollo como signo de prestigio. La tipología de los sepulcros es muy variada; adosados a la pared o exentos, generalmente se representa al difunto, muerto o vivo, yacente, orando o leyendo?
2. La escultura exenta o en bulto redondo
Presenta dos temas preferentes:
El Crucificado: de tres clavos, dando muestras de sufrimiento, representado como Dios-Hombre.
La Virgen con el Niño: como una joven, bella, dulce y sonriente, que sostiene amorosamente al Niño Jesús en brazos. Es una Virgen-madre (no Virgen-trono como en el Románico). El Niño le ofrece a veces una flor o una fruta, ella lo acaricia tiernamente, dialogan entre ellos.
c) Evolución y escuelas.
La escultura gótica experimenta una palpable evolución a lo largo de los tres siglos que dura este estilo. Tras una etapa de transición del Románico al Gótico (a fines del siglo XII), se alcanza un periodo clásico, en el siglo XIII, caracterizado por un naturalismo idealizado y sereno. En el siglo XIV, adquieren cada vez más relevancia las imágenes de Vírgenes con Niño, que se curvan graciosamente, así como los sepulcros. Durante el siglo XV la escultura es muy realista, los rostros son auténticos retratos; hay un gusto por lo patético; proliferan los retablos de composiciones abigarradas y movidas. Las principales escuelas escultóricas son:
Francia: es la cuna del gótico e irradia su influencia a otros países. La primera manifestación es el Pórtico Real de Chartres, en 1150, con alargadas y esbeltas estatuas-columnas en las jambas. La portada occidental de Nôtre Dame de París, dedicada a Santa Ana, funde en el tímpano escenas narrativas de la vida de la Virgen.En el siglo XIII son importantes los talleres de Chartres, Reims y Amiens. Las portadas de la catedral de Chartres sirven de modelo a otras catedrales europeas. En la del transepto norte se representa la coronación, muerte y asunción de la Virgen y en la del transepto sur, el Juicio Final. En la portada principal de la catedral de Reims trabajan varios maestros. En la jamba derecha, el escultor de la Visitación muestra influencia clásica; al lado, la Anunciación, con un ángel sonriente, y una tímida Virgen cuya forma del cuerpo se hace patente a pesar de sus abundantes ropajes. Son esculturas de bulto redondo, ya independientes del marco arquitectónico. Las esculturas de las portadas de la catedral de Amiens son de gran belleza. En el parteluz de la portada principal está el Beau- Dieu ("hermoso Dios"), imagen de Cristo bendiciendo. En el siglo XIV proliferan imágenes exentas de "Vírgenes Bellas", talladas en marfil o piedra policromada. El centro escultórico más importante es Borgoña, donde trabaja Claus Sluter. Para la cartuja de Champmol, en Dijon, realiza el famoso Pozo de Moisés, basamento de un inacabado calvario, con monumentales profetas de acusado realismo en rostros y paños de pliegues angulosos para conseguir volumen. Su mejor obra es el sepulcro de Felipe el Atrevido, con monjes dolientes encapuchados.
Alemania: esta escuela escultórica se inicia con influencia francesa pero evoluciona hacia un estilo original y de gran expresividad, como los retratos del conde Ekkhard y su esposa Uta, en la catedral de Naumburgo. La mejor escultura gótica alemana es el famoso Caballero de la catedral de Bamberg, sereno y digno, del siglo XIII. Se tallan muchas Vírgenes con el Niño, bellas y delicadas; en el siglo XV se esculpen dramáticas Piedades (Virgen dolorosa con Cristo muerto en brazos).
Italia: este país se muestra refractario al estilo gótico debido a que pervive la cultura clásica. En Pisa trabaja la familia de los Pisano. Nicola Pisano talla en mármol el púlpito del baptisterio de la catedral de Pisa, de forma hexagonal, sobre columnas apoyadas en leones; sus relieves con escenas de la vida de Cristo son de gran clasicismo, por influencia de los sarcófagos romanos. Es un precursor del Renacimiento. Su hijo Giovanni Pisano realiza el púlpito de la catedral de Pisa. En el siglo XIV, Andrea Pisano ejecuta en bronce la puerta sur del baptisterio de la catedral de Florencia, con escenas en medallones cuadrilobulados.
marianos: el culto a la Virgen, como mediadora entre Dios y los hombres, se desarrolla mucho por influencia de san Bernardo de Claraval.
santos: estos seres excepcionales, llenos de virtudes, habían logrado huir del placer y los vicios de la vida cotidiana y vencer al Maligno. Los hombres debían imitarlos.
Dorada: Jacopo da Voragine , obispo de Génova en el siglo XIII, reúne relatos fantásticos de santos
El Pantocrátor: es la representación de Cristo en Majestad, bendiciendo con una mano y portando en la otra un libro sagrado o la bola del mundo, metido dentro de la mandorla o almendra mística y rodeado del Tetramorfos, representación de los cuatro evangelistas o sus símbolos que aparecen en el
Apocalipsis: Mateo y el ángel, Lucas y el toro, Marcos y el león, Juan y el águila.
jambas: las dos partes verticales que enmarcan una puerta.
parteluz: columna que divide en dos un vano. Se llama también mainel.
Retablos: obra formada por un conjunto de tablas de escultura o pintura religiosa para ser colocada detrás de un altar.
sepulcros: sin duda porque en este siglo se da la Peste negra y comienza la guerra de los Cien Años.
d) La escultura gótica española.
En el siglo XIII se mezclan la tradición románica del Maestro Mateo con la influencia naturalista francesa. Los principales focos de escultura están en Castilla. Artistas franceses llegan para trabajar en los talleres de las catedrales de Burgos, León y Toledo. En la catedral de Burgos se hace la portada del Sarmental. Un maestro francés esculpe en el tímpano un Pantocrátor con el Tetramorfos, de estilo sereno y majestuoso La puerta de la Coronería presenta a Cristo entre la Virgen y San Juan; se debe a otro maestro francés, a quien se atribuye también la Virgen Blanca del parteluz de la portada principal de la catedral de León, en cuyo tímpano vemos a Cristo enseñando las llagas y ángeles que portan instrumentos de pasión; en el dintel se representa a San Miguel pesando las almas, con mucha elegancia y naturalidad.
La escultura funeraria adquiere gran desarrollo (sepulcros de Alfonso VIII y Leonor de Inglaterra en el monasterio de las Huelgas, en Burgos, y el del infante don Felipe en Villalcázar de Sirga, en Palencia).
En el siglo XIV, el foco castellano decae a causa de la Peste Negra. En escultura exenta destaca la Virgen Blanca de la catedral de Toledo, labrada en alabastro policromado. En Navarra se hace la puerta Preciosa de la catedral de Pamplona. A fines del siglo XIV, Johan de Lome esculpe el sepulcro de Carlos el Noble y su esposa, de la catedral de Pamplona, con figuras encapuchadas en las que se aprecia la influencia borgoñona de Sluter. El foco más importante se traslada a la Corona de Aragón. En Cataluña el mejor escultor es Jaume Cascalls, de gran imaginación y finura. Los sepulcros reales de los monasterios de Poblet y Santes Creus tienen fuerte influencia francesa.
Durante el siglo XV la escultura española alcanza su mayor esplendor. Los principales focos son:
Cataluña: el escultor Pere Johan, relacionado con los talleres italianos, hace el San Jorge en el Palacio de la la Generalitat y el retablo mayor de la catedral de Tarragona, en alabastro. Guillermo Sagrera esculpe las imágenes de San Pedro y San Pablo de la puerta del Mirador de la catedral de Palma de Mallorca, con un extraordinario realismo.
Castilla: se funde la tradición española con las influencias llegadas de Flandes y Alemania y, más tarde, de Italia. En Toledo Egas Cueman trabaja en la puerta de los Leones de la catedral. Durante el reinado de los Reyes Católicos Juan Guas labró las esculturas del monasterio de San Juan de los Reyes, de gran perfección técnica. El principal escultor es Gil de Siloé, autor del retablo de la cartuja de Miraflores (Burgos), en madera policromada, de gran exuberancia ornamental y original traza, con escenas en círculos en torno a una Crucifixión central. En la misma Cartuja esculpe en alabastro los sepulcros de Juan II e Isabel de Portugal, de forma estrellada y el del infante don Alfonso, adosado, con extraordinario virtuosismo. De autor desconocido es el sepulcro de don Martín Vázquez de Arce, el llamado Doncel de Sigüenza, que retrata al joven melancólico. Rodrigo Alemán se especializa en sillerías de coro (Toledo, Zamora).
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ESCULTURA ROMANICA
Se denomina escultura románica a la aplicación de los cánones del arte románico en el campo de la escultura.

Características
Sin llegar a desenvolverse con la perfección de la arquitectura, siguió la escultura románica los mismos pasos y evoluciones que ella, contribuyendo a su formación y desarrollo las mismas causas que para la arquitectura. Por lo mismo, hubieron de ser componentes suyos los elementos romanos con los septentrionales, bizantinos, persas de la dinastía sasánida y árabes como lo son de la arquitectura. Se inspiraba con frecuencia en los dibujos y figuras de los códices regionales y de los tapices venidos de Oriente.
Abraza el desarrollo de esta escultura los siglos XI y XII (con sus antecedentes carlovingios del siglo IX) introduciéndose en buena parte del XIII y paulatinamente da lugar a la gótica, sin que la separe de ésta una línea perfectamente divisoria. El carácter general de la escultura románica consiste en la imitación de modelos artificiales y de aquí su amaneramiento o rutina. A diferencia de la escultura gótica, en la cual se revela un positivo estudio e imitación de la Naturaleza aunque sin la desenvoltura de los artistas modernos. Como puente de unión entre una y otra se halla en los últimos años del siglo XII y primera mitad del XIII el estilo que puede llamarse de transición que trata de imitar algo la realidad de la Naturaleza y da a sus obras mayor vida y movimiento sin desprenderse completamente el artista de los convencionalismos y amaneramientos precedentes. Y tal es la variedad resultante de dicha transición aumentada por la destreza o impericia de los escultores por las influencias de escuelas distintas que no es raro juntarse en una misma localidad y de una misma fecha relieves o estatuas muy dignas de aprecio y alabanza con otras de reprobable gusto y sin ningún valor artístico.
Precisando más el carácter de la escultura románica, decimos que se constituye por la imitación de modelos bizantinos o romanos de estilo decadente pero realizada con mano latina y frecuentemente bajo la influencia del gusto persa o del árabe. Se caracteriza, además, por cierta rigidez de formas, falta de expresión adecuada (a veces, exagerada) en las figuras, olvido del canon escultórico en la forma humana, forzada simetría en el plegado de los paños (muy parecida a la del periodo arcaico griego), repetición y monotonía en los tipos de una escena, tosquedad en la ejecución de la obra y frecuente adopción de flora estilizada y de fauna monstruosa como asuntos ornamentales y simbólicos. La escultura románica de la época de transición va perdiendo algo de dicha rigidez, simetría y exageración de la línea recta y vertical mientras gana en finura, realismo y movimiento distinguiéndose también por la abundancia de menudos y estrechos pliegues en la vestimenta.
En la escultura románica e, incluso, en la gótica ya se trate de obras de piedra, marfil o madera fue muy común la policromía siempre sobria en la viveza de colores por más que haya desaparecido la pintura con la acción del tiempo en casi todos los ejemplares o haya sido sustituida por decoraciones más modernas.
Las principales labores de escultura románica se admiran hoy en los relieves de muy variados capiteles y en las magníficas portadas y elegantes cornisas de muchos edificios de la época, en cuyos frontis se representan escenas bíblicas y figuras alegóricas (entre ellas, los llamados bestiarios y las personificaciones de los signos del zodiaco, etc.) a una con imágenes de Santos en gran relieve. Además, se ejercitó la escultura románica en la talla de curiosos dípticos de marfil, de graves crucifijos (de marfil y de bronce) y de estatuas de la Virgen María (en piedra y en madera, ya sola ya chapeada en bronce) que se conservan en sus santuarios o en los Museos y, en fin, se manifestó ingeniosa dicha escultura en la decoración de arquetas o cofrecillos para guardar reliquias y joyas, de ricas tapas para libros litúrgicos, de fontales o antipéndium para los altares, de pilas y sepulcros de piedra con relieves, etc. Desde la invasión de los bárbaros quedó olvidado casi por completo en Occidente el cultivo de la glíptica en lo que se refiere a piedras finas pero se utilizaron las gemas anteriormente labradas por griegos y romanos aplicándolas sin estudio a objetos preciosos y de adorno especialmente, sortijas. Hubo, sin embargo, algunos entalles con inscripciones o con alguna figura tosca, como la esmeralda del Tesoro de Guarrazar, y gran empleo de piedras finas en forma de cabujón para objetos de orfebrería.

Escuelas europeas
Hasta los últimos años del siglo XI no parece que hubiera escuelas, propiamente dichas de escultura románica las cuales sólo alcanzaron importancia y desarrollo en el decurso del siglo XII. Pero antes de dichos siglos se habían formado ya en Occidente notables centros de artes decorativas y suntuarias, sobre todo, de orfebrería con carácter propio o derivado del arte bizantino que muy bien pueden admitirse, al menos, como precursores de las escuelas de escultura románica. Consideradas en su conjunto, se distinguen las siguientes:

Escuela irlandesa y anglosajona .
Esta escuela se da desde el siglo VII y se caracteriza por los entrelazados y adornos caligráficos que de la escritura de códices pasaron a servir de motivos ornamentales en la escultura. Llegada ya la época propiamente románica, cultivó el relieve con figuras alargadas parecidas a las de la escultura francesa de Toulouse.

Escuela alemana.
Se desarrolla desde el siglo IX, debida al impulso que le dio Carlomagno a las artes y llamada por lo mismo carolingia. Continuó con algún florecimiento y bajo el imperio de los Otones en el siglo X en el cual puede considerarse como constituida por su propio carácter germánico dos siglos antes que las francesas. Se distingue por sus obras de bronce (opus teutónicum) y por su bizantinismo, no exagerado, sino conservando cierta fisonomía clásica. Se trabajaron antipéndiums, con figuras esmaltadas en plano o poco salientes, pero con las cabezas de alto relieve en varios ejemplares, aberración estética copiada de los bizantinos y seguida igualmente en España (Silos) y en otras naciones durante la época románica. Son muy celebradas, entre otras piezas, el marfil carolingio de Francfort que representa la celebración de la Misa (siglo IX), las puertas de bronce con relieves en la catedral de Hildesheim y el precioso antipéndium o altar de oro con imágenes que perteneció a la catedral de Basilea debido a la munificencia del emperador Enrique II el Santo que, con las mencionadas puertas data del principio del siglo XI. Desde la segunda mitad del siglo XII y en el XIII se labraron con estilo románico de transición preciosas arquetas para reliquias y otros objetos de orfebrería, adornados con imágenes en relieve, cinceladuras, esmaltes y pedrería siendo el centro artístico de tales producciones la ciudad de Colonia. De aquí tomó su nombre y carácter la celebrada escuela de Colonia o rhiniana y fueron obras suyas la urna de los reyes Magos y la de los restos de Carlo Magno de principios del siglo XIII, de plata y bronce dorado. En escultura monumental, de la misma época son célebres las de la catedral de Bamberga y las de Múnster, Magdeburgo, etc. de mucho movimiento con pliegues en remolinos y actitud de hablar los personajes representados unos con otros.

Escuelas francesas.
Se formaron a lo largo del siglo XII siendo las más destacadas las siguientes
la de la Isla de Francia, de escultura rudimentaria hasta la segunda mitad de dicho siglo y que se distingue en los capiteles por el uso de cabezas con grandes bigotes pero bastante fina y elegante con menudos pliegues en los paños al iniciarse la época del arte gótico. Destacan las estatuas de la catedral de Chartres, de transición gótica.
la de Normandía, con sus figuras de escaso relieve y su ornamentación de líneas en zigzag y dragones entrelazados
la de Poitou y Saintonge, con su espléndida ornamentación de follaje serpenteante y de alegorías y personificaciones, sobre todo, en las fachadas de las iglesias, en cuyas portadas se observan series de santos y de ancianos del Apocalipsis sobre el tímpano o sobre las arquivoltas. Es de destacar la rica fachada de Nuestra Señora la Grande de Poitiers y la de Nuestra Señora de Saintes.
la de Auvernia, con sus relieves muy salientes, su viva expresión e medio de la incorrección del dibujo y sus alegorías en los capiteles
la de Toulouse y Languedoc, con sus figuras alargadas y de gran movimiento, sus personajes en pie y con las piernas cruzadas y con sus paños de pliegues horizontales sobre el pecho y otros ondulantes o dentelleados pero muy movidos en el extremo inferior de la vestimenta. Destacan en esta escuela los relieves historiados del claustro abacial de Moissac y los relieves de la portada de su iglesia con sus similares de San Esteban y san Saturnino de Toulouse
la de Provenza, con sus reminiscencias clásicas en la ornamentación y sus imitaciones de las escuelas de Toulouse y del Norte a pesar de haber sido considerada (sin fundamento) como la más influyente de la época. Destacan las estatuas de la fachada de San Giles y San Trófimo de Arlés.
la de Borgoña, en fin con su extraordinaria expresión en las actitudes dramáticas de los personajes y con sus paños de menudísimos pliegues, terminados en remolinos que parecen inspirados en los dibujos de caligrafía tan comunes en los códices de la época. Son famosos en esta escuela los relieves que adornan las portadas de la catedral de Autún y de la abadía de Vézelay.
En todas las escuelas referidas se labraron efigies de la Virgen representándola de ordinario sentada en su trono y con el Niño en las rodillas. Muchas de stas, sobre todo, en Auvernia, se recubrieron con plancha de cobre o de plata siendo la imagen de madera.
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ARTE PALEOCRISTIANO


El arte paleocristiano es el nexo de unión entre dos grandes etapas de la cultura y el arte occidental. Nos referimos a la Antigüedad Clásica y a la Edad Media Cristiana.
Para el estudio del arte europeo de la Edad Media es imprescindible realizar un acercamiento al arte paleocristiano pues en él se van a gestar dos manifestaciones artísticas de la importancia del templo basilical y la iconografía narrativa y simbólica del Cristianismo.
De esta última, por ejemplo, sobresale el crismón, que será ampliamente utilizado en periodo romano.
Por tanto, se denomina Arte Paleocristiano al desarrollado en las primeras comunidades cristianas de los siglo II y III hasta la caída del Imperio Romano de Occidente.
El arte paleocristiano se puede dividir en dos grandes periodos:
Periodo de persecución y clandestinidad (siglos II y III),
Periodo del gran arte paleocristiano en tiempos del Cristianismo como religión oficial del Imperio (parte del siglo IV). En esta fase será, por contra, un arte protegido e impulsado por las grandes jerarquías eclesiásticas de la época
Primer Periodo del Arte Paleocristiano. Siglos II y III
Se desarrolla entre Finales del siglo II y siglo III, años en los que las comunidades cristianas son perseguidas e el Imperio.
Las dos manifestaciones arquitectónicas de este periodo son las Domus Ecclesiae y los Cimeterios (cementerios)
Domus Ecclesiae
Las Domus Ecclesiae fueron lugares para la celebración del rito cristiano, por tanto son equivalentes a las iglesias parroquiales posteriores.
No tenían una forma especial debido a que se empleaban normalmente viviendas romanas normales de dos pisos adaptándola a las funciones que necesitaban dividiéndola con tabiques.
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ARTE BIZANTINO

El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI fuertemente enraizada en el mundo helenístico como continuador del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos se consideró como el conservador natural en los países del Mediterráneo oriental del Imperio Romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia política.
Desde comienzos del siglo V se va creando un lenguaje formal artístico propio y diferenciado del que se mantiene en el Imperio de Occidente. Más tarde, en la época de Justiniano (527-565) se inicia la primera etapa específicamente bizantina: es la Primera Edad de Oro que comprende los siglos VI y VII, es la etapa de formación del arte bizantino en sus aspectos formales básicos.
Después del período de la lucha de los iconoclastas, aunque pobre en monumentos, comienza, en torno al año 850, el arte bizantino medio o Segunda Edad de Oro que perdura hasta el año 1204, cuando Constantinopla es conquistada por los cruzados; en esta época esencialmente se consolidan los aspectos formales y espirituales del arte bizantino; es la verdadera etapa creadora y definidora de la estética bizantina.
Después del dominio latino, con la dinastía de los Paleólogos, se da paso a la Tercera Edad de Oro que se centra en el siglo XIV y que finaliza con la toma de Constantinopla en el año 1453. Después, el arte bizantino florece en los países eslavos, Rusia y sureste de Europa, transmitiéndose hasta nuestros días a través del Monte Athos.

Escultura bizantina
La plástica escultórica bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano, manteniendo sus técnicas y su estética de progresivo alejamiento de las cualidades clásicas: la mayor rigidez, la repetición de modelos estereotipados, la preferencia del bajorrelieve a las obras de bulto redondo y el uso de materiales ricos (marfil) que proporcionan pequeñas piezas, son los caracteres más destacados de la estatuaria bizantina de la primera etapa.
Tras la sistemática destrucción del período iconoclasta hay una vuelta al culto de las imágenes, pero para no caer en la idolatría y por influjo de las nuevas corrientes islámicas desaparece la figura humana en la estatuaria exenta.
Las obras más destacadas son las labores ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales afrontados como son los de San Vital de Rávena o los sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan los temas del Buen Pastor.
Pero las obras capitales de la escultura bizantina son las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en marfil, destacando el díptico Barberini, Museo del Louvre, del siglo V, o la célebre Cátedra del obispo Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533 sobre placas de marfil con minuciosa trabajo.
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ESCULTURA EN ROMA


La escultura en la Antigua Roma, lo mismo que la arquitectura, es original en el espíritu de su finalidad, pero en ella pesan mucho las aportaciones formales etruscas y griegas (helenísticas), siendo de hecho buena parte de la producción escultórica romana copia de originales griegos.

Estatua de Trajano, emperador romano del 98 al 117 adC
Se conservan muchas esculturas romanas, hechas preferentemente en mármol y en menor medida en bronce u otros materiales (marfil, etcétera), si bien parte de ella está dañada, con partes rotas. Son frecuentes el retrato y el relieve histórico narrativo, en los que los romanos fueron grandes creadores. Hay también muchas esculturas de emperadores romanos.


Historia.
La escultura romana clásica comenzó con el saqueo de Siracusa en el 212 adC durante la Segunda Guerra Púnica con Cartago. Siracusa, un rico puesto avanzado de la civilización griega en la isla de Sicilia, fue minuciosamente saqueado y la mayoría de sus magníficas esculturas helenísticas fueron llevadas a Roma, donde reemplazaron a las antiguas de estilo tradicional etrusco. Los romanos admiraban el estilo helenístico, y finalmente talleres de todo el mundo griego (especialmente de Asia Menor) proveyeron las estatuas sin las que ninguna villa patricia estaba completa.
Los artistas griegos se establecieron en Roma después de que Grecia fuera conquistada en el 146 adC, y muchos de ellos empezaron a producir copias de esculturas griegas, que eran populares en Roma. Esta escuela helenística reprodujo los modelos de Praxíteles, de Lisipo y obras clásicas del siglo V adC. En esta escuela «Neoática de Roma» destacó entre otros el escultor Pasiteles, originario de la Magna Grecia, aunque convertido en ciudadano romano. Fue famosa la recopilación que hizo en un catálogo de las esculturas más famosas del mundo. Como escultor se le atribuyen un Júpiter en oro y marfil y numerosas obras en bronce.
Los retratos de esta época republicana, influidos por la plástica etrusca, son de un penetrante realismo y dureza expresiva, aunque no exentos de un cierto idealismo, destacando en este sentido los retratos de los emperadores Augusto (que le retrataban como un hombre joven, a pesar de que era mayor) y Pompeyo.
Durante la época del emperador [[Trajano, el arte de las provincias orientales del imperio empezó a tener más influencia en la escultura romana.
Uno de los últimos ejemplos de la escultura romana a escala monumental es el friso del Arco de Constantino.

Relieves
Relieve de la Columna de Trajano
El relieve consistía en esculpir formas tridimensionales poco profundas sobre superficies planas. Se usaban en trabajos arquitectónicos como columnas, arcos y templos. Un ejemplo de este tipo de escultura sería el Ara Pacis (‘Arco de la Paz’), construido en torno a 13 - 9 adC. El Ara Pacis era un monumento a la Pax Romana (‘Paz Romana’), 200 años de paz y prosperidad propiciados por el emperador Augusto.
Otro ejemplo de escultura en relieve sería la Columna de Trajano, fechada en torno a 106 - 133 adC y adornada con escenas de las batallas de Trajano en una espiral continua que gira sobre la columna, así como la Columna de Marco Aurelio, modelada a partir de la anterior.

Esculturas independientes
Copia de la estatua ecuestre de Marco Aurelio en el monte Capitolino
Entendiendo como tales las que no formaban parte de una construcción, como estatuas y similares, fueron destruidas en su mayoría durante la invasión bárbara o la reconstrucción cristiana. El mármol fue quemado para obtener cal y el bronce fundido para otros propósitos (por ejemplo, munición). Un ejemplo excepcional de una pieza que se ha conservado es la estatua ecuestre de Marco Aurelio, fechada sobre 161 - 180 adC. La leyenda cuenta que la imponente conducta del emperador libró a la pieza de la destrucción. Las estatuas solían situarse comúnmente en los templos, los baños públicos o el foro de la ciudad (el centro social y comercial de la misma).

Retratos
Los retratos esculpidos solían ser bustos de romanos famosos. Los sujetos de estas esculturas incluían varios patricios y especialmente emperadores, multiples copias de la cuales circulaban por todo el imperio. La retratos esculpidos romanos personificaban las virtudes cívicas y sentaron las bases para los retratos públicos europeos y americanos modernos. Un ejemplo muy conocido es el busto del emperador Constantino el Grande.
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ESCULTURA GRIEGA



Aunque Grecia floreció en todas las Bellas Artes, ninguna le distingue tanto como la escultura cuyas obras alcanzaron en dicha nación el ideal de la belleza artística hasta donde pudo llegar por sí solo el ingenio humano. Forman su característica en los mejores tiempos del Arte (los de Fidias) la expresión de la realidad idealizada, la regular proporción orgánica, el alejamiento de lo vago y monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y belleza en las formas y la finura en la ejecución.
Cultivó el arte griego todos los géneros de escultura, adoptando con predilección el mármol y el bronce como material escultórico y tomando como asuntos principales los mitológicos y los guerreros a los cuales añadió en su última época el retrato de personajes históricos.
Suele dividirse la escultura griega en cuatro periodos históricos bien delimitados a los cuales precede el protohistórico o minoico y miceniano. En éste, se desarrolló por espacio de unos veinte siglos (desde el año 3000 al 1100 adC aproximadamente) un arte rudimentario pero lleno de vida y movimiento que modeló el barro y trabajó la piedra, el marfil, el hueso e incluso el oro, el plomo y el bronce, produciendo relieves, grabados, entalles mitológicos en piedras finas y pequeñas estatuas e idolillos. Aunque labrados con cierta tosquedad, se presentan a veces con admirable corrección en el dibujo que parece recordar el arte de los cazadores del reno los cuales pudieron tener con la civilización egea algún lazo histórico.
Los cuatro períodos históricos que tras un prolongado silencio artístico siguieron al miceniano se distinguen del siguiente modo:


El período de formación, desde aproximadamete el 620 adC al 540 adC.
El período arcaico, desde el 540 adC al 460 adC.
El período de perfección o clásico, hsata finales del siglo IV adC.
El período de difusión, que algunos llaman de decadencia, después de Alejandro Magno hasta la conquista de Grecia por roma, de 323 adC a 146 adC.

Período de formación
En el primer período después de los rudimentarios ídolos de madera llamados xoanon, planos por delante y por detrás y redondeados en los bordes, descubiertos en Delos (atribuidos al mítico Dédalo) y después de las primeras estatuas de mármol de tosco labrado y a modo de columnas, va recorriendo el arte un camino de progreso que empieza en las escuelas jónico-asiáticas de Samos y Quíos (islas de Asia Menor) y sigue en la dórica Sición (Peloponeso) a principios del siglo VI. Las jónicas se distinguen por cierta elegancia y simetría en el plegado de los paños como es de ver en las diferentes Ártemis (o Dianas primitivas) que son obras principales de dichas escuelas. La dórica, por la robustez y el aspecto varonil de sus figuras y unas y otras por los reflejos de la tradición asiática en que debieron inspirarse, imitando modelos de procedencia oriental, los cuales se hallaban en los productos industriales de Asia, traídos por el comercio. No obstante, en la escuela dórica se hace menos visible el influjo asiático y se revela ya por el espíritu de independencia sobre todo, en la talla de sus Apolos desnudos y de aspecto varonil. En los relieves de este periodo se advierte por lo general la misma técnica de los asirios arriba mencionada.

Periodo arcaico

Kuros del Asclepieion de Paros
El segundo período se caracteriza por la independencia que el arte griego, ya formado, va realizando respecto de imitaciones orientales y por el tipo atlético dado a sus estatuas que en su gran parte representan a los vencedores en los juegos olímpicos aunque se llamen Apolos.
Esta última y quizás también la de Egina más bien deben llamarse escuelas áticas de influencia dórica pues seguían la tradición jónica en el plegado de los paños con bastante finura y exceso de simetría. Las escuelas propiamente dóricas se reducen a las tres primeras ciudades de la lista como situadas en el Peloponeso, las cuales forman la llamada escuela argivo-siciones, que labró las estatuas atléticas de bronce. En Asia Menor y las islas del mar Egeo continúan vivas en este periodo las imitaciones orientales y en todos los centros nombrados aun se observa alguna rigidez, uniformidad y falta de expresión en las figuras con cierta sonrisa amanerada e inexpresiva (que se ha llamado sonrisa eginética, como si fuera propia de la ciudad de Egina) lo cual es distintivo del periodo arcaico.
Ejemplo de este tipo de escultura del período preclásico griego es el Kuros, procedente del Asclepieion de Paros, mármol paro, h. 540 aC, Museo del Louvre, con la típica sonrisa eginética.

Período clásico



Lucha entre lapitas y centauros. Friso del templo de Zeus en Olimpia
El tercer período señala el apogeo de la escultura, siendo Fidias el héroe que a mediados del siglo V adC la llevó a su apogeo. Pero antes forman una especie de transición los escultores Cálamis y Mirón los cuales vencen la rigidez del anterior periodo dando a las figuras delicadeza y gracia el primero y expresión de movimiento el segundo. Fidias, condiscípulo de Mirón en la escuela de Agéladas (de Argos), se celebra como escultor de los dioses pues nadie como él en el mundo antiguo supo dar a sus creaciones artísticas actitud noble y serena y sello de lo divino sin que le hiciera falta para ello el simbolismo. Obras suyas fueron entre otras:
las estatuas criselefantinas (de oro y marfil) y la estatua de Zeus (Júpiter) para el templo de Olimpia.
las estatuas de Atenea o Minerva para el Partenón de Atenas. Esta estatua se dice que medía unos doce metros sobre su pedestal.
las esculturas que adornaban los tímpanos y frisos de este segundo templo.
Contemporáneo y condiscípulo de Fidias fue Policleto que en su tiempo alcanzó tanta fama como él, notable por la corrección en el dibujo, finura en los detalles y expresión noble de la fuerza y forma humanas, en contraposición al tipo sobrehumano de Fidias. Ambos artistas se consideran como genios superiores de la escultura. Policleto fijó el canon escultórico, modificado después por Eufranor y Lisipo y representa con Mirón el progreso de la escuela argivo-sicione o dórica de Canaco y Agéladas, siendo obras suyas varios atletas y la famosa Amazona presente en los Museos Vaticanos.
Los imitadores de Fidias constituyen la escuela llamada de tradición ática o jónica en la cual brillan Agorácrito, Alcámenes y Peonio. Se cuentan entre las mejores obras de la escuela las siguientes:
las cariátides del Erecteión
los relieves del templo de la Victoria Áptera
las estatuas del frontón del templo de Olimpia.
A la misma tradición se hace corresponder el puteal o brocal de pozo con bajorelieves que guarda el Museo Nacional, que fue hallado en Madrid y es conocido como el Puteal de la Moncloa. Continuadores de la escuela dórica de Policleto fueron Pericletes, Arístides y Atenodoro.

Victoria de Samotracia
Entrado ya el siglo IV adC, la escultura toma un carácter realista que degenera en sensualismo con Escopas y Praxíteles (pertenecientes más bien a la escuela ática) al buscar el sentimiento, la gracia y la delicadeza en vez de la grandiosidad y elevación que distinguía a los anteriores. De esta época y, sobre todo, de Praxíteles son varios Faunos, Venus, Bacos y Apolos sin las formas atléticas de tradición dórica. A Scopas se atribuye entre sus mejores obras
el grupo de Níobe con su hija
la Venus de Gnido
la Victoria de Samotracia, en el Museo del Louvre
incluso, la Venus de Milo (muy discutida y puede ser una Anfítrite de la escuela de Fidias), también en el Museo del Louvre.
En cambio, los escultores de la escuela argivosicionita como Eufranor y Lisipo, continúan fieles al espíritu clásico sin dejar de ser muy realistas. A Lisipo atribuyó Plinio más de 1.500 estatuas, la mayor parte de bronce y se distingue en la expresión del carácter individual que supo imprimir en ellas. A él o a otro escultor de Quíos se adjudica la cuádriga de bronce dorado que hoy adorna la fachada de San Marcos de Venecia (y que otros suponen romana de la época de Nerón) y de él fueron todas las esculturas que representaron a Alejandro Magno. Entre los escultores del Peloponeso que siguieron la misma línea realista figura Cares de Lindos, autor de la gigantesca estatua del Sol de 33 metros conocida como el Coloso de Rodas .
Período de difusión
El cuarto período que es el de difusión se llama también alejandrino y helenístico por corresponder a la época de helenismo abierta por Alejandro.
En él, las escuelas salen de Grecia y figuran principalmente en Pérgamo, Rodas, Tralles, Antioquía y Alejandría, distinguiéndose por su realismo, alguna exageración en las actitudes, predilección por las escenas trágicas o dolorosas y cultivo por el retrato. Son muy celebrados
el grupo de Laoconte y sus hijos de la escuela de Rodas, que hoy se halla en el Museo del Vaticano
el Toro Farnesio de la escuela de Tralles
el Galo moribundo de la escuela de Pérgamo
La escuela griega de Alejandría se distinguió por los asuntos simbólicos o alegóricos y los rústicos o campestres que fueron objeto de sus relieves o estatuas.

Glíptica
Durante todos los periodos enumerados, se cultivó en Grecia con perfección admirable la glíptica, ya ensayada en el arte micénico y antes cultivada en Egipto y Caldea. Se conservan en los Museos magníficas colecciones de primorosos entalles y camafeos, labrados con piedras finas (ágatas, por lo común con sus afines) que sirvieron para anillos y demás joyas de la opulencia griega y que tal vez mejor que los demás objetos artísticos, revelan el gusto y la habilidad insuperable del pueblo griego para con la escultura. Tomó por patrón de su glíptica en sus principios el escarabeo de los egipcios sustituyendo el jeroglífico por la figura mitológica y alguna inscripción griega. Y aunque desde el siglo V adC se fue abandonando la forma del escarabajo, conservó siempre el corte oval o elíptico y convexo en las gemas grabadas. La más notable de éstas es un camafeo de la época helenística, labrado tal vez en Alejandría y conservado en el Museo del Hermitage en San Petersburgo. Representa los bustos de un Tolomeo y su esposa (Tolomeo II y Arsinoe, probablemente) y mide 17 centímetros de largo por 13 de ancho. Se denomina Camafeo Gonzaga por haber pertenecido al duque de Mantua. A dichos camafeos de factura griega deben agregarse también los llamados vasos murrinos (nombre que, al parecer, les da Plinio) y son ciertas copas talladas en ágata u otra piedra fina que suelen tener relieves magníficos. Los más famosos entre éstos son
la llamada Copa de los Tolomeos, vaso de ágata con pie y con figuras alusivas a Baco
la Taza Farnesio, del Museo de Nápoles.
Ambas pueden considerarse obra helenística de Alejandría. Dicha taza tiene la forma de un platillo de cornalina de ocho centímetros de diámetro con ocho figuras en el interior y la cabeza de Medusa en la externa. La glíptica griega y romana no ha podido ser superada nunca ni siquiera por el arte moderno.

Coroplastia
En trabajos de coroplastia (estatuas y relieves de barro cocido) sobresalió igualmente el pueblo artista por excelencia siendo muy celebradas las estatuitas de Tanagra (en la antigua Beocia) y de Mirina (cerca de Esmirna, en Asia Menor) por sus acabados de perfiles. Datan de los siglos IV adC y III adC las mejores de estas obras aunque ya empezaron en el VI adC y siguieron labrándose en la época romana, las cuales reproducen con frecuencia y a escala las obras maestras de los grandes artistas griegos. A imitación de las griegas, se modelaron otras en Sicilia, Etruria y Roma
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ESCULTURA HINDU



Durante el periodo gupta se produjo también el desarrollo de la escultura hindú. Se tallaron relieves para adornar los santuarios excavados en la roca de Udayagiri, Madhya Pradesh (400-600) y los templos de Garhwal, cerca de Allahābād y Deogarh. Numerosas escuelas florecieron entre el siglo VII y el IX. A ellas pertenecen el estilo de Pallavas, de alto nivel arquitectónico, buen ejemplo del cual es la obra de Kānchipuram, Tamil Nadu; el estilo Rastrakuta, cuyas mejores muestras son un colosal relieve y el busto de tres cabezas de Siva con forma de elefante, cerca de Bombay, y el estilo Cachemira.

Desde el siglo IX hasta la consolidación del poder musulmán a principios del siglo XIII, la escultura india fue poco a poco volviéndose hacia formas lineales, más de contornos pronunciados que de volúmenes. Cada vez se utilizaba con más frecuencia como decoración, subordinándola al entorno arquitectónico. Era rica en intrincados detalles y se caracterizaba por figuras de múltiples brazos sacadas del panteón de los dioses hindúes y jainíes, que venían a sustituir a las sencillas figuras de los dioses budistas, y a la multiplicidad de formas había que añadir la importancia del dominio técnico.

La escultura de aquella época procedía de tres zonas: del norte y el este, de Rajputana (actualmente parte de los estados de Gujarāt, Madhya Pradesh y Rājasthān) y de las regiones sur-centro y occidentales. Bihar —sobre todo el monasterio y la universidad de Nalanda— y Bengala eran el centro de una de las principales escuelas de la zona del norte y del este bajo la dinastía Pala (750-1200). Se utilizaba sobre todo la pizarra negra, y los temas, aún budistas al principio, fueron adquiriendo paulatinamente el carácter hindú. La escuela de Orissa realizaba obras típicamente hindúes, entre las que se cuentan los elefantes y los caballos monumentales y los frisos eróticos del templo del Sol en Konarak. El estilo local de Rajputana queda patente en el templo de arenisca de Khajuraho, literalmente cubierto de esculturas hindúes. Las escuelas centro-meridionales y occidentales produjeron notables obras en Mysore, Halebid y Belur. Los templos se embellecían con frisos, pilares y ménsulas tallados en fina piedra oscura.

Cuando los musulmanes se hicieron con el poder en el siglo XIII, adoptaron muchos de los motivos nativos para sus ornamentaciones. Las tradiciones se han mantenido hasta la época actual, sobre todo en el sur, donde el arte aún conserva su pureza indígena.
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ESCULTURA CHINA


Junto a la delicadeza estética de los materiales señalados, pensados para disfrute particular y en algunos casos también como símbolo de posición social, existieron otras formas de entender el arte.
La escultura en piedra y la arquitectura en madera fueron los cauces a través de los cuales la sociedad se manifestó como colectividad profundamente jerarquizada.
La escultura en piedra se inició como majestuosa y representativa decoración de los caminos funerarios de las tumbas imperiales en la Dinastía Han. Grandes animales reales y mitológicos, representación de los estamentos sociales -letrados, militares, extranjeros, etc.- fueron los temas elegidos para dignificar el poder.
Por ello es un arte anónimo, creación de talleres colectivos, en donde la piedra se tallaba monolíticamente en cuanto material y concepto. De todo ello son muestra las esculturas que flanquean el camino de los espíritus de las dinastías Han, Tang y especialmente las Tumbas Ming, así como la escultura representativa de los palacios imperiales.
Pero la escultura tuvo también fines religiosos ligados a la difusión del budismo en China. Las grutas de Yungang, Longmen y Dunhuang, muestran el trabajo en piedra, ladrillo y estuco , que dio forma al panteón budista. En ellos se aprecia la influencia extranjera y su transformación o adaptación al gusto y estética chinos, como una de las mayores aportaciones de los intercambios producidos en la Ruta de la Seda.
La arquitectura palaciega, funeraria, religiosa y civil, partió de simples sistemas de construcción y distribución espacial, haciéndose principalmente eco de su carácter de representatividad.
Por ello, tampoco fue considerada como un arte creativo sino como una labor de artesanos, especialmente carpinteros y decoradores, donde no tenían cabida innovaciones en el diseño o en la técnica de construcción.
Entre los ejemplos más significativos de la arquitectura china se encuentran los palacios -Ciudad Prohibida, Palacio de Veracruz, Chengde-, y los templos -Templo del Cielo, Pagoda de la Oca salvaje-, en los que se aprecia la imbricación de todas los materiales artísticos y su doble función artística y representativa.
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ESCULTURA AFRICANA Y ARTE PRECOLOMBINO




La escultura africana ha revolucionado el arte europeo, y sobre todo su escultura, a partir de 1905. El cubismo y el expresionismo alemán, que fueron quienes más se inspiraron en el arte africano, pasaron de moda pero la influencia del arte africano se ha mantenido hasta nuestros días, como testimonian las obras de Zadkine, Moore, Archipenko y otros. Los principios del arte africano clásico se han integrado en el repertorio internacional de las formas. Pero, a menudo, y especialmente a partir de los años 50, las influencias africanas han retornado a Africa. Así, se puede apreciar en algunas obras de Benson Osawe (Nigeria) la influencia en ellas de obras de Modigliani, que a su vez reproduce las formas de máscaras del este de la Rep.Democ. del Congo. El impacto que ha tenido el expresionismo en los los artistas africanos formados en Europa es similar al que tuvo el arte africano en el expresionismo. Por ejemplo, Gerard Sekoto introduce formas clásicas a través del prisma de la pintura expresionista alemana.
Cuando Souindoula analiza la escultura presentada en los últimos certámenes, bienales y exposiciones africanos resalta las características siguientes:
En gran parte de la obra hecha en cemento pintado y aparentemente innovadora y muy moderna subyacen antiguas formas tradicionales que recuerdan la escultura conmemorativa de los antiguos monumentos funerarios (por ejemplo, las urnas funerarioas Igbo, Akan o Ibibio en la obra de escultores nigerianos).
En general, tienen un realismo sorprendente y un gran impacto dramático. Pero aunque la originalidad y creatividad de estos trabajos están claros, aunque las formas e imágenes pueden ser nuevas, continúan presentes en ellos la imagen de formas del arte tradicional.
Resalta la presencia de artistas naturistas, realistas y simbolistas.
En cuanto a los materiales empleados, predomina la madera, si bien, el metal es cada vez más común, escogiendo la piedra en raras ocasiones.
Y si hablamos de la escultura clasica africana, lo primero que hay que destacar es la ingente variedad y cantidad de obra escultórica existente, a pesar de que siendo la madera el material más utilizado, la mayor parte no ha llegado hasta nuestros días. Sin embargo, a pesar de esta gran variedad podemos apreciar algunas características que se repiten, a menudo, en gran parte del continente. Si nos atenemos a la escultura del Africa negra se puede decir que:
Mayoritariamente, la escultura se ha desarrollado a través de la talla en madera, tanto en la creación de figuras, máscaras u objetos como tronos, taburetes y otros objetos de uso personal.
Entre las figuras, sobresalen las representaciones antropomorfas, hechas en recuerdo de los antepasados, de los dirigentes fallecidos, o relacionadas con las divinidades y la magia.
Estas figuras no pretenden retratar literalmente a la persona representada, sino más bien, destacar determinados caracteres de su personalidad que se quiere inmortalizar como ejemplo para las generaciones venideras. De ahí, que determinadas partes del cuerpo aparezcan desproporcionadamente aumentadas o determinados detalles o rasgos físicos sobresaltados.
Las figuras de animales, suelen elegirse por las virtudes o ideas que simbolizan, pero también con un carácter meramente ornamental.
Las máscaras, tradicionalmente utilizadas en Africa en la mayoría de ceremonias: ritos de fertilidad o de iniciación, fiestas religiosas y funerales, pero también en manifestaciones teatrales, han utilizado mucha más variedad de materiales en su composición que la madera (arcilla, tela, metal, cestería, plástico, semillas y fibras vegetales, dientes y huesos de animales, etc.)
La fuerza expresiva conseguida a través de las máscras ha inspirado a artistas como Braque, Picasso o Vlaminck, que se inspiraron en ellas para sus propias creaciones.
Tanto en la figuras humanas como en las máscaras lo que más destaca es su simbolismo y la iíntima relación de las sociedades africanas con la naturaleza.




ARTE PRECOLOMBINO
El arte precolombino es la manera como se designa al conjunto de realizaciones artísticas e intelectuales como escultura, arquitectura, arte rupestre, cerámica, textil, metalistería y pintura realizadas en el continente americano durante el periodo precolombino en América. Este es el elemento principal que permite el conocimiento y reconocimiento de las civilizaciones precolombinas, la prueba de su nivel de desarrollo y la capacidad de transformación de su medio ambiente. Para literatura y poesia consultar poesía precolombina.

Importancia
Relieve en el museo de sitio de PalenqueLa importancia del arte precolombino es indiscutible como patrimonio de la humanidad y creación del talento humano. Del mismo dice José Manuel Guardia Villar que dichos logros artísticos e intelectuales rivalizan con aquellos de civilizaciones antiguas como las surgidas en China, India, Mesopotamia y las de los pueblos del Mediterráneo:

Estos logros resultan aún más sorprendentes si tenemos en cuenta que la mayoría de las técnicas de las civilizaciones del hemisferio oriental no eran conocidas en el Nuevo Mundo. La rueda, por ejemplo, se usaba en Mesoamérica solamente en los juguetes y nunca llegó a aplicarse a la alfarería (como torno), a la construcción de carretas o como sistema de arrastre. El uso de herramientas de metal no era frecuente y, además, no empezaron a utilizarse hasta las últimas etapas de la historia precolombina. Los mayas realizaban elaboradas esculturas y complejos ornamentos de jade golpeando una piedra con otra. Esta cultura también es famosa por sus hermosas tallas en obsidiana tanto en armas como en articulos ornamentales para el uso diario y para los ritos funebres. Destaca Palenque en este tipo de manofactura.
Sudamérica . En Colombia, cuya región montañosa es la "clásica" de la (llamada para la América precolombina: Región Intermedia) se destaca el trabajo en oro y cobre de las culturas Quimbaya, Manabí, San Agustín, Esmeraldas, Chibcha, Calima y Tairona. Este tipo de elementos se elaboraban mediante el procedimiento artesanal de la cera perdida así como la fabricación de finísimas láminas decoradas con motivos de alambre o cintas, y figuras antropomorfas muy estilizadas en estos metales. También tejían telas de algodón y trabajaban la cerámica realizando las mismas figuras antropomorfas estilizadas que hoy en dia es posible apreciar en museos de Colombia y de todo el mundo. Bellísimas expresiones de las artes en orfebrería (e incluso de "tumbaga") que han sobrevivido a ser fundidas por los conquistadores y posteriores "huaqueros" aún se pueden admirar en el Museo del Oro de Colombia.

Los indígenas Kunas de Colombia y Panamá son famosos desde antes de la conquista hasta hoy por su exelente tecnica textil. La expresión mas importante de lo anterior son las molas esta tradición tiene sus inicios en la pintura del cuerpo (tatuajes) que luego fue transferida a la tela. Las molas representan el pensamiento cosmogónico, una visión gráfica del mundo lleno de colorido y pleno del significado antropomorfo y zoomorfo. Las llamativas y coloridas figuras geométricas pintan escenas mitológicas, la creación del mundo, flora y fauna de la región que habitan los "indios" Kuna, también en Panamá se aprecia una cultura emparentada con la chibcha: la Cocle elaboradora de excelente metalurgia.


En Ecuador la cultura de la isla de La Tolita ubicada en el Océano Pacífico y datada entre el 600 y el 100 a.c. produjo piezas de oro, cobre y platino únicas en cuanto a sus dimensiones, ya que son notablemente pequeñas. Narigueras en forma de aro, orejeras en forma de carrete, clavos nasales, figuras antropomorfas y bezotes formados con numerosas bolitas que dan la idea de una flor, pendientes de filigrana y anillos con piedras. También eran famosos comerciantes de su arte, y sus obras fueron apreciadas en todo el continente Americano. Se han encontrado piezas de esta cultura en regiones muy distantes a Ecuador.

En el Perú encontramos a civilizaciones como las de Caral (una de las primeras civilizaciones del planeta), Casma, Chavín, Moche/Mochica, Paracas, Nazca, Chan Chan, Etén, por su parte, tardíamente los quechua siendo sus soberanos la "casta" de los inka lograron una civilización sintética de las culturas de la Costa y de las montañas así como del Norte (zona ecuatorial) y del Sur (por ejemplo del horizonte Tiwanaku)entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización quechua se hallan los templos, los palacios, las obras públicas ("tambos", "collcas", pucaras, caminos, puentes, acueductos) y las ciudades-fortalezas estratégicamente emplazadas, como Machu Picchu. Enormes edificios de mampostería encajada cuidadosamente sin argamasa, como el Templo del Sol (Coricancha) en Cuzco, fueron edificados con un mínimo de equipamiento de ingeniería. Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi cien metros de longitud), de canales para regadío y de acueductos. El bronce se usó ampliamente para herramientas y ornamentos. También destacan su tecnica textil que todavia en la actulidad es posible ver en el Perú actual. En toda America también destaca el Arte plumario como importante forma de expresión de todos los pueblos indigenas.


Lo "precolombino"
América en los siglos XVI y XVII: en amarillo, la zona hispano-americana, en gris, los territorios indígenas.Artículo principal: América precolombina
El término "precolombino" no quiere decir en términos amplios todo aquello que estaba en América antes de la llegada de los españoles en 1492. En cambio designa un espacio de tiempo y unas culturas muy concretas que dejaron su huella perenne en el arte y son hoy objeto de un profundo estudio científico. El término "precolombino" deriva de "antes de Colón", pero tiene que ver en particular con las culturas que dominaban el territorio de las que serían las colonias españolas en América, es decir, desde México hasta el Cono Sur con la exclusión de Brasil (en donde se dice "Período pre-colonial") y cuya desarrollo comenzó en el periodo preclásico americano o Periodo Formativo de América con el surgimiento de la cultura Olmeca en Mesoamérica a la que se atribuye la construcción de una de las ciudades más notables del continente, Teotihuacan. Ello implica un marco de tiempo que va desde el 1500 adC hasta el Descubrimiento de América en 1492, lo que implica también el periodo formativo o preclásico, el clásico y el posclásico. La señalación de "periodo clásico" que se abriría con el comienzo del desarrollo de la cultura Maya hacia el 292 y terminaría con su aparente decadencia hacia el 900, ha sido acuñado por quienes argüían que dicho periodo marca el máximo vértice del esplendor del arte precolombino. Sin embargo dicho pensamiento está en la actualidad en debate por quienes señalan que el arte precolombino anterior y posterior a dicho periodo no es menos inferior al realizado durante el periodo clásico.

Las culturas precolombinas durante el periodo formativo se desarrollaron preferiblemente aisladas unas de otras, pero durante el periodo clásico comienzan una dinámica de interacción e influencia recíproca, incluso entre las dos principales áreas de civilizaciones: Mesoamérica y los Andes. Las coincidencias en la representación de ciertos mitos, vocablos similares y ciertas costumbres, hacen entender que especialmente después del periodo clásico los contactos entre las diferentes civilizaciones no fueron esporádicos.


Marco geográfico. Ya se señaló que el marco geográfico está condicionado a la fundación de las colonias españolas en el continente ya que el término "precolombino" designa una señalización desde el punto de vista hispano-americano. En consecuencia, las demás culturas americanas de territorios no hispanos son denominadas de otra manera para su estudio.

Entre estos territorios de las culturas precolombinas, existen 15 en particular que se destacan por la enorme cantidad de rastros y material ubicadas especialmente en dos áreas: Mesoamérica y los Andes.

En Mesoamérica, que comprende el actual territorio de México y Centroamérica, las civilizaciones son precedidas por los olmecas y la fundación de una de las primeras ciudades americanas: Teotihuacan. Las otras culturas serían la maya, mixteca, tolteca y por último la azteca.

En los Andes, que comprenden los territorios de todos los países cruzados por la cordillera desde Venezuela y Colombia en el norte hasta las áreas septentrionales de Chile y Argentina en el sur, destacan los chibchas que serían el punto de encuentro entre Mesoamérica y los Andes, la San Agustín, los colima, sinú, chavin, nazca e inca.


Mesoamérica
Cabeza olmeca, La VentaEn el preclásico mesoamericano 5000 adC a 200 adC. aprox.- se desarrollan:

La civilización Olmeca cuyas representaciones artísticas más características son:
las Cabezas Colosales, cabezas de hasta 3 m. de altura y 10 Tm de peso; se han encontrado 14 de estas cabezas de aspecto negroide, de ojos abotargados, labios carnosos y nariz ancha y con un casco encajado, que pueden representar cabezas de linaje de familia o antepasados. Una hipótesis probable (aunque no comprobada aún) para explicar las cabezas negroides es el muy posible flujo de poblaciones en balzas, aprovechando las corrientes favorables, desde el Golfo de Guinea hasta el Mar Caribe, la probabilidad de que esto ocurriera es elevada tal cual se demostró en los 1980s con el viaje (Atlantis) usando una primitiva balza de un conjunto de investigadores argentinos desde esa zona de África a esa zona de América.
Los altares, como el famoso Altar nº4 de La Venta. La Venta, Villahermosa y Tabasco son asentamientos de esta civilización en México. Este altar consta de una cavidad en su parte frontal que representa una puerta al inframundo de donde sale un personaje mitológico que sostiene una cuerda que rodea todo el altar a modo de cenefa.
En la zona del istmo de Tehuantepec se desarrolló la cerámica, que en Barra, Locona y Ocós alcanza grandes alturas artísticas.
En Colima, Jalisco y Sinaloa surgió la cultura Capacha, con objetos de cerámica como los tecomates decorados con incisión, y las vasijas con cintura, en ocasiones tan estrecha que parecen dos vasijas, una colocada sobre la otra.
La Cultura mixteca, las piezas de Monte Albán en el estado mexicano de Oaxaca, constituyen la máxima expresión artística, técnica y estética del mundo prehispánico para muchos arqueólogos. La habilidad y la perfección de los mixtecos, que crearon las aproximadamente quinientas joyas encontrados en la llamada tumba 7, se conjugaron con la sobriedad y la funcionalidad;
Un ejemplo de ello son los Máscara de Monte Albán.pectorales, que podían ser usados de manera independiente o unidos para formar un gran collar, como el pectoral que representa a un personaje con una máscara bucal con los dientes descarnados y un yelmo rematado en un penacho muy elaborado; en el pecho exhibe una escritura que se refiere a una corrección del calendario y la cosmología del momento histórico en que fueron realizadas las piezas.
Entre las piezas más conocidas está la máscara de oro del dios Xipe Tótec, patrono del gremio de los orfebres.
Otro colgante se compone de cuatro placas unidas unas a otras por argollas y rematadas por cuatro cascabeles alargados; la placa superior muestra una cancha de juego de pelota ritual con dos deidades que representan la eterna dualidad y un cráneo en el centro; la segunda es un disco solar, la tercera simboliza a la Luna y la cuarta a la Tierra.et

Cultura de Teotihuacan [editar]La cultura de Teotihuacan practica un arte solemne de adoración a los dioses y la naturaleza, cuyo único fin es representar lo sublime, lo terrible de la lucha entre diversos dioses. No aspira a la belleza sino a cumplir una misión religiosa y una visión cósmica de la vida.
La principal divinidad representada artísticamente en esta ciudad era Tlaloc, dios de la lluvia que dominaba todas las manifestaciones de la naturaleza.
Teotihuacán es una ciudad-templo, sin murallas. La avenida principal, llamada por los aztecas «Calle de los muertos», conecta los múltiples templos, como el de Quetzalcóatl, dios-serpiente, con otros edificios, como la pirámide del Sol y la de la Luna.
Trabajan abundantes máscaras, definidas por rostros anchos y tendencia a la bidimensionalidad y al uso de jade y piedras en estas maravillosas expresiones artisticas.


Las artes precolombinas en el actual territorio de Argentina [editar]Artículo principal: Artes precolombinas en Argentina

Cueva de las Manos en la Patagonia ArgentinaAunque carente de las espectacularidades arquitectónicas que se evidencian en Mesoamérica y en la Región Andina Central (Altiplano boliviano, costas y Andes peruanos, costas y Andes ecuatorianos) o incluso en la Región Intermedia (zonas montanas de Colombia, Venezuela y Panamá), el conjunto de las artes indígenas precolombinas en el territorio que actualmente corresponde a Argentina es siempre interesante aunque dificil de encuadrar.
Y la dificultad de encuadrar las artes precolombinas en el territorio argentino obedece precísamente (como primer factor) a la extensión de tal territorio (en América casi 3.000.000 de km²), con una extraordinaria variedad ecológica, extraordinaria variedad que forzosamente se trasunta en las expresiones culturales, en especial en las estéticas.
Más aún, la extensión territorial hizo que diversas corrientes culturales se dieran paralelamente– sincrónicamente– (y muchas veces interrelacionadas) o ya sea diacrónicamente.
En todo caso, un modo de sistematizar (aunque con forzosas esquematizaciones) a las áreas artísticas precolombinas de este país es el señalar a la región del NOA como el área con más fuertes influjos andidos, a la del NEA como el área con más fuertes influjos amazonidos, por su parte la región central (provincia de Córdoba y este sur de Santiago del Estero, así como la provincia de San Luis) presentan, como todo el Cuyo las evidencias de influjos andidos aunque fuertemente diluidos, casi evanescentes hasta el punto que aparecen estilos singulares, en todo caso se debe considerar en todas estas áreas precitadas la existencia ya hacia el siglo X de culturas basadas en la agricultura lo cual determinó incipiencias de civilización y el desarrollo de pequeños núcleos urbanos, la existencia de una agricultura e incluso una ganadería (de auquénidos) sería también un factor determinante en la expresión artística de dichas zonas. Por otra parte la mayor parte del territorio, que siempre hasta la irrupción europea en el siglo XVI estuvo difusamente poblado por etnias trashumantes que practicaban un modo de producción cazador recolector, las etnias con menor desarrollo tecnológico que habitaban las regiones del Gran Chaco, la región Pampeana, la Mesopotamia Argentina, la Patagonia y la Región Fueguina si es cierto que han dejado cuantitativamente menos relictos, llegan a tener momentos y puntos en los cuales se destacan culturalmente, ejemplo de ello es la Cueva de las Manos.

En todo caso, sea donde sea, las artes precolombinas que se desarrollaron en el territorio argentino practicamente son inseparables de la religión o de los sistemas de creencias de los pueblos que las produjeron, la relación entre el arte y lo sacro se patentiza por doquier.

Ejemplo de ello es precísamente la célebre Cueva de las Manos ubicada en el centro-oeste de la provincia de Santa Cruz, tal cueva es un "alero" exornado por gran cantidad de pinturas rupestres entre las que más llaman la atención las miriadas de huellas en "negativo" de manos logradas generalmente mediante una antigua aerografía y un esgrafiado, la mencionada cueva como otras próximas menos conocidas (entre estas un conjunto denominado "Cuevas de Altamira" que no debe confundirse con el homónimo de España) es una de las expresiones artísticas perdurables más antiguas de América, los fechados más antiguos se remontan a ca. 13.000 años antes del presente (aP) aunque los motivos representados más característicos surgen hace nada menos que hacia el 9.350 aP. Se supone que el pueblo que produjo tal arte es el directo antecedente de los ahoniken ("patagones" o "tehuelches" en todo caso, sea cual sea el nombre que se les da, ellos se han llamado tsonk, siendo los ahoniken los que habitaban aproximadamente al sur del paralelo 42°S hasta el Estrecho de Magallanes). En tal dilatado periodo de tiempo resulta casi obvio que se produjeran modificaciones estilístcas: si las pinturas parietales de manos datan de hace más de 5.000 años luego, paulatinamente, van apareciendo estilizadas figuraciones:las que representan la caza (muy ritualizada del guanaco y del choique). ¿Qué han expresado los artistas en estas cuevas? En primer lugar la impresión de las manos en la roca parece (como se encuentra en otras partes de nuestro planeta) el intento de buscar dejar algo de sí que se mantenga perenne, una rito mágico de imortalización, aunque esto no excluye otra intención: la de buscar la unión mística con la tierra y, por tal unión, la providencia aportada desde la Tierra. En cuanto a las escenas de caza (en las cuales los guanacos aparecen estilizadamente dibujados) parecen haber sido parte de rituales de magia simpática para obtener una constante fuente de proteínas (téngase en cuenta que entre los aborígenes americanos el acto de la caza generalmente ha sido planteado como un acto sacrificial en el cual el animal es una suerte de "hermano" que ofrece su vida para el sustento humano, de modo que la representación de los animales suele implicar un respeto hacia ellos).

Pero entre las etnias trashumantes los elementos de soporte para las artes han sido lábiles, pocos rastros se encuentran de la Antigüedad sino es cuando el arte es parietal, rupestre: en este caso el sólido soporte de la piedra nos ha dejado sus hermosos (muy sublimados) testimonios. Podemos suponer que muchas de las otras expresiones artísticas de estas etnias pampidas perduraban como tradiciones vivas hasta inicios del siglo XX, por ejemplo los "quillangos" y "quillapys" (mantos de cueros y pieles) que muchas veces solían estar "estampados" con "grecas", "estrellas", "espirales", "cruces" en su parte interna, nuevamente aquí la "dimensión" de lo sacro: estos motivos, lo mismo que los adornos corporales solían ser símbolos investidos de alguna significación mística, es decir, algo más que lo decorativo como fin en sí mismo. Y lo mismo puede decirce de los "tatuajes" y las diversas formas de "body-art", tales como el extraordinario "body painting" que señalaba el hain o ritual de la iniciación, de ingreso a la adultez entre los shelknam ("onas") en el centro y norte de la isla de Tierra del Fuego.
Al oeste del área cultural pampida y al sur del área cultural nétamente andida se desarrollaron y desarrollan las artes de los mapuche, éstas – aparte de su propia creatividad– reflejan aún influjos procedentes del norte (andidos) e influjos procedentes del sur y del este (pampidos), del este se ha dado también un influjo huarpido pero aún hoy es dificil distinguirle taxativamente de los influjos culturales (y artísticos) andidos y pampidos. Entre los mapuche se ha desarrollado una interesante cerámica, una muy interesante industria-arte textil (aquí también quillangos, y ponchos, vinchas, fajas, matras) de una variada policromía armoniosamente dispuesta en los motivos tejidos o bordados, también han logrado cierta caracterización los mapuche por su arte lítica (por ejemplo hachas rituales como las toki) o por la metalurgia, en especial la sobria aunque atractiva platería que suele adornar a las mujeres.
Los huarpe (probablemente directos herederos de la antiquísima cultura de Ansilta que sorprendentemente se extendió entre el 1800 adC y el 500 dC) desde el 500 dC presentan más influjos procedentes de la Región Andina Central y han llegado a llamar la atención por su cestería de trama muy fina, hasta el punto de lograr cestas impermeables con las cuales se trasportaba el agua, nuevamente cabe resaltar: hasta el arte precolombino aparentemente más pragmático, más utilitario, siempre ha sido relacionado con lo sagrado...las cestas huarpes tenían su cierta sacralidad en cuanto que eran portadoras del agua, es decir de –nada menos– la vida en extensas travesías a menudo áridas. Otro rasgo cultural llamativo de los huarpes que puede incluirse a un tiempo entre la industria y el arte (poco separables en estas culturas) ha sido la construcción de embarcaciones usando una técnica de cestería muy semejante a los caballitos de totora en las Lagunas de Guanacache, también son atribuibles a los huárpidos algunas de las curiosas pictografías que se encuentran en las paredes rocosas de Talampaya.
En las Sierras de Córdoba y de San Luis se desarrolló una curiosa cultura (de las llamadas por los evolucionistas etnocéntricos: civilizadas): la de los henia-kamiare (luego "bautizada" comechingón), se trataba de una población con importantes linajes huárpidos aunque bastante diferenciada de los huarpe propiamente dichos, los comechingones quizás tengan sus remotos antecedentes en la cultura Ayampitín de hace más de 7.000 aP, sin embargo de fecha tan remota apenas quedan (como en toda América y...todo el planeta) apenas rudimentarios vestigios, una industria-arte principalmente lítica rudimentaria aunque en su sencillez, interesante – en gran medida, siguiendo los criterios de Benjamin por lo aurático que posee: por esa "aura" sugestiva que la antigüedad y lo enigmático aportan al objeto– aunque recién hacia el siglo V de la era común comienza a desplegarse, claro, un arte "comechingón", este arte revela influjos procedentes de los Andes Centrales a través de la étapa del Noroeste Argentino. Por los relatos de los cronistas y por los estudios arqueológicos se sabe que el pueblo "comechingón" desarrolló su característica arquitectura de casas comunales semisubterráneas de paredes de piedra, también se sabe que eran muy dados a los adornos (presumiblemente incluyendo un elemento religioso y otro fetichista: las mujeres se adornaban con collares multicolores de metal, piedras semipreciosas y, especialmente, conchas de caracoles; los hombres se adornaban principalmente con chaquiras de plata o cobre en formas alargadas, también (como muchas otras etnias) era frecuente la pintura (ritual) del cuerpo. Sin embargo, hasta el presente, lo que más llama la atención del arte "comechingón" son sus glifos y pictografías, tales como las que se encuentran en Cerro Colorado y Ongamira (Córdoba), Para Yacu (en la zona de Santiago del Estero fronteriza con Córdoba) o las que se encuentran en la cueva de Inti Huasi en el centro norte de San Luis (el nombre quechua de la cueva sanluiseña es posterior a la Conquista española, del periodo de dominación hispánica en el cual dentro de las jurisdicciones del Tucumán y el Cuyo fue lengua general el quechua). En estas cuevas, usadas con fines religiosos – al parecer "mistéricos" – se encuentra un singular arte rupestre, bastante diferente del ya observado en la Cueva de las Manos, en las cuevas de los "comechingones" lo que predomina es la abstracción, con abundantes grafos y símbolos de los cuales actualmente solo se puede hipotetizar su significado, algunas pictografías son algo menos abstractas y presentan a siluetas de individuos portando lo que parecen tocados de plumas e incluso de cuerno o algo semejante, tales pinturas parecen representar a los chamanes, sin embargo más llaman la atención los grafos y glifos que recuerdan a letras y, más precísamente, a runas; tal semejanza, así como la represntación de naves y hombres a caballo ha dado lugar a hipótesis aventuradas tales como la de suponerles un origen vikingo, la representación de hombres a caballos sin embargo es (según las dataciones) precísamente la de los conquistadores españoles, es decir, muchas de estas pinturas están representando precísamente el fin del llamado arte "precolombino", arte que luego se continuará en una nueva síntesis.
Del arte "comechingón" "precolombino" también corresponde señalar las estatuillas de cerámica y piedra que representan a sujetos de los dos sexos, estatuillas que parecen haber estado relacionadas con un culto a la fertilidad: se destacan las nalgas y los senos de las mujeres y los genitales de los varones, son estatuillas de elaboración adusta y, en cierto modo "expresionistas" como las que se han encontrado en los yacimientos del dique Los Molinos.
Las condiciones edafológicas y climáticas de las regiones pampeana, chaqueña y, sobre todo, mesopotámica así como el tipo de culturas que prehispánicamente se dieron en tales regiones (pueblos cazadores recolectores y/o horticultores itinerantes) así como el posterior disturbiado de los suelos (especialmente en el siglo XX) han hecho que nos llegaran pocos relictos y de los pocos relictos, debido al disturbiado o alteración sufrida por los yacimientos, una dificil ubicación temporal o que suela ser dificil relacionar los hallazgos con tal o cual etnia; en la región pampeana se encuentran vestigios datables en ca 9.000 años aC, tales vestigios son puntas de flechas y las características piedras redondeadas para confeccionar "bolas perdidas" y luego boleadoras, desde un cierto punto de vista tales elementos pueden no ser considerados arte sino "simples" artefactos utilitarios, sin embargo en el ámbito del territorio que actualmente es Argentina y pensando en términos de esas épocas, siempre conviene considerar el casi indisociable nexo objeto utilitario-arte e, incluso, religión. En el extremo noreste de la región mesopotámica se encuentran hachas líticas circulares que parecen haber tenido precisamente esa triple función.
A lo largo de los grandes ríos se encuentran ocasionalmente enterramientos con grandes urnas o restos de canoas monóxilas, pero las cerámicas de menores dimensiones, los objetos de hueso, madera, los textiles y las cesterías antiguos resultan casi inhallables precisamente por las condiciones deteriorantes que sufrieron. Sin embargo, puede darnos alguna idea de las artes precolombinas las artes (vulgarmente catalogadas como "artesanías) "menores" que aún realizan los descendientes de etnias como la wichi o la qom'lek ("toba"): los wichis se destacan por sus tallas en maderas muy duras (quebracho, palo santo) y el tejido de atractivas alforjas "chuspas" en base a la fibra del chaguar; las tallas en madera dura son frecuentemente representaciones de animales, tales representaciones conllevan fuertes estilizaciones en las cuales predominan los volúmenes facetados; en cuanto a los qom'lek también suelen representar en pequeñas esculturas (valga la palabra escultura aquí, pese a que se trata tecnicamente de cerámica) los animales autóctonos (y posteriormente los alóctonos) aunque predomina la cerámica horneada (no al punto de terracota) de matices castaño claros luego pintada con pigmentos marrones, blancos, rojizos y negros.
En el área de transición entre el Gran Chaco y las cordilleras preandinas y andinas se nota también el antiguo contacto cultural (muchas veces violento) entre etnias pampidas, amazonidas y andidas; en el interfluvio de los ríos Dulce y Salado del Norte aunque no existen huellas de ninguna ciudad precolombina edificada con rocas u otros elementos perdurables si se encuentran bastantes cerámicas que revelan el fuerte influjo procedente de las culturas del NOA (en ocasiones es dificil distinguir si se trata de cerámicas precolombinas moldeadas in situ o si se trata de cerámicas obtenidas del NOA a través de las antiguas rutas comerciales), al pie de la yunga especialmente en el chaco salteño se encuentran intersantes máscaras labradas en palma que representan a diversos grandes animales (yaguares, pecaríes, tapires etc.), tales máscaras evocaban a los "espíritus" de los animales y eran utilizadas ceremonialmente, su talla suele ser sencilla, limpia: con pocos rasgos se puede identificar facilmente al ser representado. En esa misma zona, y especialmente por parte de los chorotís y de la parcialidad arawak de los chané se destacan los "sapos" que, por magia simpática, sirven para impetrar o atraer a la lluvia durante las prolongadas sequías: los sapos chorotis suelen ser de barro cocido con una mezcla de polvo de hueso lo que le da un matiz (casi una "pátina") singular: de volúmenes curvos tal "pátina" resalta las curvaturas al suavizar ópticamente toda posible rectilinealidad. Por su parte los "sapos invocantes" de los chané llegan a sorprender por lo logrado con la sencillez de sus formas (muchas veces una especie de óvalo "parado" y algo aplastado que tiene una gran abertura arriba, la de la boca, y unas cintas añadidas de cerámica fungiendo como leves patas).


Pequeña vasija antropomorfa en cerámica de la Cultura "Condorhuasi".
Las civilizaciones del Noroeste Argentino [editar]En el NOA se encuentra una región que reune características fisiográficas semejantes a las de los Andes Centrales, la semejanza fisiográfica y, especialmente, los factores ecológicos hicieron que en esta zona se pudieran desarrollar poblaciones sedentarias, fijadas a la "madre tierra" por la agricultura intensiva de la papa, el maíz, los porotos, la quinoa etc. En el transcurso de los siglos las antiguas aldeas llegaron a consolidarse como pequeñas ciudades realizadas en una arquitectura de sillería en piedra.

Aunque se mantienen polémicas en cuanto a las denominaciones y periodizaciones, aquí se recurrirá a las más frecuentes.

Usualmente se habla de un "período temprano" que se extiende desde el 500 adC al 650 dC, un "período intermedio" o "medio" (650-850) y un "período tardío" (del 850 al ca. 1480).

En todos estos casos nos encontramos con artes que corresponden a culturas agroalfareras que encuadran dentro del término (muchas veces impreciso) de civilización, en efecto, es en el NOA que, ya antes del siglo I arqueológicamente se observan incontestables rasgos de civilización en el sentido más estricto: aparecen poblaciones estables en puntos (nodos) en los cuales se controla económicamente el riego, la agricultura y, con ellos, la circulación macroregional de bienes entre los cuales se encuentran los alimentos y la información.

Las culturas agroalfareras del NOA llegaron a desarrollar un interesante urbanismo (Tastil, Tilcara, Shincal, Chicoana, Batungasta, Titiconte, La Ciudacita etc.) acompañado de esculturas líticas y coroplastia (cerámica nétamente artística), metalurgia en oro, plata, cobre y bronce; así como interesantes obras textiles y de cestería.
En el actual territorio de la provincia de Santiago del Estero se desarrolló una cultura (Civilización santiagueña) que aunque estableció grandes centros habitados, no llegó a la monumentalidad ya que de hecho, su arquitectura se basó en materiales perecederos ("paja" o sacate y, menormente, en adobe), la Civilización santiagueña refleja casi inmediatamente los influjos andidos seguidos de los amazonidos aunque su substrato demográfico se hubiera dado en una población predominantemente pampida.

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ESCULTURA DE MESOPOTAMIA



ESCULTURA DE MESOPOTAMIA. Las primeras esculturas descubiertas en la Mesopotamia datan del 5000 a.C. y son en su mayoría figuras de barro muy similares a las de las Venus prehistóricas encontradas en el resto de Europa. En el milenio siguiente se refleja una estilización de las formas tendientes al naturalismo y se encuentran piezas en mármol tales como bustos, estelas conmemorativas y relieves.
La más importante es la estela encontrada en Lagash, considerada la más antigua del mundo en cuanto que en ella aparece por primera vez la narración figurativa de una batalla. Las estatuas más típicas son figuras de hombre o mujer de pie, llamados orantes, ataviados con largas túnicas con las manos tomadas a la altura del pecho, siendo la cara la parte más llamativa del conjunto por el relieve de los ojos normalmente realizados con piedra. En cuanto a los relieves, estos han sido de una importancia fundamental para comprender la historia, la iconografía religiosa y el ceremonial de los pueblos mesopotámicos. Existían varios tipos, entre ellos los esculpidos en la piedra y los realizados sobre ladrillos esmaltados como es el caso de los pocos restos encontrados de la famosa "Puerta de los dioses" (de hecho, eso significa Babilonia) y los de arcilla. Dependiendo del pueblo y de la ciudad los temas y los estilos variaban: durante las dinastías acadia y persa la temática era la narración de la victoria de los reyes, mientras que en tiempos de los babilonios se preferían las representaciones de las divinidades o de las tareas cotidianas del pueblo.
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jueves 28 de junio de 2007

ESCULTURA ORIENTAL


Así como en el arte chino predomina la pintura, es en la India donde está mejor desarrollada la escultura, íntimamente ligada a la espiritualidad.

Tanto el arte budista (asociado a la religión budista) como el hindú (asociado a la religión hindú) se caracterizan por su tendencia descriptiva y narrativa, que se expresa en los hermosos bajo relieves de los templos.

Desde sus comienzos, la escultura india representó episodios de la vida de Buda, que en un principio solo fue evocado mediante símbolos. El arte de Gandhara, que floreció entre los siglos I y V d.C., difundió en la India una escultura de tipo helenístico y la representación antropomórfica (humana) de Buda.

El arte gupta, que fue posterior, dejó atrás las influencias griegas, al elaborar figuras de gran sensualidad, con formas curvas muy acentuadas.

El arte del Tíbet ha sido influenciado por sus vecinos, Asia Central, China, Nepal e India y por el budismo, por lo que puede ser definido como un conservatorio de las tradiciones.

La escultura monumental fue importante en China durante la dinastía Han. Después prefirieron las figuras pequeñas realizadas en madera, bronce, porcelana y jade. A mediados del siglo V a.C., con la introducción del budismo, llegó también la estética india. De esa época datan los relieves de los templos de Yunkang. En los siglos posteriores, se mantuvo esa influencia, reflejado en la gigantesca escultura de Buda de Long-Men.

En Japón, el arte también estuvo influenciado por el budismo. Notables ejemplos son las estatuas del período Asuka.

Posteriormente, en la época Kamakura, que comenzó a fines del siglo XII d.C., se abandonó la idealización por el realismo, como puede verse en las estatuas gigantes del templo Todaiji.

El arte del metal (bronce, latón, materias preciosas) predomina en todas partes. Mediante aleaciones consiguieron bronces de distintos colores.
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LA ESCULTURA EGIPCIA


El gran desarrollo de la agricultura en las civilizaciones del Próximo Oriente, determinó el mejoramiento de la
vida y de todas las formas de expresión.
La figura garantiza la inmortalidad del difunto. Éste es el fundamento de la ley de la frontalidad y del
predominio de la escultura de formas redondeadas, características de Egipto y Mesopotamia.
Ley de la frontalidad, lleva a las esculturas de bulto redondo a mantenerse rígidas, responde al deseo de evitar
lo narrativo y episódico, que indican transitoriedad, hay un deseo de detener o fijar el curso de la vida. Y el
bulto evita toda clase de salientes, por riesgo de roturas, ya que todo desperfecto afecta a la vida de ultratumba
del difunto.
Otros dos rasgos fundamentales son la Visión rectilínea y armonía de la proporciones. También otra
característica propia de este periodo es el Hieratismo y rigidez en la forma.
En los relieves ciertas partes permanecen de perfil, pero otras se hallan de frente, en orden a obtener el
máximo de elementos definidores de la figura, los relieves alcanzaron un gran desarrollo. El relieve tenía dos
propósitos fundamentales en el muro de los templos glorificar al faraón y en las tumbas preparar el alma en su
camino hacia la eternidad.
Las esculturas fueron talladas en los más diversos materiales desde la blanda caliza y la madera, a las piedras
más duras y lujosas, como el granito, el basalto, la diorita, la obsidiana, el pórfido.
La policromía se aplicaba a las esculturas de caliza, pero sobre todo a las de madera, para favorecer la
policromía antes de pintarlas se les daba una capa de estuco. Materias incrustadas en los ojos aumentaban la
vivacidad de estos.
Durante el Imperio Nuevo la escultura alcanzó una nueva dimensión de la severidad y majestuosidad del I.
Antiguo se paso a la elegancia al cuidado por el detalle y en general se vivió un momento de humanización de
las formas ya que la vida cotidiana paso a tener mas importancia que la vida eterna.
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LA ESCULTURA PREHISTÓRICA PRIMITIVA

Venus de Willendorf, fachada hacia el 30.000-25.000 a.C., constituye uno de los primeros ejemplos escultóricos del mundo. Esculpida en piedra caliza, con una altura de 11,5 cm, está considerada como un símbolo de la fertilidad por sus exageradas formas anatómicas femeninas.

Paleolítico: desde los primeros tiempos de su existencia, el hombre tuvo una gran tendencia a las
representaciones figurativas, a las que hay que dar esencialmente un valor simbólico o mágico. El hombre y
los animales constituyeron los únicos protagonistas de aquellas representaciones.
Los materiales utilizados son la piedra, el hueso y el marfil. Y se practica la escultura de bulto redondo y el
relieve.

En éste tipo d escultura la mujer fue considerada como un ser misterioso que toma la misión de propagar la especie; este misterio de la procreación indujo al hombre a inspirarse en ella para su arte primitivo.

El ciclo mujer-procreación y fertilidad de la tierra, fue el motivo por lo que aquella se identificó con el culto de la madre tierra.

Las Venus prehistóricas y las exageraciones de los atributos sexuales, as¡ como las partes primordiales que intervienen en la procreación, son motivos vitales en la elaboración de estas figuras femeninas.

La divinidad de Venus no puede ser considerada solamente como diosa de la belleza, pues esa belleza engendra, asimismo, procreación; por esta razón, a las esculturas femeninas se les ha denominado Venus.

De todas las venus del periodo auriñaciense la m s extraordinaria sin duda es la que se encuentra en el Museo de Viena y que recibe el nombre de Venus de Willendorf; en ésta las características anatómicas son exageradas al máximo con un gran sentido de la realidad, el tocado es complicadísimo y el rostro desaparece como si el artista intencionalmente hubiera querido que no pudiera ser identificado con alguna mujer del grupo.

El relieve adquiere importancia esencial en la piedra y a través del estudio de esta escultura puede seguirse la evolución que el arte tuvo del Paleolítico al Neolítico y de éste, a la Edad de los Metales.

En el periodo magdaleniense que sigue al Solutrense la escultura adquiere grados de

perfección y as¡ en la gruta de Combarelles (Dordoña) el reno sigue siendo motivo de inspiración.

Las figuras aparecen superpuestas, el hombre no se disipa en rasgos inútiles y el movimiento es altamente conseguido.

Este movimiento llega a la acrobacia y parece que representa una danza ritual que es preludio de la caza.